En ST (Ser y Tiempo), la cuestión del ser y en particular la diferencia entre ser y ente, es desarrollada mediante un modelo de explicación que podemos llamar; el Modelo de la Comprensión Situada. Donde La importancia de nuestro trabajo se presenta al descubrir dicho Modelo, el cual se desarrolla dentro de Ser y Tiempo, sin embargo, este nos muestra las tensiones internas y límites en la articulación que nos presenta Heidegger. Finalmente al exponer de un modo claro el Mcs. y los limites internos que descubrí en la primera parte de ST. He querido fortalecer y aclarar el camino hacia futuras lecturas de esta compleja obra.
Dentro de los límites internos o problemas en la comprensión de ser y tiempo, que aclara el Modelo de la Comprensión situada consiste en que trata de manera confusa la relación entre:
A-La diferencia ontológica entre ser y ente
B-Ente (sentido general) y Ente intramundano
C-Ser y el modo de ser del Dasein
El modelo de la comprensión situada (en adelante Mcs) combina dos cuestiones: primero: cómo este Dasein que soy cada vez yo comprende el sentido de su propio ser dentro del mundo; segundo, cómo el mundo en tanto entramado de sentido y, en cuanto existencial, posibilita la comprensión de sí, de todo ente.
Para Heidegger la base fenoménica ya no es la percepción como lo era para Husserl. Heidegger pone como base de esta nueva fenomenología del Dasein la praxis. La experiencia de la praxis en cuanto comprensión de sí y de los otros entes en “situación” (contexto) a partir de una totalidad de sentido, la cual se da por la anticipación de la propia vida en su conjunto bajo la forma del proyecto vital, es decir, se comprende al propio ser bajo la forma de ser posible, donde comprender es abrir el horizonte de posibilidades prácticas dentro del mundo. Por lo cual la Praxis es el punto de unión entre el método fenomenológico y el modelo de la comprensión situada, lo cual nos ayuda en el proceso de aclarar las diferencias o tenciones internas de Ser y Tiempo
Índice
Resumen
INTRODUCCIÓN
Capítulo El Modelo de la comprensión situada (Mcs)
1.1- Relación entre el método fenomenológico y el Modelo de la comprensión situada en Heidegger
1.2. La aparición con sentido del ente dentro del mundo
1.2.1.- Aparecer del ente intramundano
1.2.2.- Sentido en dos niveles
b.- La forma general “mundo” determina, es decir, da forma a las diversas significaciones de los entes
1.3.- La aparición con sentido de sí mismo y los otros en el mundo
1.3.1.- Comprensión propia y comprensión impropia
Capítulo Alcances y límites del Modelo de la Comprensión Situada
2.1.- Diferencia ontológica
2.2.- La pregunta por el ser, la cuestión del sentido
2.3.- Ente (en general) y ente intramundano
2.4.- Ser en general y el modo de ser llamado Dasein
2.5.- Ser – en – el – mundo y otros modos de ser
Conclusión
Bibliografía
Resumen
En ST (Ser y Tiempo), la cuestión del ser y en particular la diferencia entre ser y ente, es desarrollada mediante un modelo de explicación que podemos llamar; el Modelo de la Comprensión Situada. Donde La importancia de nuestro trabajo se presenta al descubrir dicho Modelo, el cual se desarrolla dentro de Ser y Tiempo, sin embargo, este nos muestra las tensiones internas y límites en la articulación que nos presenta Heidegger. Finalmente al exponer de un modo claro el Mcs. y los limites internos que descubrí en la primera parte de ST. He querido fortalecer y aclarar el camino hacia futuras lecturas de esta compleja obra.
Dentro de los límites internos o problemas en la comprensión de ser y tiempo, que aclara el Modelo de la Comprensión situada consiste en que trata de manera confusa la relación entre:
A-La diferencia ontológica entre ser y ente
B-Ente (sentido general) y Ente intramundano
C-Ser y el modo de ser del Dasein
El modelo de la comprensión situada (en adelante Mcs) combina dos cuestiones: primero: cómo este Dasein que soy cada vez yo comprende el sentido de su propio ser dentro del mundo; segundo, cómo el mundo en tanto entramado de sentido y, en cuanto existencial, posibilita la comprensión de sí, de todo ente.
Para Heidegger la base fenoménica ya no es la percepción como lo era para Husserl. Heidegger pone como base de esta nueva fenomenología del Dasein la praxis. La experiencia de la praxis en cuanto comprensión de sí y de los otros entes en “situación” (contexto) a partir de una totalidad de sentido, la cual se da por la anticipación de la propia vida en su conjunto bajo la forma del proyecto vital, es decir, se comprende al propio ser bajo la forma de ser posible, donde comprender es abrir el horizonte de posibilidades prácticas dentro del mundo. Por lo cual la Praxis es el punto de unión entre el método fenomenológico y el modelo de la comprensión situada, lo cual nos ayuda en el proceso de aclarar las diferencias o tenciones internas de Ser y Tiempo
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo estudiaremos el pensamiento del filósofo Alemán Martin Heidegger, “desde esta perspectiva, se puede afirmar que el programa filosófico del joven Heidegger queda esencialmente determinado a partir de los primeros cursos de Friburgo. Nos referimos, en concreto, a las lecciones del semestre de posguerra de 1919 La idea de la filosofía y el problema de la concepción del mundo y las del semestre de verano de ese mismo año Fenomenología y filosofía transcendental de los valores, como también a los cursos del semestre de invierno de 1919/1920 Problemas fundamentales de la fenomenología y los del semestre de verano de 1920 . Asimismo dos escritos de la misma época, Observaciones a la «Psicología de las concepciones del mundo» de Karl Jaspers y el llamado Informe Natorp. Interpretaciones fenomenológicas de Aristóteles, permiten ilustrar y sustentar definitivamente una tesis de Introducción continuidad en el pensamiento de Heidegger, al menos hasta la aparición de Ser y tiempo, y romper así el hechizo de una obra sin historia previa y que parecía surgir de la nada. Según comenta el mismo Heidegger en una nota de su obra principal, «el autor debe advertir que desde el semestre de invierno de 1919-1920 ha dado a conocer reiteradamente en sus cursos el análisis del mundo circundante y, en general, la “hermenéutica de la facticidad” del ser-ahí»”[1].
Es así como en “Ser y Tiempo”, Heidegger sostiene que la pregunta por el sentido del ser es lo que conduce toda la investigación. Ahora bien, tal investigación se articula a través de una doctrina de la comprensión que cristaliza en lo que llamaremos “el Modelo de Comprensión Situada”. La intención de este trabajo es hacer explícito este modelo. Ello implica a su vez mostrar las tensiones internas y los límites en el desarrollo del mismo.
Intentaremos presentar de un modo explicito lo que antes mencionábamos. En este proceso daremos a conocer como Heidegger en su obra comprende los modos como nos relacionamos con las personas y cosas que comparecen en el mundo. Para ello intentaremos ir del trato cotidiano con los entes a las condiciones que lo permiten. Es así como nuestra tarea se encaminara en presentar, en el capítulo uno, el modelo de la comprensión situada, en cuanto a tres puntos fundamentales: primero, la relación que existe entre el método fenomenológico y el Mcs, segundo a que nos referimos cuando hablamos de la aparición con sentido del ente dentro del mundo y los diversos modos de aparecer del ente intramundano con sentido dentro del mundo, aclarando lo que se comprende por sentido y mundo en Heidegger y tercero nos referiremos directamente al modo de aparición con sentido del Dasein y los otros en el mundo, junto con lo cual intentaremos dejar en claro el cómo comprende el Dasein al ente intramundano. Ahora bien, para Heidegger la tarea, tiene como inicio y fin, aclarar la cuestión del ser, pues expone esto como su punto central a trabajar, de hecho no da espacio a explicar métodos o modelos, no en el modo que hasta ese entonces se hacía, para Heidegger el método Fenomenológico, es sin embargo, la vía para alcanzar lo que el determina como el ser del ente, o como dijera su maestro Husserl, una vía hacia las cosas mismas, y de este modo será el Dasein, el único ente capaz de comprenderse en sí mismo y preguntarse, es decir, se muestra con sentido, una auto comprensión de sí mismo, de su propio ser, por lo mismo, para Heidegger, el Dasein es el ente encargado de recorrer este camino hacia el descubrimiento del verdadero sentido del ser.
Para Heidegger, la Filosofía recae en el olvido del ser, más aun, se ha comprendido o confundido al ente con el ser (Filosofía tradicional), por lo mismo es necesario retomar en este punto la diferencia ontológica expuesta por Heidegger, la cual queda presentada claramente en su obra Ser y Tiempo.
Por otra parte, cuando hablamos de la diferencia ontológica, habrá que comprender o precisar en un comienzo, la interpretación del ser—ahí (Dasein), pero su honda finalidad es el problema del ser como tal: Heidegger supera, más aun, será la ontología el único camino de superación de la metafísica tradicional, ya que es la vuelta al ser (Sein) en cuanto fundamento, donde la finalidad de la ontología es la interpretación del ser – ahí, la cual es motivada solo por la aparición del ser. Por tanto, la Ontología fundamental viene a preguntar y qué sea la hermenéutica enfocada hacia la vida fáctica sea quien de un nuevo sentido al Dasein, donde la experiencia de la praxis, que significa una comprensión de sí y de los entes en situación, a partir de una totalidad de sentido (proyecto vital), logre dar con su propio ser, es lo que expondremos como el Modelo de la Comprensión Situada.
Lo que Heidegger realiza es una importante precisión, a propósito del “tipo” de ente (Dasein) al que nos estamos refiriendo, desde donde parte la diferencia entre ser y ente. Se explicita que de hecho, por ente entendemos todo aquello de lo que hablamos, lo que pensamos, aquello respecto de lo cual nos comportamos, lo que nosotros mismos somos y el modo como lo somos, lo que esta ante nuestros ojos. Junto con lo cual, explica qué es el ser en su ser‐así, en la realidad, en el estar‐ahí [ Vorhandenheit ] , en la consistencia, en la validez, en el existir [ Dasein ] , vale decir, el ser está determinado por la existencia.
Como quedara expresado , en su parte sobre “El estar en el mundo del Dasein”, hemos de decir, en un primer momento, que toda comprensión del Dasein va a estar dada, por su modo de estar en el mundo, ya que es en el mundo en cuanto contexto de sentido donde se aparecen las cosas, y el mundo es el entramado u horizonte que le da contorno o delimita el ente.
En este sentido Heidegger primero nos plantea:
“El estar en medio” del mundo…, como existencial, no mienta jamás algo así como el mero estar - juntas de cosas que están – ahí. No hay algo así como un “estar – juntos” del ente llamado “Dasein” con otro ente llamado “mundo”[2].
Es así como se ve que los útiles (las cosas, los entes que no son Dasein), a ser utilizados, se nos aparecen a comprensión: podemos interpretarlos y darles sentido en cuanto estos se nos aparecen o se muestran sobre un fondo de sentido o significación llamado mundo. Heidegger lo expone con la idea de un taller que opera con una serie de elementos que se relacionan entre sí, formando una función holística en el entramado que es el mundo, un ambiente operativo.
Ahora bien, primero hablamos de compresión situada del Dasein, la cual es una toma de decisiones con sentido, de este modo, esto quedaría determinado según Heidegger, para el Dasein por el estar en – el – mundo, el cual es un momento estructural de aparición y comprensión de sentido del ser del Dasein y del ente intramundano, ya que el mundo da contorno y delimita al Dasein, tiene una estructura de significación funcional, la cual a su vez remite a otra función, la cual llamamos entramados de significaciones funcionales, lo que Heidegger ha denominado mundo / ambiente (sentido).
El mundo es un horizonte de sentido donde aparecen los entes intramundanos. Es un existencial, la determinación formal o formato que recibe el ser del ente intramundano desde el Dasein, desde la apertura al mundo, es decir donde el Dasein abre mundo (el formato llamado sentido) para toda comprensión del ser del ente.
“Cuando un ente intramundano ha sido descubierto por medio del ser del Dasein, es decir, cuando ha venido a comprensión, decimos que tiene sentido (...) El concepto de sentido abarca la estructura formal de lo que pertenece necesariamente a lo articulable por la interpretación comprensora. Sentido es el horizonte del proyecto estructurado por el haber previo, la manera previa de ver y la manera de entender previa, horizonte desde el cual se hace comprensible en cuanto algo”[3].
Según lo ya mencionado por Heidegger, el modo de ser Dasein es condición de posibilidad del aparecer del los entes intra mundanos. El mundo y el Dasein, no “hacen ser” al ente en su aparecer ni crean al ser de su ente, sino que son la condición formal de su aparición y la determinación formal del ser del ente intramundano, vale decir, que se muestre esta relación entre el ente (cosa) y su ser (significación útil, servir para).
Siguiendo las ideas de Heidegger podemos decir que “El comprender en su carácter proyectivo constituye existencialmente eso que llamamos la visión [Sicht] del Dasein. La visión que tiene lugar existencialmente junto con la aperturidad del Ahí es el Dasein mismo en sus distintas maneras fundamentales…”[4] La visión que se dirige hacia la existencia es denominada por Heidegger como transparencia [ Durchsichtigkeit ], en el sentido de un “autoconocimiento”, vale decir, es una toma de posesión comprensora de la plena aperturidad del estar – en – el – mundo, a través de sus momentos estructurales existenciales. Vale decir el ente existente y se hace a la vista en tanto que se hace transparente en su estar en medio del mundo y co-estar con otros, como momentos constitutivos de su existencia[5]. “El carácter de posibilidad corresponde cada vez al modo de ser del ente comprendido. El ente intramundano en general es proyectado hacia un mundo, es decir, hacia un todo de significatividad a cuyos respectos remisionales la ocupación, en cuanto estar‐en‐el‐mundo, se ha ligado de antemano. Cuando un ente intramundano ha sido descubierto por medio del ser del Dasein, es decir, cuando ha venido a comprensión, decimos que tiene sentido. Pero lo comprendido no es, en rigor, el sentido, sino el ente o, correlativamente, el ser”[6].
Luego, cuando hablamos de sentido podemos decir que:
Según lo ya mencionado, para Heidegger, la pregunta por el sentido del ser no se encuentra tras el ser, sino más bien en la comprensibilidad del Dasein, donde el ser no puede contraponerse al ente o al ser en cuanto fundamento sustentador del ente, y este fundamento solo es accesible como sentido.
En el Capitulo dos la tarea que nos queda es exponer serán los alcances y limites que presenta el Mcs. Se trata especialmente de uno de los problemas que tiene Heidegger al interior de su obra, dado que tiende a confundir Ente con Ente intramundano y ser con el modo de ser del Dasein, todo esto teniendo como telón de fondo la diferencia ontológica entre Ser y ente.
Cuando hablamos de la diferencia Ontológica, es deber traer nuevamente los lineamientos fundamentales que dirigen la obra de Heidegger, es decir cuál es el propósito de Ser y tiempo. Este lo encontramos ya en la introducción, vale decir, como la tarea de desvelar el sentido del ser, pero la pregunta como tal no es propia de Heidegger, sino de Platón y Aristóteles. Sin embargo la elaboración del proyecto, teniendo como objetivo el sacar a la luz el “sentido del ser” y su método, que consistirá en proceder por la vía de lo concreto es decir “por las cosas mismas” en este descubrimiento, y sobre esto elabora Ser y tiempo.
En un sentido preliminar trataremos de explicar la diferencia entre Dasein y ser, lo cual nos dará los antecedentes para poder fijar la problemática que se da en torno a la ya citada dificultad a la hora de comprender la “diferencia ontológica entre ser y ente”. Por lo mismo es necesario expresar con claridad que cuando hablamos de Dasein no hablamos de ser.
“El Dasein no es tan sólo un ente que se presenta entre otros entes. Lo que lo caracteriza ónticamente es que a este ente le va en su ser este mismo ser. La constitución de ser del Dasein implica entonces que el Dasein tiene en su ser una relación de ser con su ser. Y esto significa, a su vez, que el Dasein se comprende en su ser de alguna manera y con algún grado de explicitud. Es propio de este ente el que con y por su ser éste se encuentre abierto para él mismo. La comprensión del ser es, ella misma, una determinación de ser del Dasein”[7].
Cuando Heidegger presenta la expresión “le va en su ser este mismo ser” pretende sostener que el Dasein pone en juego su propio ser, es decir que el ser no es algo marginal para el Dasein y que además no le está dado de antemano, como una propiedad suya o algo hecho, sino que es el mismo ser quien lo determina, está en juego en él, etc. Por eso se comprende su relación privilegiada con su ser, en el sentido que en esta “relación” se involucra su propio ser. Con ello quiere subrayar Heidegger que “la relación de ser” es una constitución determinante del ser del Dasein, en contraste con el modo de ser del “estar – ahí” o del “estar adelante” o del “estar a la vista”. A partir de lo anterior esto es que al Dasein “le va en su ser este mismo ser” y que el Dasein “tiene una relación privilegiada con el ser”. Finalmente el Dasein es también apertura. Con este término Heidegger nos pretende explicar que todo lo que está ahí de una u otra manera, está “abierto” por el Dasein, donde el ente es lo no abierto[8].
Si hasta ahora hemos expuesto los problemas de la diferencia ontológica, el Ser en general y el modo de ser llamado Dasein, en este contexto presentaremos la discusión por la falta de sentido o el sin sentido. Bajo este contexto, aclararemos previamente dos temas que son fundamentales a la hora de poder responder estas preguntas, por lo cual expresamos nuestra interrogante, sobre el ente (en sentido general) y ente intramundano y la pregunta por el ser, la cuestión del sentido.
Por último, como ya mencionáramos, Heidegger en el replanteamiento de la pregunta por el ser, destaca en el modo de ser de un ente, al cual lo llama Dasein, este ente ostenta una estrecha relación con el ser, ya que es el único ente capaz de comprenderse a sí mismo y a todo ente intramundano. El Dasein es, en consecuencia, un modo de ser en el que el cómo del propio ser permanece abierto o indeterminado[9].
Método de investigación:
Uno de los primeros aspectos que hemos de tener claro es que a si como Heidegger con su pregunta inicial, toda investigación filosófica, tiene como objetivo fundamental el generar un nuevo conocimiento, solo que a diferencia de las ciencias o conocimiento científico, el conocimiento que buscamos desarrollar a través de la presente tesis, es conocimiento filosófico, nuestra investigación en este sentido, está guiada por la búsqueda de la verdad filosófica, ahora bien para poder lograr este proceso de aclarar y encontrar un nuevo conocimiento como esperamos, y validar las hipótesis: se utilizarán en el desarrollo de la presente investigación, citaciones pertinentes de la obra Ser y Tiempo, junto con los análisis crítico de los planteamientos de Heidegger e incorporando la discusión la bibliografía secundaria, etc. pues la filosofía nos ha heredado múltiples estrategias métodos (caminos) que nos ayudan a descubrir nuevos conocimientos filosóficos y sus resultados. En este proceso hemos tomado como punto de referencia el método hermenéutico. Así, la hermenéutica puede ser asumida a través de un método dialéctico que incorpora a texto y lector en un permanente proceso de apertura y reconocimiento. En este sentido, el texto ha de ser asumido -en el proceso de interpretación de discurso- en un permanente siendo; lo que permite homologarlo, desde el pensamiento de Zemelman (1994) con la realidad; ya que desde la perspectiva de él, ésta para ser captada ha de ser concebida como un proceso inacabado, y especialmente en permanente proceso de construcción. Por otra parte, y a modo de complemento, Ricoeur (1998:83) sostiene que: "En la medida que el acto de leer es la contraparte del acto de escribir, la dialéctica del acontecimiento y el sentido tan esencial a la estructura del discurso (.) genera en la lectura una dialéctica correlativa entre el acto de entender o la comprensión (.) y la explicación"[10].
Capítulo 1 El Modelo de la comprensión situada (Mcs)
El presente trabajo intenta mostrar que la obra Ser y Tiempo contiene una caracterización sobre el comprender y su contexto, la cual cumple la función de ser un modelo explicativo respecto a la comprensión de ser y con ello un momento central en el desarrollo de la cuestión del ser (Seinsfrage).
El modelo de la comprensión situada combina dos cuestiones: primero: cómo este Dasein que soy cada vez yo comprende el sentido de su propio ser dentro del mundo; segundo, cómo el mundo en tanto entramado de sentido y existencial posibilita la comprensión de sí, de los otros y de todo ente.
En esta primera parte intentaremos exponer el método fenomenológico, tal como Heidegger lo entiende en Ser y Tiempo. Se trata de la fenomenología al servicio de la analítica existencial del Dasein.
El método fenomenológico no es, según Heidegger, una técnica, no se trata de un método científico en el sentido habitual del término. Se trata de un camino, un modo de encaminar la investigación puesto al servicio del Dasein, de su auto-aclaración existencial[11]. La fenomenología como método de autoaclaración dice relación con el modelo de la comprensión situada, pues este plantea la relación autoaclaratoria como tarea fundada en la estructura circular de la comprensión. Veamos esto con mayor detalle.
1.1- Relación entre el método fenomenológico y el Modelo de la comprensión situada en Heidegger.
Heidegger comienza su proyecto filosófico haciendo confluir hermenéutica, fenomenológica y metafísica. Lo que intentará con la hermenéutica es enfocarla hacia la vida fáctica. Además la relaciona con la fenomenología, algo nuevo hasta ese momento. En cuanto a la metafísica, para Heidegger la existencia precede a la esencia. Con esta tesis rompe con la metafísica tradicional, puesto que invierte el orden propuesto por ella, según el cual la esencia precede a la existencia. El planteamiento de Heidegger apunta a dar un giro en la reflexión y con ello cambia el sentido tradicional en que las nociones de “existencia” y “esencia” habían sido entendidas. La denominación “existencia” no puede ser entendida para Heidegger como tradicionalmente se había hecho, como ser ante los ojos, “estar-ahí” (Vorhandensein), esto es, como pura presencia. La “existencia” del Dasein tiene que ver con las posibilidades en cuanto maneras de ser posibles. El Dasein se escoge, se gana a sí mismo, se pierde, etc. Lo que hará Heidegger es poner a la base del programa esta nueva interpretación metafísica. Para comprender e interpretar su nuevo enfoque sobre la existencia (Dasein), Heidegger recurrirá a la hermenéutica y la fenomenología. Es decir, lo que hace el filósofo alemán es reunir a la hermenéutica con la fenomenología y poner ambas al servicio de la metafísica, entendida de una manera peculiar.
Este es el marco para comprender el camino de Heidegger al método fenomenológico. Para él, la vida fáctica es donde nace el método. La vida fáctica es el modo de ser del hombre y será el hilo conductor de la pregunta por el Ser.
“El Dasein se comprende siempre a sí mismo desde su existencia, desde una posibilidad de sí mismo: de ser sí mismo o de no serlo. El Dasein, o bien ha escogido por sí mismo estas posibilidades, o bien ha ido a parar en ellas, o bien ha crecido en ellas desde siempre. La existencia es decidida en cada caso tan sólo por el Dasein mismo, sea tomándola entre manos, sea dejándola perderse. La cuestión de la existencia ha de ser resuelta siempre tan sólo por medio del existir mismo. A la comprensión de sí mismo que entonces sirve de guía la llamamos comprensión existentiva”[12].
Como se puede advertir, la pregunta por el ser lleva a una analítica existencial del Dasein, de modo tal que este muestre su propio ser.
¿Cómo relaciona Heidegger el método fenomenológico con la cuestión metafísica? Para responder esta pregunta, hay que considerar que Heidegger se aboca a la diferencia entre ser y ente en el marco de la relación por la cual “el ser es ser del ente”. En esta expresión, la palabra “del” indica pues relación y diferencia entre el ser y el ente. Heidegger piensa esta relación y diferencia concentrándose en el Dasein como estructura o ámbito de manifestación.
El modo de manifestación de “ser” y de “ente” es ahora tema de la fenomenología. En el fondo, esta relación se asienta sobre la siguiente idea fundamental: lo que tradicionalmente se llamó “ser del ente” no es sino el aparecer con sentido de algo, es decir, el aparecer a la comprensión. Estudiar la dimensión de la manifestación implica estudiar la diferencia y relación entre ser y ente.
Ahora bien, el empleo de la fenomenología conlleva a que la pregunta por el ser se aclare desde el cómo y no desde el qué, como tradicionalmente – según Heidegger – era el caso en la Metafísica. El enfoque estará en la manifestación y no en el contenido esencial o quiditativo. El lugar de manifestación del ente, esto es, el lugar de la diferencia y relación entre ser y ente, tiene que ver directamente con el modo de ser llamado Dasein.
“El Dasein no es tan sólo un ente que se presenta entre otros entes. Lo que lo caracteriza ónticamente es que a este ente le va en su ser este mismo ser. La constitución de ser del Dasein implica entonces que el Dasein tiene en su ser una relación de ser con su ser. Y esto significa, a su vez, que el Dasein se comprende en su ser de alguna manera y con algún grado de explicitud. Es propio de este ente el que con y por su ser éste se encuentre abierto para él mismo. La comprensión del ser es, ella misma, una determinación de ser del Dasein. La peculiaridad óntica del Dasein consiste en que el Dasein es ontológico”[13].
Heidegger comprende que el Dasein, en cuanto que se comprende a sí mismo en su ser y además al ser de todo ente, es el punto de acceso para una ontología fundamental. Por lo mismo es el ente que ha de ser interrogado de tal modo que se pueda llegar a descubrir desde este el verdadero sentido del Ser. En otras palabras, el Dasein es fenómeno. Así entendemos que Heidegger propone una fenomenología del Dasein. En este sentido afirma Ramón Rodríguez: “Establecida una cierta idea previa y provisional de este, la cuestión se reduce a cómo lograr que la existencia se muestre tal cual es. En tanto que Factum poseedor de su propio sentido, la tarea no puede consistir en otra cosa que en enseñarlo, sacarlo a la luz. La idea de un “recto acceso” implica que es menester fijar la “situación” en que el Dasein ha de estar y el punto de vista correlativo que hay que adoptar para que su ser – la existencia – pueda ser visto y enunciado… esta es la mostración de la cosa…”[14].
Al hablar de fenomenología es necesario aclarar previamente, según Heidegger, la relación entre fenómeno y logos, donde por fenómeno se entiende lo que se muestra en sí mismo o que puede ser sacado a la luz:
“La expresión griega phainomenon, a la que remonta el término “fenómeno”, deriva del verbo phainesthai, que significa mostrarse; phainomenon quiere decir, por consiguiente: lo que se muestra, lo automostrante, lo patente; ph ainesthai es, por su parte, la forma media de phainō: sacar a la luz del día, poner en la claridad. Phainō pertenece a la raíz Fa ‐, lo mismo que fōs, la luz, la claridad, es decir, aquello en que algo puede hacerse patente, visible en sí mismo. Como significación de la expresión ” fenómeno debe retenerse, pues, la siguiente: lo ‐ que ‐ se ‐ muestra ‐ en ‐ sí ‐ mismo, lo patente. Los phainomena, “fenómenos”, son entonces la totalidad de lo que yace a la luz del día o que puede ser sacado a luz, lo que alguna vez los griegos identificaron, pura y simplemente, con ta onta (los entes). Ahora bien, el ente puede mostrarse desde sí mismo de diversas maneras, cada vez según la forma de acceso a él”[15].
Los fenómenos son, antes que objetos o cosas, entes; “Ente es todo aquello de lo que hablamos, lo que mentamos, aquello con respecto a lo cual nos comportamos de ésta o aquella manera; ente es también lo que nosotros mismos somos, y el modo como lo somos”[16]. Como ya mencionáramos, para Heidegger, lo que es (es decir, el ente) aparece, y hay dos maneras fundamentales de aparecer del ente: tal como es (Fenómeno) y tal como no es (Apariencia).
Lo que es (el ente) aparece ante alguien y ese alguien experimenta el aparecer en primera persona, es decir, lo que aparece (ente) se me aparece. Heidegger comprende que este algo que se me aparece tiene diversos modos posibles de aparecer.
“Fenómeno —el mostrarse‐en‐sí‐mismo— es una forma eminente de la comparecencia de algo. En cambio, manifestación significa un respecto remisivo en el ente mismo, de tal manera que lo remitente (lo anunciante) sólo puede responder satisfactoriamente a su posible función si se muestra en sí mismo, es decir, si es “fenómeno” [ “Phänomen” ] . Manifestación y apariencia se fundan, de diferentes maneras, en el fenómeno. La confusa variedad de los “fenómenos” nombrados por los términos fenómeno, apariencia, manifestación, mera manifestación, sólo se deja desembrollar cuando se ha comprendido desde el comienzo el concepto de fenómeno: lo que ‐ se ‐ muestra ‐ en ‐ sí ‐ mismo”[17].
El planteo de Heidegger sobre el modo de mostrarse del fenómeno distingue pues entre fenómenos en sentido eminente, - aquellos modos en que algo se muestra tal cual es - y mostraciones aparentes, aquellas en las que algo se muestra tal como no es. La tesis de Heidegger en este punto consiste en que toda mostración aparencial se funda en la posibilidad del fenómeno en sentido eminente. Ahora bien, Heidegger busca “hacer ver” la estructura fundante del “ente”. Con decir “hacer ver” se refiere a que es un trabajo, un desarrollo o esfuerzo que el filósofo debe hacer con la fenomenología para hallar y desvelar esto “oculto” del ente, esta estructura encubierta. Ese fundamento oculto del fenómeno es el sentido. Esta dimensión es lo que la fenomenología según Heidegger, ha de mostrar expresamente. Es el fondo sobre el cual se destaca el fenómeno (ente). Este fondo es el fenómeno en sentido fenomenológico. De lo que aquí se trata es de que todo ente aparece en y desde su contexto de sentido.
Ahora bien, una parte fundamental de este proceso está dada por el poner al descubierto el ser del ente, tarea caracterizada como logos fenomenológico. Se trata de un hacer patente aquello de lo que se habla, es decir, un “hacer ver desde si mismo aquello que se muestra”, el fenómeno (ente) y fundamentalmente su fondo de sentido (ser) o “fenómeno” en una acepción fundamental del término.
“Y, una vez más, porque el Logos es un hacer ver, por eso puede ser verdadero o falso. Asimismo, es de fundamental importancia liberarse de un concepto constructivo de la verdad que la entiende como “concordancia”. Esta idea no es en absoluto primaria en el concepto de la Alētheia. El “ser verdadero” del Logos, es decir, el Alētheyein, significa: en el legein como apophainestain, sacar de su ocultamiento el ente del que se habla, y hacerlo ver como desoculto (alēthes), es decir, descubrirlo. Asimismo, “ser falso”, Pseydesthai, significa engañar, en el sentido de encubrir: poner una cosa delante de otra (en el modo del hacer‐ver), y de este modo hacerla pasar por algo que ella no es”[18].
Según lo hasta ahora presentado en relación a los términos Fenómeno y Logos, Luis M. de la Maza nos presenta la siguiente relación: “El concepto heideggeriano de “fenomenología” se basa en una peculiar interpretación de los conceptos de “fenómeno” y de “logos”. Por “fenómeno” (Phänomen) entiende algo que no es una mera manifestación (Erscheinung) en el sentido de algo que se anuncia sin mostrarse, como por ejemplo los síntomas de una enfermedad, sino más bien la patencia o revelación de lo que la cosa es en sí misma. Tampoco es “apariencia” (Schein), es decir, algo que se muestra como lo que no es. Pero tanto la manifestación como la apariencia se fundan, de diferente manera, en el fenómeno. Por su parte, el “logos” es entendido como el hacer ver aquello de lo que se habla, el des-encubrimiento de lo que estaba encubierto. Por lo tanto, la fenomenología es el método que consiste en “hacer ver desde sí mismo aquello que se muestra, y hacerlo ver tal como se muestra desde sí mismo”[19].
Ahora bien, Heidegger presenta al conocimiento desvelador de la mostración fenomenal de ente y ser como un comprender.
“El Logos de la fenomenología del Dasein tiene el carácter del hermēneuein, por el cual le son anunciados a la comprensión del ser que es propia del Dasein mismo el auténtico sentido del ser y las estructuras fundamentales de su propio ser. La fenomenología del Dasein es hermenéutica, en la significación originaria de la palabra, significación en la que designa el quehacer de la interpretación. Ahora bien, en tanto que por el descubrimiento del sentido del ser y de las estructuras fundamentales del Dasein se abre el horizonte para toda ulterior investigación ontológica de los entes que no son el Dasein, esta hermenéutica se convierte también en una “hermenéutica” en el sentido de la elaboración de las condiciones de posibilidad de toda investigación ontológica. Y puesto, por último, que el Dasein tiene una primacía ontológica frente a todo otro ente —como el ente que es en la posibilidad de la existencia— la hermenéutica cobra, en cuanto interpretación del ser del Dasein, un tercer sentido específico, filosóficamente hablando el primario: el sentido de una analítica de la existencialidad de la existencia”[20].
Para una mayor claridad se hace necesario detenernos en este punto, ya que la hermenéutica y el método fenomenológico tienen aquí su lugar de encuentro. Heidegger pondrá en relación la hermenéutica con la vida fáctica: se trata de una reorientación hacia la praxis que el autor da a la hermenéutica en conjunto con la fenomenología. Ello queda expresado en los cursos del 1923/1924 luego de lo expuesto los cursos de Heidegger sobre Aristóteles. Entre los intérpretes que han esclarecido este desarrollo hay que mencionar en primer lugar a Franco Volpi[21] y a Jesús Adrián Escudero, en su traducción del “Informe Natorp”[22], quienes afirman que Heidegger destaca tres conceptos dentro de sus estudios sobre Aristóteles, los cuales serán fundamentales a la hora de poder definir el modo cómo se refiere a la vida humana. Estos son:
La theoría es la actitud descubridora, el conocimiento teórico, en la actitud del que observa. Según Heidegger, es el modo de ser que él define como Vorhandenheit, el “estar ahí delante de la mano”, el “simple estar presente” [23].
La poiesis es la actitud productiva y también de uso del utensilio. Descubridora, la téchne es la especie de saber que guía a la producción hacia su logro. Para Heidegger, el ente se presenta aquí en la modalidad de ser que define como Zuhandenheit, el “estar al alcance de la mano”, en el sentido de “ser disponible”, de “ser utilizable” [24].
-La praxis indica la naturaleza dinámica y temporal de la vida humana. La praxis humana se desarrolla como una aventura o empresa, la cual se embarca en un proyecto de creación orientada hacia el futuro [25].
Esta tríada da la base para la elaboración heideggeriana del Modelo de la comprensión situada.
Ahora bien: Husserl, en la versión trascendental de su propuesta fenomenológica, pone entre paréntesis metodológicamente a la existencia, limitándose solamente a describir los fenómenos según estos aparecen en la conciencia trascendental. Heidegger, por el contrario, cuando aplica este método al Dasein, concentra su análisis en la existencia y polemiza con la epoché husserliana. La fenomenología es para Heidegger la única manera de acceder al Dasein, y, a través de él, a la posible mostración del ser. Por este motivo, para él la fenomenología llega a identificarse con la ontología. Cabe enfatizar aquí que Heidegger ha determinado como base fenoménica para su fenomenología un tipo de experiencia distinto a lo expuesto por su maestro (Husserl), en cuanto al modo de captar al ente. Ya no es la percepción. Heidegger pone como base de esta nueva fenomenología del Dasein la praxis. La experiencia de la praxis en cuanto comprensión de sí y de los otros entes en situación a partir de una totalidad de sentido, se da por la anticipación de la propia vida en su conjunto bajo la forma del proyecto vital, es decir, se comprende al propio ser bajo la forma de ser posible, donde comprender es abrir el horizonte de posibilidades prácticas dentro del mundo. En otras palabras, se trata de un interpretarse, que consiste en destacar las posibilidades propias de ser sobre el fondo del horizonte ya abierto de posibilidades de sí, de los otros junto conmigo y de los entes. Al campo de posibilidades y fines prácticos, es decir, al horizonte en el cual vive el obrante, Heidegger lo llama “mundo”. Por lo tanto, siguiendo el vocabulario heideggeriano, el Dasein está dirigido hacia el mundo, y la autorrealización práctica es un proceso de comprensión en situación, donde comprender significa a la vez, proyectarme, anticiparme a mí mismo como posibilidad por realizar, y el mundo es el horizonte de comprensión, es el contexto que provee fines o posibilidades.
[...]
[1] Escudero, J (2008). p. 12-13
[2] Heidegger, M. (1997). p. 81
[3] Heidegger, M. (1997). p 175
[4] Heidegger, M. (1997). p. 170.
[5] Heidegger, M. (1997). p. 170.
[6] Heidegger, M. (1997). p. 175.
[7] Heidegger, M. (1997). p. 35
[8] Cfr. Muñoz, Enrique. (2007) p 94.
[9] Cfr. Muñoz, Enrique. (2007) p. 95
[10] Cárcamo, H. (2005). p. 207.
[11] Cf. Xolocotzi, A. (2004). p. 17, 37, 51.
[12] Heidegger, M. (1997). p. 35
[13] Heidegger, M. (1997). p. 35
[14] Rodríguez, Ramón. (2006). p. 65.
[15] Heidegger, M. (1997). p. 51 – 52.
[16] Heidegger, M. (1997). p. 30.
[17] Heidegger, M. (1997). p. 54.
[18] Heidegger, M. (1997). p. 56.
[19] De la Maza, Mariano (2005) . p. 126 – 127.
[20] Heidegger, M. (1997). p. 60.
[21] Cf. Volpi, F. (1996). p. 54 -55.
[22] Heidegger, M. (2002). p.102.
[23] Cf. Heidegger, M. (2002). p.102 y Volpi, F. (1996). p. 54 -55.
[24] Cf. Heidegger, M. (2002). p.102 y Volpi, F. (1996). p. 54 -55.
[25] Cf. Heidegger, M. (2002). p.102 y Volpi, F. (1996). p. 54 -55.
- Citar trabajo
- Talabarteria Rojas Henríquez (Autor), 2014, El modelo de la comprensión situada en Ser y Tiempo, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/282955
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