El siglo XIX en España era una época marcada por considerables restricciones en la libertad de imprenta. El gobierno español del momento ejercitó un control muy rígido sobre todas las publicaciones periodísticas y literarias, y de esta manera manipuló la opinión pública a un grado que Larra consideró intolerable. Mariano José de Larra, conocido hasta el día de hoy como uno de los autores y periodistas mas influyentes de su tiempo, tenía que luchar contra esa censura rigurosa desde el principio hasta el final de su época creadora. La censura se extiende por toda su obra. Es imposible saber cuanto de la obra de Larra ha llegado a nuestros días sólo en forma fragmentaria, mutilada, pero sin embargo es difícil imaginarse que habría escrito él en otras circunstancias. El sarcasmo y la ironía que caracterizan su obra se crearon en la necesidad de velar el verdadero contenido de sus palabras de los ojos vigilantes de los censores, exigiéndoles a sus lectores leer entre líneas. Muchos de los recursos retóricos tan distintivos de sus artículos podrían haber sido redundantes en una situación de mayor libertad de prensa. En este sentido se podría formular la tesis de que tanto como víctima, Larra fue también beneficiado de la censura, o por lo menos de su lucha en contra de ella. Por otra parte, la libertad de prensa, o mas bien la falta de ella, figura como tema subliminal en una gran cantidad de artículos de Larra, y así logra adquirir una importancia considerable para su obra.
Con estos hechos de fondo, este trabajo aspira a investigar varios aspectos del efecto de la censura sobre la obra de Larra. Primero examina la censura a través de tres artículos de Larra ejemplares por su trato de la materia; Muerte del pobrecito hablador (1833), La alabanza, o que me prohíban éste (1833) y Lo que no se puede decir, no se debe decir (1834). Primero se enfocarán unos artículos de Larra que fueron censurados y quedaron inéditos, y luego se discutirá la forma y dimensión en que la censura modificó los artículos que sí se publicaron.
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. LA CENSURA EN LOS ARTÍCULOS DE LARRA
2.1 LA MUERTE DEL POBRECITO HABLADOR
2.2 LO QUE NO SE PUEDE DECIR, NO SE DEBE DECIR
2.3 LA ALABANZA, O QUE ME PROHÍBAN ESTE
3. LA CENSURA Y LARRA
4. CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFIA
1. INTRODUCCIÓN
El siglo XIX en España era una época marcada por considerables restricciones en la libertad de imprenta. El gobierno español del momento ejercitó un control muy rígido sobre todas las publicaciones periodísticas y literarias, y de esta manera manipuló la opinión pública a un grado que Larra consideró intolerable. Mariano José de Larra, conocido hasta el día de hoy como uno de los autores y periodistas mas influyentes de su tiempo, tenía que luchar contra esa censura rigurosa desde el principio hasta el final de su época creadora. La censura se extiende por toda su obra. Es imposible saber cuanto de la obra de Larra ha llegado a nuestros días sólo en forma fragmentaria, mutilada, pero sin embargo es difícil imaginarse que habría escrito él en otras circunstancias. El sarcasmo y la ironía que caracterizan su obra se crearon en la necesidad de velar el verdadero contenido de sus palabras de los ojos vigilantes de los censores, exigiéndoles a sus lectores leer entre líneas. Muchos de los recursos retóricos tan distintivos de sus artículos podrían haber sido redundantes en una situación de mayor libertad de prensa. En este sentido se podría formular la tesis de que tanto como víctima, Larra fue también beneficiado de la censura, o por lo menos de su lucha en contra de ella. Por otra parte, la libertad de prensa, o mas bien la falta de ella, figura como tema subliminal en una gran cantidad de artículos de Larra, y así logra adquirir una importancia considerable para su obra.
Con estos hechos de fondo, este trabajo aspira a investigar varios aspectos del efecto de la censura sobre la obra de Larra. Primero examina la censura a través de tres artículos de Larra ejemplares por su trato de la materia; Muerte del pobrecito hablador (1833), La alabanza, o que me prohíban éste (1833) y Lo que no se puede decir, no se debe decir (1834). Primero se enfocarán unos artículos de Larra que fueron censurados y quedaron inéditos, y luego se discutirá la forma y dimensión en que la censura modificó los artículos que sí se publicaron.
2. LA CENSURA EN LOS ARTÍCULOS DE LARRA
La corta vida de Larra muestra una actitud muy inconformista y luchadora.
Hasta el día de su muerte mantuvo su lucha constante contra todos los aspectos negativos que descubrió en la España de su época. Parece incansable en su empeño de denunciar los gobiernos reaccionarios y su represión despótica. Es su espíritu rebelde el que lo hace arriesgarse una y otra vez, en sus intentos de hacer pública su frustración e insatisfacción. Entre los temas tratados por Larra en sus artículos, la censura constituye uno de los puntos claves de su lucha para la libertad de expresión.
No se puede decir con certeza qué tanto de las referencias y alusiones políticas y social-criticas de los artículos de Larra fue censurado y permanece perdido para los lectores, sin embargo se puede asumir con bastante seguridad, que fue una cantidad significativa. No obstante, Larra logró pasar muchas de sus críticas desapercibidas de la censura, algunas más, y algunas menos directas y evidentes.
2.1 LA MUERTE DEL POBRECITO HABLADOR
En el año 1832 Larra fundó la revista social-crítica El pobrecito hablador, el cual, debido a la censura sólo pudo sobrevivir 14 números. En esta "Revista Satírica de Costumbres" Larra puso en relieve, con el seudónimo del "Bachiller don Juan Pérez de Munguía”, algunos de sus artículos más inmortales y reconocidos, como Vuelva usted mañana o El casarse pronto y mal. Los artículos de costumbre de Larra carecen del tono nostálgico y las descripciones pintorescas típicas de ese género popular de la época, y presentan en lugar de ello un estudio social. En El pobrecito hablador Larra se sirve con frecuencia de la técnica de adoptar varios personajes y entablarles en una correspondencia imaginaria para explorar diferentes puntos de vista sobre un tema.
El artículo Muerte del pobrecito hablador se publicó en el n° 14 y último de la revista, en marzo del 1833. Es una necrología irónica al personaje ficticio del "Bachiller" o Pobrecito Hablador, a la vez seudónimo del mismo Larra y titulo del periódico en el cual fue publicado y que estaba a punto de ser cerrado. El artículo esta escrito desde la perspectiva de Andrés Niporesas, otro alter ego del autor. Larra describe la censura como institución asesina de palabras, el hablador se muere por que no lo dejan hablar.
Con respecto a la "muerte" del hablador, o sea, al cierre de la revista, Larra comenta en el artículo:
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- Citar trabajo
- Melanie Walser (Autor), 2007, Larra y la Censura, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/94090
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