La novela en el tranvía fue escrito por Benito Pérez Galdós en 1871 como
una de sus obras tempranas y no tan conocidas. La incluye el propio autor
dentro de las narraciones cortas que denomina “cuentos”. Fue publicada por
primera vez en La ilustración de Madrid, entre el 30 de noviembre y el 15 de
diciembre de 1871. Dice el crítico J. F. Montesinos: “Es curiosa la factura, ya
muy galdosiana, de esta obrita tal vez la mejor entre las primeras tentativas
del autor en el campo de la ficción libre”.
Se trata de la historia de una histeria en la que la realidad se contrapone con
la fantasía sin límites obvios y se establecen relaciones de sentido entre
situaciones y factores que no son relacionados en absoluto.
Tabla de contenidos
Introducción
El autor
Contenido
Estructura
El título
Los temas de La novela en el tranvía
Conclusión
Literatura
Introducción
La novela en el tranvía fue escrito por Benito Pérez Galdós en 1871 como una de sus obras tempranas y no tan conocidas. La incluye el propio autor dentro de las narraciones cortas que denomina “cuentos”. Fue publicada por primera vez en La ilustración de Madrid, entre el 30 de noviembre y el 15 de diciembre de 1871. Dice el crítico J. F. Montesinos: “Es curiosa la factura, ya muy galdosiana, de esta obrita tal vez la mejor entre las primeras tentativas del autor en el campo de la ficción libre”.[1]
Se trata de la historia de una histeria en la que la realidad se contrapone con la fantasía sin límites obvios y se establecen relaciones de sentido entre situaciones y factores que no son relacionados en absoluto.
El autor
Nació en 1843 en Las Palmas de Gran Canaria. Desde 1861 escribió relatos breves,en 1862 empezó a estudiar derecho en Madrid, aunque pronto preferió el periodismo. De sus inicios literarios son algunas publicaciones por entregas en revistas españolas – como la narración presente.
Benito Pérez Galdós pasa por uno de los representantes más importantes del Realismo en España.
Contenido
El narrador-protagonista cuenta retrospectivamente de un viaje en el tranvía, atravesando toda la ciudad de Madrid. El lector llega a saber como durante este viaje se construyó una historia entera y compacta en la cabeza del protagonista, compuesto de diferentes fragmentos que también marcan la estructura superficial del cuento.
En la primera parte, el protagonista se encuentra con un amigo suyo que le habla de una Condesa que injustamente fue acusada de engañar a su marido por la culpa de un antiguo mayordomo del Conde.
Después de que el amigo ha bajado, el protagonista ve en un pedazo del folletín de un periódico la continuación de la historia de la Condesa. Lee como el mayordomo amenaza a la inocente mujer y como planea ponerle una trampa a ella.
No puede leer más porque el folletín está roto. En la parte siguiente del cuento mira el interior del coche y cree ver el mayordomo de la historia. Le parece que aquello esté invitando a un caballero a la casa de la Condesa con una letra imitada.
En la cuarta parte del cuento el protagonista se duerme y la historia se desarolla en sus sueños: el Conde encuentre a su mujer y ese caballero en su casa y la situación culmina.
Otra vez despierto, en la quinta parte se imagina que ve a ese caballero, contando a alguien lo que pasó en la casa de la Condesa: el Conde le amenazó con matarle a su mujer con un puñal.
En la sexta parte del cuento, entra una mujer con un perro, en que el protagonista ve el perro de la Condesa. Enterándose de que la dueña del perro ha muerto asume que la Condesa fue asesinato por su marido. No se da cuenta de que no hablan de la misma cosa. En lo sucesivo entran tres pasajeros hablando de la muerte se una perra. Pero el protagonista está tan convencido de que se trate de la Condesa que no cree en lo de la perra.
Algo similar pasa de nuevo al comienzo de la septima parte. En continuación cree ver al mayordomo por la ventana, sale del coche y le persigue.
Se comprueba que todo lo que pasa durante ese viaje sólo es una construcción de la imaginación del protagonista y que aquello entonces había perdido el sentido de la realidad, pero ahora, contando lo que pasó, lo ha recuperado.
Estructura
El cuento está dividido superficialmente en siete partes. Como ya hemos visto antes, en cada parte se desarolla un nuevo fragmento de la novela intercalada, es decir la historia de la Condesa.
En cuanto a la estructura profunda tenemos entonces tres partes muy entretejidas: en primer lugar tenemos la parte en la que el narrador-protagonista cuenta su historia al lector. Esta parte está marcada por ejemplo por el narrador dirigíendose directamente al lector: “Considera, lector, lo que...” (página 76)[2], por valoraciones como: “Como es de suponer, ...” (p. 104) o por menciones del proceso de escribir la historia: “...la vi tan clara como estoy viendo en este instante el papel en que escribo” (p. 88).
En segundo lugar hay la historia principal, en la que el protagonista va en el tranvía, se encuentra con su amigo, lee el periódico, sueña y se imagina determinadas cosas, habla con otras personas, sale del tranvía, persigue a ese desconocido hombre etc. Lo que hacen y dicen otras personas, por ejemplo la inglesa del asiento al lado o aquellos que relaciona el protagonista (injustamente) con su historia imaginada, también pertenece a la segunda parte, la historia principal.
El trayecto del tranvía funcciona como marco que da una estructura a la narración. El personaje que viaje en este tranvía también es el narrador, que nos introduce al principio en el espacio y nos presenta a dos personajes (Dionisio Cascajares de la Vallina y la Inglesa) y un objeto, que todos juegan un papel importante a lo largo de la historia. Funccionan como iniciadores y impulsos para continuar la historia de la Condesa. Entonces se puede decir que la narración marco no tiene otra funcción que estimular la historia de la Condesa, es decir, la historia intercalada.
Por último, la historia intercalada de la Condesa forma la tercera parte, independiente de la manera en la que se desarolla. Todo lo que se compone en la cabeza del protagonista - lo que cuenta su amigo, lo que lee en el folletín, lo que sueña y lo que se imagina – a ser una historia entera y coherente forma entonces esa tercera parte.
Mientras en la narración marco no existe ninguna acción importante por su misma y solamente sirve para enmarcar la historia secundaria, ésta es muy dependiente de aquella. Es decir: La historia intercalada nesecita los sucesos del marco (las personas que entran en y bajan del coche, el paquete de libros que caye en el suelo, la inglesa que se queja etc.) para que el narrador-protagonista pueda unir todas las pequeñas partes a una historia lógica, coherente y continua.
[...]
[1] José Francisco Montesinos: Galdós en busca de la novela.
[2] En las indicaciones de páginas me refiere siempre a “La novela en el tranvía” en: Benito Pérez Galdós: Cuentos Fantásticos. Madrid: Cátedra. 1997, p. 71-104.
- Citation du texte
- M.A. Anna Füller (Auteur), 2006, Interpretación de "La novela en el tranvía" de Benito Pérez Galdós, Munich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/84445
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