El propósito fundamental de la presente indagación documental, está centrado en un análisis crítico-reflexivo y valorativo sobre el proceso de globalización dado en América Latina a través del tiempo, entre otros factores por la incursión profusa de visitantes con diversidad de objetivos, circunstancia que ha tenido como efecto una evidente expansión social y significativas situaciones de exclusión y conquista. Paralelamente en el análisis, se tiene en cuenta algunos factores sociales, políticos, económicos, culturales y religiosos involucrados en la evolución, desarrollo y calidad del proceso educativo.
PROCESO DE GLOBALIZACIÓN PRECOLOMBINO EN AMÉRICA LATINA
Dr. JAIRO J. SIMONOVIS ROJAS (PD)
Dra. LIGIA CONTRERAS DE SIMONOVIS (PD)
RESUMEN
El propósito fundamental de la presente indagación documental, está centrado en un análisis crítico-reflexivo y valorativo sobre el proceso de globalización dado en América Latina a través del tiempo, entre otros factores por la incursión profusa de visitantes con diversidad de objetivos, circunstancia que ha tenido como efecto una evidente expansión social y significativas situaciones de exclusión y conquista. Paralelamente en el análisis, se tiene en cuenta algunos factores sociales, políticos, económicos, culturales y religiosos involucrados en la evolución, desarrollo y calidad del proceso educativo. Descriptores: Globalización, Sociedad, Educación.
ABSTRACT
The main objective of this documentary research is based on a critical-reflexive and valorative analysis of the globalization process in Latin America, caused, among other factors, by the profuse incursion of visitors with a wide diversity of objectives; circumstance which has resulted in an evident social expansion and significative situations of exclusion and conquest. Likewise, the analysis takes into account social, political, economic, cultural, and religious factors involved in the evolution, development, and quality of the educational process. KEY WORDS: Globalization, Society, Education.
INTRODUCCIÓN
El proceso de globalización para muchos investigadores dio inicio en 1492 con la conquista y colonización de América por parte de los europeos, sin embargo, es posible considerar que se inicia mucho antes, es decir desde el mismo momento en que el hombre comienza a expandir su dominio mediante la conquista de pueblos y naciones en donde ya imponía tributos que pagar, al igual que su cultura y su régimen de gobierno. Tal conducta le permitió adquirir poder, riqueza y gloria desarrolladas en escenarios con características propias de la época.
La globalización no es solo un proceso económico que busca la integración a nivel mundial de las economías nacionales en un mercado capitalista único, como tampoco está enmarcada exclusivamente por los principios del neoliberalismo auspiciados por organizaciones internacionales tales como la OMC, FMI y BM, aquella también es social, cultural, política, tecnológica y logra además abarcar el conocimiento. En tal sentido, el presente trabajo considera algunos aspectos relevantes sobre la manera como se fue dando dicho proceso.
SOBRE EL ORIGEN DE AMÉRICA LATINA
La historia del continente Americano es tan interesante, compleja, exótica, sensual, y hermosa como una mujer, existe sobre su origen diferentes teorías, una de ellas la que nos habla de su existencia como consecuencia de su separación del continente Africano. En 1920 Francis Bacon surgiere la idea del alejamiento de América del Sur y África haciendo referencia a la similitud de la Costa Atlántica de ambos Continentes.
Anterior a esta teoría, en 1910 F.B. Taylor ya habría publicado un trabajo sobre lo que hoy se denomina “deriva continental”, en aquél supone la formación de grandes grietas después de la contracción producida por el enfriamiento de la tierra, lo que le hizo suponer un desplazamiento de la corteza terrestre desde el norte hacia la periferia asiática.
LA COLONIZACIÓN
Los Mongoles.
Desde 1900 se ha planteando que los primeros pobladores llegaron al continente cruzando el estrecho de Bering que separa a Alaska de Siberia en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), por la parte correspondiente a Asia, cuando aquel se encontraba congelado como consecuencia de las glaciaciones y posiblemente motivados por la obtención de alimento mediante actividades de cacería, de aquellos animales que emigran a otros lugares debido a los cambios climáticos de la región. Se dice que los cazadores pertenecían a la cultura Clovis proveniente de Siberia y considerada por algunos antropólogos la cultura indígena más antigua, quienes al parecer se vinieron siguiendo animales desde Alaska y desde donde fueron bajando, pasando por el Norte, Centro hasta llegar al Sur de América, pero se ignora si la colonización se realizó bajando por la Costa Pacífica, dada la facilidad de conseguir por esta ruta alimento, o si fue por el interior. También se maneja la opción de que pudo haberse realizado simultáneamente de las dos formas.
El inicio del recorrido en el Continente Americano se ubica aproximadamente 16.000 años A.C. y trae como consecuencia el desarrollo de diferentes culturas prehispánicas, nómadas, semi nómadas, colectores, cazadores, agricultores y guerreros, que fueron conformando pueblos, ciudades e imperios. En nuestro continente encontramos indicios tales como petroglíficos, pinturas rupestres, puntas de flechas y de lanzas, instrumentos de piedra y utensilios de barro, entre otros. Entre los yacimientos arqueológicos descubiertos más recientemente tenemos el Pedra Furada de Brasil en 1973 y posteriormente Monte Verde en Chile en 1976 el cual fue considerado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2004, por ser éste uno de los más importantes hallazgos que evidencian la presencia humana en el hemisferio occidental de la tierra y reconocido por la mayor parte de la comunidad científica como el sitio más antiguo habitado por seres humanos de América.
Los Polineses.
Otra teoría nos dice que habitantes de la Polinesia considerados grandes exploradores, nos habitaron al llegar por el Pacífico aprovechando sus excelentes técnicas de navegación; esto explica los rasgos y la cultura de algunos pobladores que habitan en la zona. Ahora bien, entre los hallazgos para confirmar esta teoría se tiene por ej: a la caracola -un instrumento musical marino- a la cual se le llama Putoto en la lengua de los Maorís, habitantes de La Polinesia en Nueva Zelanda, mientras que en la lengua Quechua de Perú y Ecuador son llamados Pututu.
Así mismo, el reciente descubrimiento de un hueso de pollo hallado en Monte Verde -yacimiento arqueológico en Chile-, demostró por la técnica de datación mediante radiocarbono que el ave data entre los años 1321 y 1407, mientras que el análisis genético demuestra que su ADN es similar al ADN de los pollos originarios de Polinesia y distinto al de los pollos procedentes de Europa. Los resultados de esta investigación, fueron dirigidos por un equipo de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) y están publicados en la edición electrónica (junio 2007) de la revist Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Como es conocido los polineses eran navegantes consumados que exploraron todo el Pacífico desde Tonga y Samoa hasta Hawai, la isla de Pascua y Nueva Zelanda, de ahí que no es nada raro que en su expansión llegaran hasta las costas americanas. Esto explica por qué cuando Manuel Pizarro llegó a Perú en 1532, se encontró con que el pollo ya formaba parte de la cultura y las ceremonias religiosas de los incas; si se tiene en cuenta que los pollos no son originarios de América, tenían que haber sido traídos de Europa o Asia dado que los cuarenta años que habían transcurrido desde la llegada de Colón, no era tiempo suficiente para que esta ave hubiera ocupado un lugar tan importante en los rituales ceremoniales de los incas.
Los Chinos.
Existe la teoría del arqueólogo alemán Uhle M. (1896), quién mediante estudios comparativos establece la existencia de ceremonias similares entre la cultura de los aztecas y los chinos y señala entre otras expresiones la del significado de sus calendarios, se encuentra que estas culturas usaban exactamente los mismos complejos cálculos sobre la ocurrencia de eclipses lunares y solares. Éste investigador igualmente afirma que los chinos llegaron primero a México y de allí pasaron a Perú, esta situación explicaría que el pollo pudo haber sido traído por los chinos que eran excelentes navegantes puesto que la China fue una potencia marítima durante siglos. Se sabe que desde el punto de vista de la ingeniería naval, los barcos chinos del siglo III A.C. podían llegar muy bien a América. Igualmente, Needham J.(1971) reputado autor de Science and Civilisatión in China, afirma que entre 1100 y 1450 la flota oceánica china fue sin duda la mayor del mundo.
Por otra parte, el origen de estos viajes para algunos investigadores al parecer se inicia con la dinastía Han, en el año 219 A.C, cuando el emperador Shih-Huang-Ti envió una expedición de jóvenes de ambos sexos a un país lejano al este, llamado Fu-Sang quienes se quedaron a vivir allí; mientras que para otros el origen de estos viajes se ubican en el año 458 de la era cristiana, en el cual venía un monje budista llamado Hui-Seng (quien aparece en la historia indistintamente llamado Hwui-Shin, Hoei-Shin, Huisen, Hui-Shen, Hoei-Shin o Hwiui-Shan) nacido en Afganistán de unos 23 o 24 años de edad y quien salió de la costa norte de China, rumbo a Fu-Sang, aprovechando la corriente cálida ecuatorial pacifica. Este monje llegó hasta Japón y posteriormente a las Islas Buriles, Aleutianas y regresó a China en el año 499, es decir después de 41 años (Hennig, R. 1956). El budista en mención relató su viaje diciendo haber estado en un país exótico donde escribían en corteza de árbol, sobre sus animales, costumbres, habitantes, casas, vegetación, etc., y explicó que Fu-Sang se encontraba situada en la costa oriental del mar oriental, es decir, en la costa americana del Océano Pacifico. Por otra parte, en la enciclopedia China San-ts`ai t`u-hui según los historiadores, curiosamente se puede observar el dibujo de un hombre de Fu-Sang ordeñando una llama. Del mismo modo, se han encontrado restos de naufragios de barcos chinos en las costas de Quiver (sur de Alaska) y anclas redondas de piedra en el fondo marino de Palos Verdes, al sur de los Ángeles-California; donde se observa que el manganeso depositado sobre ellas indica que tienen entre 500 y 1000 años de inmersión, asegura Needham que en América no se uso jamás ese tipo de piedra como anclas.
Otros detalles interesantes que se destacan es la similitud entre las palabras de la lengua china antigua y el dialecto maya mediante el estudio de sus jeroglíficos, evidencia que es sumada al reconocimiento del estilo chino en la artesanía maya como se observa en piezas encontradas en Campeche, las cuales son muy similares a las artesanías de la Dinastia Tang. De otra parte, una leyenda maya nos habla de unos antepasados migratorios que llegaron a Yucatán por el mar del Oeste.
En Perú se han localizado 89 nombres que tienen significado en chino, al igual que nombres geográficos peruanos que tienen su equivalente en china. En el estudio de 104 momias, de unos 1.200 o 1.500 años de antigüedad -encontradas en Atacama al norte de Chile-, se obtuvieron muestras de ADN de la medula ósea y se encontró el virus tipo HTLV-1, el cual corresponde al de la leucemia asiática, que se encuentra en la región de Kyushu en Japón y también en los aborígenes de Australia. Según Tajima Kazuo (1994), la cual hizo presencia en América mucho antes a la llegada de los españoles. Actualmente, se ha encontrado anticuerpos en muestras tomadas a indios mapuches chilenos, contemporáneos.
Contrario a estos supuestos, Gavin Menzies (2006) ex comandante de la marina británica, ha generado gran polémica al relatar en su libro “1421:The year China discovered América” ( EL año en que la China descubrió a América) que el almirante musulmán chino nacido en 1371, Zheng He - que en chino quiere decir “eunuco”- de la provincia de Yunán al servicio del emperador Zhu Di, salió el 8 de marzo de 1421 de la China con 30.000 hombres a bordo de una flota de 300 barcos hacia el continente americano con el propósito de expandir la influencia de la poderosa dinastía Ming de China. Estos significa que barcos visitaron la costa americana setenta años antes que Colón, descubrieron a Australia 350 años antes que Cook y circunnavegaron el globo cien años antes que Magallanes, a su regreso en 1423, se encontraron con que el emperador Zhu Di había sido derrotado, y estos exploradores fueron aislados y su expedición pasó al olvido.
Un mapa que se expuso en Beijing y Londres refuerza esta teoría sobre el viaje del almirante chino Zheng He. En el documento cartográfico, que muestra a América completa, se distinguen también África, Australia pero no aparecen las Islas Británicas. El documento cartográfico, indica que es una reproducción elaborada en 1763 de un mapa que se remonta a 1418. Caracteres chinos escritos a un lado del mapa especifican que fue elaborado por Mo Yi Tong quien a su vez, utilizó como modelo otro documento realizado en el año 16 del emperador Yongle, es decir en 1418. El coleccionista quien adquirió esta antigüedad por 500 dólares en Shangai se dio cuenta de la importancia de éste al tomar conocimiento del libro “1421: el año en que los chinos descubrieron al mundo” de Gavin Menzies.
Los historiadores aceptan que a inicios del siglo XV zarparon cientos de barcos a cargo del almirante musulmán y eunuco Zheng He y que éstos llegaron hasta el Africa. Sin embargo, Menzies cree que llegaron mucho más allá y que incluso circunnavegaron todos los continentes, incluyendo la Antártica.
Los escépticos creen que éste puede ser otro fraude. Si lo expertos en Nueva Zelanda e Inglaterra revelaron que sí fue hecho hace 243 años aún queda la duda si Mo Yi Tong copió fielmente el mapamundi de 1418 o le actualizó significativos cambios. En todo caso, que un mapa de 1763 muestre a Australia, Nueva Zelanda, Antártica y Alaska, antes que los blancos les hubiesen visitado, obligaría a una revisión de la historia.
Los Vikingos.
Actualmente está fuera de toda duda que efectivamente los vikingos llegaron a América y establecieron asentamientos en las islas de Groenlandia y Terranova, está última, ubicada en la Costa Atlántica de Canadá. También se afirma que se ha encontrado la prueba del asentamiento hallado de una colonia vikinga en L´Anse-aux-Meadows el cual fue declarado Patrimonio de la Humanidad (Clemente, J. 2008).
Gwyn, J. 1992, nos dice que los vikingos de Islandia llegaron en el año 982, liderizados por Erik el Rojo, quien había sido desterrado de Islandia, razón por la cual emprendió un viaje de exploración hacia una tierra mencionada por marinos y poetas. En su drakar recorrió hacia el oeste unos 320 kilómetros hasta encontrar la costa de Groenlandia, cuatro años más tarde, Erik el Rojo con 400 personas fundó dos colonias en la Costa Oeste las cuales llegaron a tener entre 1.400 y 5.000 colonos, y al menos 400 granjas, que han sido identificadas por los arqueólogos.
Los vikingos iniciaron la exploración al oeste de Groenlandia a los pocos años de establecer los asentamientos en la isla Bjarni Herjólfsson, un mercader que navegaba entre Islandia y Groenlandia, el cual perdió el rumbo y llegó a un territorio mucho más al oeste. Herjólfsson describió el territorio a Leif Eriksson (hijo del noruego Erik el Rojo), quien exploró y fundó un pequeño asentamiento, llamado Leifbundir (Terranova) de los cuales se dice que no prosperaron y fueron abandonados pocos años después.
Los Fenicios.
Según la Biblia –antiguo testamento Libro de los Reyes- Salomón le pidió al Rey Irma de Tiro que le mandara carpinteros para construir una flota sobre el Mar Rojo, así como marinos para llevar esta flota hasta el país del Ofir. Un país que se halla muy lejos de allí, en el sudeste. El viaje sale de un puerto del Mar Rojo y dura tres años, entre ida y regreso (972-939 A.C.). Los productos de Ofir son: oro, madera preciosa, especies, incienso, entre otros, igualmente de allí traen esclavos.
Un hallazgo interesante es el del brasileño Silva Ramos B. (1930), quien ha recorrido la selva amazónica durante más de veinte años buscando, fotografiando y copiando 2.800 inscripciones rupestres, reconocidas la mayor parte de ellas, como fenicias y las otras como griegas.
A falta de pruebas documentales que demuestren el descubrimiento del continente Americano por los fenicios, existe un nutrido corpus de inscripciones repartidas por el continente parecieran acudir en defensa de esta teoría. Entre las sudamericanas se tiene la del monte Gávea, cerca de Rio de Janeiro, descubierta en 1836 la cual está conformada por un monumental conjunto de signos tan desgastados que cualquier inexperto los puede tomar como signos caprichosos trazados por algún antiguo y ocioso visitante.
Pero la más famosa inscripción fenicia es la conocida Piedra de Paraíba, hallada en una plantación de Pousso Alto-Brasil en 1872 y reiteradamente estudiada, presenta caracteres fenicios, hebreos y también egipcios. Otro dato importante es el hallazgo ubicado en la costa de Perú por Ibarra Grasso D. (1986), como lo es el Templo de Sechim, en el Valle de Casma y quien ha identificado dos naves fenicias en las estelas centrales del mencionado templo, así como otros monolitos de la zona que representan una gran nave oceánica y un sextante por el arqueólogo Tello J.(1956).
Los Egipcios .
Según nos relata el investigador Rivera, A, (1976) el faraón Ptolomeo III Evergetes (246-222 A.C.) fue pionero en organizar grandes expediciones más allá de sus fronteras, para lograr su objetivos contrató los servicios de los mejores navegantes griegos, entre ellos Aristo quien realizó la expedición desde la Costa Oriental hasta el Océano Indico entre los años 278 y 277 A.C., otros importantes navegantes que trabajaron para el faraón fueron Simmias y Pitágoras; muchas de las islas descubiertas fueron bautizadas con nombres griegos como Peitolao, Pitangelo, Leos y Licas.
Relata Rivera que el método empleado para la realizar esos viajes tan largos con embarcaciones de papiro, era seguir las corrientes naturales del Océano Indico y se podría llegar hasta la Isla de Pascua ubicada en el extremo oriental del océano, allí se puede observar en los moais, -esculturas gigantescas- que sus rasgos presentan la barba típica de los dioses egipcios.
Otro investigador que nos habla de esta posibilidad es Jaikazb K. A. (1992), quien propone más de un centenar de similitudes entre la cultura egipcia faraónica y las culturas prehispánicas; su campo de estudio es muy amplio, abarca pintura, escultura, arquitectura y en religión por ejemplo la similitud entre los dioses egipcio Osiris y el inca Viracocha.
Existe un escrito en el relieve del pórtico sudeste del templo Deir-el-Bahari, mandado a edificar en Tebas por la reina Hachepsut (llamada también Hatshepput, Hatcheposut, Hatasu 1501-1482 A.C) en honor de Amon-Ra, en donde se relata los viajes a la Tierra de Punt, región del Puno en los bordes del lago Titicaca en territorio peruano.
Los egiptólogos no están de acuerdo sobre la localización de la Tierra de Punt y existen propuestas que consideran desde Eritrea, Somalia y la India, pero estos lugares se encuentran bastante cerca entre sí, para que el viaje hubiera durado tres años entre ida y regreso, como se establece en los documentos Egipcios. Según el investigador Gallez P. (1990), piensa que es América, porque se ha encontrado una momia egipcia perfumada con trazas de nicotina y cocaína, dos productos típicamente americanos.
Es importante recordar, que tanto la tierra Ofir de los fenicios, como la Tierra Punt de los egipcios, queda a tres años entre ida y regreso y los productos que traen son los mismos: oro, madera preciosa, especies, incienso, entre otros, igualmente de allí traen esclavos. Se podría pensar que es la misma tierra, además si tenemos en cuenta que los egipcios contrataron a marinos fenicios.
De otra parte, Heyerdahl T. (2002) en su expedición en botes denominados “RA” (1969), demostró que los egipcios tenían tecnología suficiente para llegar a América, a bordo de sus embarcaciones de papiro, mucho antes que Cristóbal Colón.
En el Museo Nacional de Turquía en Estambul, se halla un mapa fechado en 1513 el cual perteneció al marino y cartógrafo turco Piri Reis; en él muestra a Gran Bretaña, España, África Occidental, porciones de Norte América, la mitad oriental de Suramérica y en la parte inferior, la línea costera de la Antártida. Entre otros detalles, se observa el cauce de los ríos Orinoco que nace y atraviesa a Venezuela, el Paraná que nace en Brasil, limitando sus fronteras con Argentina y Paraguay y de otros que en aquella época no habían sido explorados. Igualmente el mapa muestra la Antártida que fue oficialmente descubierta en el siglo XIX, e indica distancias señaladas que son exactas a las que se pudieron establecer con exactitud solo hasta el siglo XVIII.
Según relató el propio Piri Reis, en una batalla contra los españoles en 1501, él y su tío Kemal capturaron a un marino que había navegado con Colón, el cual portaba unos extraños planos utilizados por el genovés en sus viajes. El origen de estos mapas se remonta a Grecia, según relató el marino en cuestión y fueron según él, tomados de un libro de tiempos de Alejandro Magno (356-323 A.C) y que al ser leídos por Colón, le proporcionó la información para descubrir las Antillas.
¿Cómo llegan esos mapas a manos de Cristóbal Colón?, recordemos que el genovés vivió en el convento de la Orden de Calatrava y en el convento de la Orden de Cristo, donde para la época se encontraban las cartas marítimas más completas del mundo. ¿Cómo llegan esas cartas marinas a esos conventos? Se debe recordar que cuando los Templarios fueron perseguidos tras la disolución de su Orden del Temple, muchos de ellos de origen español ingresaron a otras órdenes religiosas, como las de Calatrava y la de Cristo.
Los Musulmanes
Recordemos que Piri Reis fue marino y cartógrafo turco otomano nacido en Gallipoli actual Turquía en el año 1465 y decapitado en Egipto en el año 1554; los musulmanes fueron grandes comerciantes, marinos y exploradores cuyos viajes les otorgaron un bagaje de conocimientos geográficos y científicos. Según Álvarez de Toledo L. (2000), duquesa de Medina Sidonia, cuyo palacio contiene lo que es considerado como el mayor archivo privado de documentos históricos de España y del mundo, relata en su libro que desde los fenicios se comercializaba con América y en tiempos más remotos a finales del siglo IX los musulmanes andaluces comercializaban frecuentemente en las costas de lo que es hoy Brasil, Venezuela y las Antillas Menores, aseveraciones sustentadas en documentos reveladores del archivo que ella custodia, el cual consta de más de cuatro millones de documentos, que relatan la historia del Al-Ándalus y la presencia islámica en América antes de la llegada de Cristóbal Colón.
Dichos documentos escritos en árabe de la época, datan desde el año 1128 hasta el siglo XII y constituyen el legado de su familia, una de las más antiguas de España y a la cual se le otorgara en 1297 en Señorío la Villa de Sanlúcar en manos de Guzmán el Bueno, un antepasado directo de la duquesa Alvarez de Toledo para quien dichos antepasados debieron conocer a América por esas fechas. Según ella, es descendiente de una familia musulmana marroquí: los Othmán, quien cuenta entre sus antepasados con Generales del ejército, Almirantes de la marina española, Gobernadores de Al-Ándalus, razón por la cual los documentos que gozan de gran importancia, están en su posesión.
En su obra África Versus América. La fuerza del Paradigma, citada por el cordobés Mansur Escudero, afirma que los musulmanes andalusíes viajaban a América tres siglos antes que Colón. Igualmente la tesis de la duquesa considera que ha habido una confusión histórica entre los 16 grados Norte y los 16 grados Sur considerados en conjunto como África para la geografía clásica, usada por los árabes y buena parte de Europa, hasta el siglo XVII, pero lo que los antiguos tomaban por África, según la tesis de la duquesa era en verdad América. Los continentes eran segmentos de la esfera delimitados por paralelos, esos paralelos donde todo era considerado África, antes de que los Reyes Católicos y el Papa Alejandro VI aragonés de origen, hicieran el montaje del descubrimiento para quitarse del medio a los portugueses y dar validez legal al comercio que se hacía desde antaño.
La Duquesa cita entre los múltiples documentos que posee, uno legado del año 1463, en el que el Rey Enrique IV habla del descubrimiento de ciertas tierras y pesquerías que abarcan desde el Cabo de Aguer hasta el Cabo de Bojador, situados al sur de Marruecos. Comenta además que esas tierras ya eran conocidas para la fecha y allí no había la riqueza descrita como quintos de moros, arriendos de pastos y mucha pesquería, que hace más de 5.000 años por esas tierras lo que se encuentra no es más que unos pequeños arroyos
Otros elementos en que apoya su tesis la duquesa es la presencia en Europa de productos americanos mucho antes del año 1492, para lo cual cita las crónicas de Alonso de Palencia, quien hace una acerca del Rey Enrique IV y en ella se refiere a las cabalgatas del soberano en el año 1456, donde expresa que “los cristianos iban dos veces a quemar las mieses de Granada, en junio y julio los panes, y en septiembre el panizo”. El panizo es, según la duquesa el maíz, que en la versión latina es panizo y en la española maíz. Del caucho, afirma que de esa planta se habla en documento fechados en el año1491, antes del descubrimiento. Así mismo reseña que en el año 1475, la reina católica mando a la mina de “Oro de Guinea” en busca de esclavos, oro y manegueta; aclara la duquesa que manegueta es como se llama el pimiento en portugués, concretamente el pimiento chile.
Por otra parte, destaca que Carlos V ordenó destruir en el año1536 todos los mapas y cartas de mares con la excusa de actualizarlos, salvándose sólo el mapa de Juan de la Cosa del año 1500, en este mapa se ven los perfiles del Golfo de México y la Península de La Florida aún no descubierta. De esta limpieza señala que se encargó al oidor Juan Suárez de Carvajal quien conformó equipo para dicha actualización con astrónomos, cosmógrafos y geógrafos eminentes para llenar el vacío.
Así mismo, en su tesis la duquesa afirma que el Islam estaba en América desde el siglo XII, y el proyecto de Colón no fue más que la continuación de un movimiento que se inicio con Alfonso X el Sabio para conseguir el control de las minas de oro americanas, quedándose con la fuerza moral que le daba el descubrimiento y evitar la competencia de los portugueses, musulmanes, ingleses y holandeses, entre otros. Las relaciones de tipo comercial que habían existido hasta entonces entre todos los continentes habitados, se vieron profundamente afectadas por la política de conquista que llevaron a cabo los Reyes Católicos y las otras monarquías europeas y sus sucesores legitimados por la Iglesia, en un recién descubierto Nuevo Mundo, que no era nuevo sino en los intereses de los conquistadores.
Luisa Isabel Álvarez de Toledo ha investigado un tema tabú por sus implicaciones históricas y políticas. La existencia de reinos en la otra orilla atlántica —en los lugares de “allen mar”, como aparecen nombrados en la documentación analizada— provoca un giro copérnicano en la visión tradicional de las relaciones entre Europa y América propiciada por los historiadores afectos a los sucesivos imperios y consensos. ¿Quiénes eran aquellos comerciantes que cruzaban el Atlántico sin mayor problema?. Tal vez los mismos que guiaron a Cristóbal Colón en sus viajes a “allen mar”, pescadores y marineros de Palos y de otros puertos andaluces, navegantes de Portugal y del Magreb que conocían a “Guinea del Oro” que no estaba precisamente en África sino en los territorios del centro y sur de América.
Se podría pensar que esos reinos en la otra orilla atlántica en los lugares de “allen mar” es el mismo país lejano de Ofir de los fenicios, o la Tierra Punt de los egipcios, de donde traen los mismos productos: oro, madera preciosa y especies, entre otros e igualmente esclavos. Además, si tenemos en cuenta que tanto los fenicios como los egipcios tenían relaciones, comerciales y estuvieron bajo el dominio del Imperio Otomano, el cual tuvo su máximo esplendor entre los siglos XVI al XVII con su expansión por tres continentes y el control de una vasta parte del sudeste de Europa, el medio Oriente y norte de África, esta tesis debe ser considerada.
Los Templarios.
El artífice de la hipótesis que asegura que los templarios llegaron a América antes que Colón fue de Mahieu J.(1999) quien vivió en la Argentina y fundó el Instituto de Ciencia del Hombre de Buenos Aires. Para Mahieu, los templarios estaban capacitados para llegar a América gracias a la gran flota naval que poseían en el Mar Mediterráneo que rivalizaba con la veneciana y con la que habían logrado el monopolio de los transportes entre Europa y el Oriente Medio.
Tras la disolución y persecución de la orden del Temple, en el año 1312, muchos de sus miembros de origen español ingresaron en masa a la Orden de Calatrava y a la Orden de Cristo, esta última creada en Portugal para los templarios supervivientes, fue en estos conventos donde estuvo alojado el genovés y allí halló los elementos que le dieron la certeza en cuanto a la existencia de las Indias Occidentales.
Para el grupo Delphos, varios Templarios utilizaron la flota para huir con rumbo oeste, hacia las costas americanas, donde no podían ser alcanzados por el Papa Clemente V, ni por el Rey Felipe IV. En este orden de ideas, se comenta que los templarios llegaron al sur del Continente donde levantaron tres ciudades fortificadas: una en la costa del Chubut, otra en el Golfo San Matías y otra sobre el Pacífico, en la zona de Osorno, Chile. Asegura Fluguerto Martí, miembro del grupo Delphos que estas ciudades son las que en la mitología americana se conocen como las ciudades de los Césares, poblaciones a las que hacían referencia los indígenas, cuando los españoles llegaron a América. Posteriormente esas ciudades fueron abandonadas organizadamente por sus habitantes a la llegada de los españoles, razón por la cual no se sabe nada de ellos.
Recientemente un grupo de arqueólogos argentinos Delphos, halló en el Golfo de San Matías –Patagonia, Argentina-, en un lugar conocido como El Fuerte, un tótem de medio metro de altura y un enorme bloque de piedra tallado con una cruz cristiana, símbolo de la orden templaría y la que supuestamente tendría seiscientos años de antigüedad.
Fluguerto Martí llego al Fuerte por una carta geográfica realizada en 1865 por el francés Juan Antonio Víctor Martín de Moussy –quien había sido contratado por el gobierno de Justo José de Urquiza-, además de este mapa, existe otro realizado por ingleses y franceses, en donde figura la fortificación, lo que deja en claro que existió. En los planos españoles no figura el fortín y recordemos que casi todas las construcciones españolas necesitaban la autorización de la iglesia.
Entre los objetos hallados por el grupo Delphos, está un pequeño tótem, es el llamado árbol de la vida, porque representa los tres niveles de la existencia (espiritual, humano y demoníaco) el cual era uno de los símbolos más usado por los templarios.
Los Españoles.
Guanahani es el nombre de la Isla en la que desembarcó Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492, cuando llegó por primera vez a América, y a la que nombró como San Salvador. La Isla estaba habitada por el pueblo Lucayo o Taíno. Esta fecha, pensamos da inicio a la deuda externa de América si se tiene presente que el viaje fue costeado -según diversos investigadores-, con el financiamiento de comerciantes y prestamistas de la Reina Isabel la Católica, la cual empeño sus joyas para ayudar a Colón.
La razón por lo cual los conquistadores se apoderaron de América y de todo lo que estaba sobre y por debajo de ella -mediante el pillaje, la exterminación de los nativos, el robo de los metales preciosos, el saqueo de sus palacios y templos, la forzada esclavitud de millones de africanos-, al parecer es, porque supuestamente fueron ellos quienes la descubrieron, ¿es acaso que América no existía?. Otra razón supuestamente es la de que se hallaba deshabitada y no tenía cultura; entonces, ¿qué decir de las construcciones monumentales que a la fecha todavía existen como son entre muchas las de San Juan de Teotihuacan, Chichén Itzá y Oaxaca en México y la de Machu Picchu en Perú (considerada hoy como una de la Maravillas del Mundo)?, sin contar aquellas que fueron destruidas por los supuestos colonizadores con el objeto de construir sus palacios e iglesias, con las misma piedra residuo de su destrucción y algunas veces sobre ellas.
Si pudiera parecer sorprendente hasta aquí esta condensada historia, resultará más curioso tener en cuenta que hace miles de años, los griegos, egipcios y entre otras culturas, ya tenían conocimientos de la redondez de la Tierra, de la medida aproximada de su radio, de su distancia al Sol o a la Luna, al igual que los Aztecas, Mayas e Incas, ellos elaboraron calendarios solares y lunares, cartas astrales, motivo que obliga a pensar sobre las razones que en el siglo XV permitieron, si se quiere, un retroceso en el conocimiento, al sostener que la Tierra era plana y centro del universo, y hasta aseverar que si se adentrase lo suficiente en el Océano Atlántico, “se caería por el borde del mundo”. Actualmente sabemos que esas suposiciones eran equivocadas, reconocemos y queremos rescatar el conocimiento y la cultura antigua, debido a que gran parte del saber y la cultura legado de nuestros antepasados, se ha perdido en el devenir de los siglos.
CAMBIOS SOCIALES EN LATINOAMERICA
Con la llegada de los españoles se producen grandes cambios sociales en Latinoamérica, se comienzan a utilizar los conceptos de participación y de exclusión, expresados, no sólo en un contrapunto de oposición, sino de acuerdo con relaciones contradictorias derivadas de la falta de coherencia y articulación social entre las conformaciones históricas de las estructuras sociales y el papel de las ideologías, que fueron difundidas por élites políticas con el objetivo de crear, para las sociedades del Nuevo Mundo, bases cualitativamente distintas de las vigentes en el Antiguo Régimen Europeo.
América Latina ha sido una de las regiones del mundo donde el modelo de organización social colonial impuesto ha durado más, con una imbricación de poblaciones vencidas, de esclavos africanos y de minoría blanca dominante. A lo largo de tres siglos, ese modelo que combinaba exclusión, explotación y dominación, estableció un conjunto de referentes para las relaciones entre minorías y masas que se mantuvieron más allá del término formal del poder de los imperios español y lusitano, proyectándose hasta nuestros días. En algunos casos las instituciones en que se fundaba el modelo -como la esclavitud- perduraron en Brasil hasta 1888, estableciendo relaciones señoriales e internalización de la inferioridad racial, que aún persisten en la memoria colectiva.
En los países de fuerte base indígena, la desintegración económica subsiguiente al fin del ciclo de producción de metales preciosos, enquistó las formas de dominación en un tipo de relación hacienda-comunidad indígena que, en países como Bolivia, Ecuador y Perú, sobrevivió hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En otros países, como Chile, el largo ciclo de guerras contra los indígenas subsiste hasta finales del siglo XIX y establece mecanismos de dependencia personalizada, cuando no de fijación a la tierra, de una masa indígena o mestiza que es integrada a las relaciones de dependencia y exclusión las cuales, en el lenguaje corriente, se conocen por las de “patrón de fundo”.
En el modelo de estructura colonial, un elemento clave de la dominación consistió en asegurar la exclusión de las masas originarias de las poblaciones vencidas, de las poblaciones esclavas y del conjunto humano escasamente diferenciado que se puede calificar con el nombre de pueblo, apelando a criterios estamentales y culturales que hicieron congruente la exclusión social y económica. Por un lado, se construyó una compleja organización jurídica donde las condiciones raciales fueron clasificadas jerárquicamente en blancos, negros, indios, mestizos, mulatos, cuarterones, quinterones, cholos y tantas otras denominaciones con las que se trataba de encuadrar el proceso de mestización. A cada categoría correspondía un sistema de derechos que, con relación a la educación y la cultura, tuvieron estatus específicos. Los estatutos de la Universidad de San Jerónimo especificaban la no admisión de los negros, mulatos y cualquier género de esclavos, y en México se excluía a los negros, mulatos e indios de la posibilidad de ser maestros, en prevención de que alguno de ellos hubiera adquirido una educación incongruente con la ordenación estamental.
La exclusión se apoyaba asimismo en la necesidad de controlar políticamente la gran masa de los socialmente inferiores. Así, la "Real Orden del Virrey del Perú sobre el colegio de caciques e indios nobles de Lima" de 1785 advertía que el establecimiento de escuelas en los pueblos puede traer perniciosas consecuencias, y que los indios deben ser instruidos solamente en la doctrina cristiana, pues cualquier otra enseñanza es muy peligrosa; respecto a que desde la conquista parece que no ha habido revolución de estos naturales, que no proceda de alguno más instruido (Weinberg, 1986).
El carácter segmentario que define el modelo colonial tiene como una de sus manifestaciones más evidentes el desinterés por integrar a la población en el mismo patrón lingüístico. La no integración lingüística en modo alguno fue el resultado de un respeto a las identidades culturales de los grupos vencidos o esclavizados, sino que manifiesta la carencia de un proceso de unificación en la producción y circulación de los bienes económicos y culturales, y evidencia además, una estrategia de dominación que negaba la capacidad de hablar a vastos grupos sociales porque estaban excluidos de la lengua oficial, que por ser tal se impone a todos los habitantes como la única legítima y obligatoria en todas las acciones oficiales y de mercado. Aun en los países donde las influencias de las lenguas africanas e indígenas fueron muy limitadas -o tempranamente eliminadas como consecuencia de la evangelización-, se constituyó a lo largo de la historia rural -que fue la historia de América Latina hasta avanzado el siglo pasado- un lenguaje popular que se asentó como lengua legítima debido a la limitada comunicación entre el mundo rural y las islas urbanas.
Esas formas lingüísticas tuvieron vigencia y poder relativo mientras los hombres que las utilizaron, lograron ejercer una capacidad política y militar para enfrentar a los poderes centrales y urbanos, porque fueron subsumidas en la categoría de formas lingüísticas vulgares o coloquiales desde que el poder urbano y burgués estableció su dominio. Por eso, los intentos de construir la nación a partir de las formas culturales populares fueron sistemáticamente anulados, en beneficio de la construcción de un Estado que se consideraba como la representación de los grupos de poder material y cultural.
En el caso del Río de la Plata, la cultura rural tuvo una importante expresión oral, cuya primera manifestación en la época de la lucha de la independencia fue tal vez los Cielitos de Bartolomé Hidalgo, la que culminó con la obra de José Hernández, Martín Fierro, evocación literaria y nostálgica de la expresión cultural del grupo vencido. A diferencia de lo sucedido con la colonización anglosajona que al establecer colonias de poblamiento, crea ante todo escuelas primarias de tipo comunal o religioso, en América Latina las universidades fueron las instituciones más significativas del sistema educativo.
CONCLUSIONES
América ha sido un continente visitado, mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón, por países considerados desarrollados para su época, como los fenicios, egipcios, los vikingos, china y musulmanes entre otros, o lo que hoy llamaríamos potencias, con éstos se dio inicio a la que hoy llamamos globalización con intercambio comercial, cultural y biológico, lo cual incide en el mestizaje precolombino que se venía dando entre los primeros pobladores del Continente.
Con la llegada de los españoles comienza a gran escala el mestizaje Hispánico (español, nativo y negro), el cual no sólo es biológico sino además cultural; previamente a éste ya se había dado un mestizaje Precolombino entre los primeros pobladores que ya habían ocupado sucesivamente estas tierras, desde la prehistoria. De esta manera, a lo largo de la historia del continente Americano se han realizado mezclas generacionales entre Mayas, Toltecas y Aztecas, entre Caribes, Motilones, Chibchas y Taínos y muchas otras mezclas entre los pobladores que habitaron o visitaron los distintos lugares del hemisferio. El mestizaje ha seguido su continuidad y se caracteriza por el hecho de pertenecer a un tronco racial común, como es el mongólido americano. Esta circunstancia permite evidenciar una disminución relativa del valor político e ideológico del mestizaje biológico y, un aumento del valor del mestizaje cultural, si se tiene en cuenta que desde tiempos muy remotos como se ha reseñado, el continente ha sido visitado por una gama variopinta de expediciones conformada por mongoles, polineses, chinos, vikingos, fenicios, egipcios y europeos.
Es importante destacar que la historia ha sido también usada con fines políticos y religiosos - en el pasado se quemaron bibliotecas, documentos, templos, palacios, pueblos, los Romanos en Alejandría del viejo Egipto, en España en el reinado de Carlos V, en Europa en la época del medieval durante la inquisición, también en América lo vivieron los Aztecas, Mayas, Incas, entre otros pueblos, más recientemente, Mao Tse Tung en China, Lenin en Rusia, Hitler en Europa-, de ahí que se afirme que la historia depende de quien la escriba y generalmente quienes la escriben son los vencedores, pero ella misma irónicamente nos devela la verdad, y más en los tiempos que corren de globalización tecnológica, en donde al momento podemos enterarnos de lo que sucede en el lugar más remoto del globo terráqueo y en el espacio.
Un segundo momento del proceso de globalización es el relativo a la primera repartición del Mundo ocurrida en 1.493 cuando el Papa Alejandro VI, un Borgia Español, promulgó la bula Inter Caetera, por la cual reparte entre España y Portugal, las nuevas tierras descubiertas, la bula fue modificada posteriormente por las partes en 1.494 mediante el tratado de Tordesillo. Un Tercer momento, coincide con la segunda repartición del Mundo entre las potencias de la época, suceso ocurrido en 1.945 cuando termina la 2ª Guerra Mundial y representadas por Winston Churchill (Inglaterra), Franklin D.Roosevelt ( Estados Unidos) y José Stalín (Unión Soviética). Un cuarto momento, se inicia a finales del siglo pasado con la revolución tecnológica y del conocimiento; es el momento que estamos viviendo, y en donde se nos ha dividido en países que desarrollan conocimiento y tecnología y países dependientes de conocimientos y tecnología. Igualmente en este momento, se ha cambiado la concepción de países ricos, ahora ya no forman parte de esta categoría aquellos que poseen los más grandes yacimientos de petróleo, de gas, o minas de oro, diamantes, plata, esmeraldas, hierro, carbón, bauxita, etc., o por que tenga la mayor extensión de terreno, o invierten más en armas. Bajo la categoría de países ricos caben aquellos que inviertan más en educación, para obtener el recurso humano mejor capacitado, ejemplo de ello lo podemos encontrar en países Asiáticos y Europeos.
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EXTRACTO DE CURRÍCULUM VITAE.
Dr. SIMONOVIS ROJAS JAIRO J. (PD)
Profesor Venezolano jubilado con la categoría de Titular del Colegio Universitario de Los Teques “Cecilio Acosta” CULTCA hoy Universidad Politécnica Territorial de Los Altos Mirándonos “Cecilia Acosta”. Licenciado en Educación de la Universidad de Pamplona UP (Colombia), con estudios en Especialización y de Maestría en Psicología de la Universidad Simón Bolívar USB (Venezuela). Es Magíster en Currículo Mención Evaluación de la Universidad Bicentenaria de Aragua UBA (Venezuela), donde obtuvo los siguientes reconocimientos: Primer lugar de la Mención, Primer lugar de la Promoción y Tesis mención publicación. Es Doctor en Educación Mención Administración de la Universidad de Educación a Distancia de Panamá UNIEPA (Panamá), donde obtuvo el reconocimiento de Tesis con mención Publicación. Es Postdoctor egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador UPEL (Venezuela) en convenio con la Red de Investigadores en Educación de América y el Caribe (RIEAC). Algunos cargos desempeñados: Representante del Consejo Nacional de Universidades (CNU) en el Estado Trujillo, Miembro de la Comisión de la Dirección Sectorial de Educación Superior del Ministerio de Educación, Miembro del Consejo Académico, Coordinador de la Subcomisión de Currículo, Coordinador de Investigación, Coordinador de Pasantías Profesionales del Colegio Universitario de Los Teques “Cecilio Acosta”, Miembro de la Comisión de Currículo Regional, Coordinador de Planificación Curricular y Proyectos Académicos, Miembro del Comité Académico Doctoral de la Universidad Bicentenaria de Aragua, y Representante ante la Asamblea Nacional de Educador por la Universidad Santa María (USM). Actualmente es Presidente Fundador de la Red de Investigadores en Educación de América y El Caribe (RIEAC) www.rieac.com, es miembro del Consejo Latinoamericano de Educadores (CALA). Profesor de postgrado de diferentes universidades Venezolanas, asesor y jurado de trabajo de grado y tesis a nivel de pregrado y postgrado. Conferencista invitado en diversos Países de América Latina y El Caribe y es Director Editor de la Revista de Investigación RIEAC. Autor de diversos artículos publicados en revistas especializadas. Reconocimientos recibidos: Condecoración 27 de Junio en su Tercera Clase. Botón al Honor y al Mérito otorgado por el Vicerrectorado de Extensión de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), Botón de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo República Dominicana, Botón por 25 años de servicio otorgado por Colegio Universitario de Los Teques.
Dra. CONTRERAS DE SIMONOVIS LIGIA (PD)
Profesora Investigadora de postgrado de diferente universidades venezolanas, con Licenciatura en Educación y Licenciatura en Administración y Planificación de la Universidad de Pamplona-Colombia (UP), Maestría en Planificación de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez-Venezuela (UNESR) , Doctorado en Educación Mención Planificación de la Universidad de Educación a Distancia de Panamá (UNIEDPA) y Postdoctorado en Educación Latinoamericana de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) en convenio con la Red de Investigadores en Educación de América y el Caribe RIEAC. Algunos cargos desempeñados: Coordinadora de Asignatura pedagógicas en el área de Educación Especial, Coordinadora de Práctica Docentes de Psicopedagogía, Directora de la Unidad de Planificación, Desarrollo y Evaluación de la Universidad José María Vargas. Representante de la Universidad José María Vargas ante el Consejo Nacional de Universidades (CNU). Coordinadora de la Línea de Investigación "Raíces de la Identidad" del Centro de Investigación de Postgrado de la Universidad Bicentenaria de Aragua, actualmente es Coordinadora del Postdoctorado en Educación Latinoamericana que Administra la Red de Investigadores en Educación de América y El Caribe (RIEAC) www.rieac.com, de la cual es miembro fundadora, pertenece al Consejo Académico Latinoamericano (CALA), a participado como conferencista invitada en diversos países de América Latina y El Caribe, es autora de diversos artículos publicados en revistas especializadas. Es miembro del Consejo Editorial de la Revista de Investigación RIEAC. Reconocimientos recibidos: Botón al Honor y al Mérito otorgado por la Universidad José María Vargas. Botón al Honor y al Mérito otorgado por el Vicerrectorado de Extensión de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), Botón al Honor y al Mérito otorgado por los Alumnos del Colegio Universitario Cecilio Acosta. Botón de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo República Dominicana, madrina de promoción, entre otros.
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- Dr. Jairo J. Simonovis Rojas (Autor:in), Dra. Ligia Contreras De Simonovis (Autor:in), 2017, Proceso de Globalización Precolombino en América Latina, München, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/379376
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