En 1599 se publica la Primera Parte del Guzmán de Alfarache, la primera novela picaresca después de la obra anónima Lazarillo de Tormes. El autor, Mateo Alemán, es natural de Sevilla y nació en el mismo año que Cervantes.
En las dos partes del Guzmán de Alfarache se encuentran en total cuatro novelas intercaladas: Ozmín y Daraja, Dorido y Clorinia, Bonifacio y Dorotea y Don Luis de Castro. Sin embargo, en el presente trabajo voy a dedicarme solamente a tres de los relatos. La historia de Don Luis de Castro no tiene la extensión y el desarrollo de las otras. Además, la estructura del relato resulta dos cuentos relacionados entre sí y también Moreno Báez no la cuenta entre las novelitas interpoladas.
La función de las narraciones dentro del desarrollo total de la novela ha sido injustamente apreciada por la crítica y la doctrina suele básicamente diferenciar en este ámbito la total independencia de las novelas intercaladas, tildándolas de digresiones inconexas y la relación intrínseca entre los relatos y la obra donde aparecen.
Los relatos tienen en común el hecho de que tratan de amor, así que a primera vista sí se podría entenderlas como remansos y digresiones de las aventuras de Guzmán de Alfarache. No obstante, el presente trabajo intenta demonstrar la conexión y dependencia de las novelas intercaladas, analizando la función que desempeñan en el cuerpo del Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán.
Tres son las cuestiones que vamos a abordar: en primer término, las fuentes principales de Ozmín y Daraja y sus paralelos con la obra principal; en segundo lugar, los motivos centrales de Dorido y Clorinia; y, finalmente, el valor material del matrimonio y el motivo de la venganza en Bonifacio y Dorotea.
En definitiva, señalamos cómo los relatos subrayan la intención del Guzmán de Alfarache mediante coincidencias diferentes, lejos de ser mero contraste de la obra principal.
Ìndice
1. Introducción
2. Ozmín y Daraja
2.1. El problema de las fuentes principales
2.2. Paralelos entre la novela y la obra principal
2.3. La función de la novela
3. Dorido y Clorinia
3.1. Los motivos centrales
3.2. La función de la novela
4. Bonifacio y Dorotea
4.1. El valor material del matrimonio
4.2. El motivo de la venganza
4.3. La función de la novela
5. Conclusión
6. Bibliografía
1. Introducción
En 1599 se publica la Primera Parte del Guzmán de Alfarache, la primera novela picaresca después de la obra anónima Lazarillo de Tormes. El autor, Mateo Alemán, es natural de Sevilla y nació en el mismo año que Cervantes.
En las dos partes del Guzmán de Alfarache se encuentran en total cuatro novelas intercaladas: Ozmín y Daraja, Dorido y Clorinia, Bonifacio y Dorotea y Don Luis de Castro. Sin embargo, en el presente trabajo voy a dedicarme solamente a tres de los relatos. La historia de Don Luis de Castro no tiene la extensión y el desarrollo de las otras. Además, la estructura del relato resulta dos cuentos relacionados entre sí y también Moreno Báez no la cuenta entre las novelitas interpoladas.
La función de las narraciones dentro del desarrollo total de la novela ha sido injustamente apreciada por la crítica y la doctrina suele básicamente diferenciar en este ámbito la total independencia de las novelas intercaladas, tildándolas de digresiones inconexas y la relación intrínseca entre los relatos y la obra donde aparecen.
Los relatos tienen en común el hecho de que tratan de amor, así que a primera vista sí se podría entenderlas como remansos y digresiones de las aventuras de Guzmán de Alfarache. No obstante, el presente trabajo intenta demonstrar la conexión y dependencia de las novelas intercaladas, analizando la función que desempeñan en el cuerpo del Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán.
Tres son las cuestiones que vamos a abordar: en primer término, las fuentes principales de Ozmín y Daraja y sus paralelos con la obra principal; en segundo lugar, los motivos centrales de Dorido y Clorinia; y, finalmente, el valor material del matrimonio y el motivo de la venganza en Bonifacio y Dorotea.
En definitiva, señalamos cómo los relatos subrayan la intención del Guzmán de Alfarache mediante coincidencias diferentes, lejos de ser mero contraste de la obra principal.
2. Ozmín y Daraja
La primera novela intercalada está situada justo al final del Libro I de la Primera Parte y es narrada por un clérigo mozo „con el objeto de olvidar algo de lo pasado y entretener el camino con algún alivio“ (I, p. 213).
Los protagonistas de la historia morisca son separados por la guerra y tienen que pasar por varios complicaciones hasta que termina en una solución feliz.
2.1. El problema de las fuentes principales
La teoría literaria ha reconocido tres fuentes principales en el relato de Ozmín y Daraja: de Heliodoro, la bizantina Historia Etiópica de los amores de Teágenes y Cariclea; la anónima El Abencerraje y la hermosa Jarifa y, de Hernando del Pulgar, la Crónica de los Reyes Católicos.[1]
Ésta última forma el marco histórico de la narración intercalada. La acción tiene lugar en la Reconquista en el cerco de Baza. Sin embargo, hay un cambio del acento. No hay tantos detalles topográficos como en la fuente y la concentración está en la lucha de los moros y los cristianos.
También es evidente la influencia de la Historia Etiópica de los amores de Teágenes y Cariclea. Hay muchas coincidencias de detalle con la novela griega que acercan la historia de Ozmín y Daraja a la de Teágenes y Cariclea.[2] Al lado de episodos similares como el servir del protagonista de tercero en amores a los pretendientes del grupo opuesto y los juegos se encuentran varios motivos semejantes: dos amantes separados, el final feliz debido a la intervencion de los Reyes, o sea, los dioses en la fuente. También la concepción de fidelidad en el amor y el motivo del engañar con la verdad son unos de los elementos que unen las dos historias.[3]
Otra fuente es el relato anónimo El Abencerraje y la hermosa Jarifa que forma la situación básica de la narración intercalada: la reunión de dos moros enamorados que antes tenían que pasar por varias dificultades. No obstante, no se trata de una proyección exacta, sino más bien de una inspiración, dado que hay una diferencia importante. Mientras que en el Abencerraje los protagonistas se aman clandestinamente en cuanto a sus padres, en Ozmín y Daraja los padres de ambos saben de la relación y están de acuerdo con esa. Por consiguiente, el escollo de esa relación está debido a la circunstancia histórico social. Además, el protagonista del Abencerraje, Abindarráez, es caballo por sus hazañas y proceder y le importa mucho la verdad. Al contrario, Ozmín tiende al fingimiento, donde el engaño y la verdad se entrecruzan. No sólo finge „tener pasaporte“ (I, p. 219), sino también afirma ser un cristiano llamandose Ambrosio y, más tarde, Jaime Vives. El hecho de que Ozmín finge ser un cristiano significa también que pretende pertenecer al grupo enemigo, es decir, ha cambiado totalmente su identidad, su proceder y su fondo social. Por consiguiente, se podría decir que El Abencerraje le sirve al narrador como inspiración, pero están obvios las modificaciones que desempeñan una función esencial. Cuando se tenga en cuenta una observación de Ricapito, son mucho más destacables los cambios que alejan una obra de sus fuentes que las coincidencias. Dice que las transformaciones y addiciones permiten al lector un acceso profundo a la intención del autor.[4]
Por lo demás, existe una multitud de romances caballerescos con motivos similares, así que no se puede identificar una de esas con toda seguridad como fuente principal del relato. Aparte de eso, no basta identificar las fuentes si no sabemos porque el autor ha usado exactamente éstas y que función las desempeñan.
Sin embargo, las modificaciones tomadas por el autor acercan el relato a la obra principal y se puede destacar varios paralelos en la vida del pícaro Guzmán, lo que vamos a elaborar en el siguiente párafo.
2.2. Paralelos entre la novela y la obra principal
El hecho de que el protagonista admite abiertamente que ha manipulado y transformado la historia que oyera del fraile muestra que el relato tiene el estilo personal de Guzmán.
Con gran silencio veníamos escuchando aquesta historia, cuando llegamos a vista de Cazalla, que pareció haberla medido al justo, aunque más dilatada y con alma diferente nos la dijo de lo que yo la he contado. (I, p. 259)
Él describe la historia desde su punto de vista, así que está adoptado al mundo caótico y amorfo de Guzmán. Está influenciada por sus propias experiencias y coincide en su ritmo externo con el de su propia vida.
Por consiguiente, se puede destacar varios paralelos entre la novela intercalada y el Guzmán de Alfarache.
Un motivo que aparece en ambas historias es el de la captura. Tanto como Daraja está capturada en la Reconquista por los cristianos, también Guzmán resulta cautivero al final del libro y está condenado a las galeras.
[...]
[1] Cf. Morell: La deformación picaresca, p. 102.
[2] Cf. McGrady: Heliodorus’ Influence on Mateo Alemán, p. 50.
[3] Cf. McGrady: Ozmín y Daraja, pp. 286-87.
[4] Cf. Ricapito: From Boccaccio to Mateo Alemán, p. 86.
- Quote paper
- Irina Tegethoff (Author), 2007, Las novelas intercaladas en el „Guzmán de Alfarache“ de Mateo Alemán, Munich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/92995
-
Upload your own papers! Earn money and win an iPhone X. -
Upload your own papers! Earn money and win an iPhone X. -
Upload your own papers! Earn money and win an iPhone X. -
Upload your own papers! Earn money and win an iPhone X. -
Upload your own papers! Earn money and win an iPhone X. -
Upload your own papers! Earn money and win an iPhone X.