En la presente tesis magistral se estudiarán la llegada y el arraigo del haiku en español, en diferentes etapas y con sus aciertos y sus errores. Realizaremos para ello una línea del tiempo razonada que irá desde los textos pioneros del mexicano José Juan Tablada (1871-1945) hasta los escritores actuales. Del mismo modo, no sólo nos centraremos en los poetas, sino también en el trabajo de la crítica literaria española y latinoamericana, puesto que, en ocasiones, sus juicios fueron equivocados sobre lo que eran y no eran auténticos haikus.
El primer capítulo de este trabajo estará dedicado a explicar la importancia de los kanji (ideogramas de procedencia china) a la hora de calibrar su poder visual dentro de estos poemas japoneses. No olvidemos que el empleo de estos ideogramas ha sido -y es- tema de candente discusión por parte de la crítica especializada en esta estrofa, puesto que los más ortodoxos afirman que no pueden escribirse verdaderos haikus si no es usándose la lengua japonesa y, en consecuencia, usándose los kanji en la elaboración poética. Así, en este apartado de nuestro trabajo, nosotros expondremos y comentaremos algunas de las teorías más relevantes al respecto.
El segundo capítulo está dedicado a una cuestión no menos importante, esta es: la nomenclatura. No se nos escapa que, desde su llegada a nuestro idioma, la palabra haiku se ha escrito de formas muy distintas: jaiku, jaikú, haikú... Afortunadamente, el término se encuentra ya incluido en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, por lo que no deberíamos tener dudas al respecto. Sin embargo, realizaremos también un breve repaso a cómo han escrito esta palabra japonesa algunos poetas y estudiosos españoles y de América Latina, lo que nos servirá, asimismo, para conocer mejor cómo se fue adecuando el haiku a la lengua española y también a la literatura realizada en dicho idioma.
Por su parte, el tercer capítulo trata, de manera frontal, el complejo argumento anteriormente aludido de lo que podríamos denominar: “lectura/interpretación iconotextual” de los haikus. Aquí analizaremos y glosaremos varios textos paradigmáticos que defienden tanto la teoría de la imposibilidad de la escritura de haikus en otros idiomas que no sea el japonés, como también las ideas de los críticos más aperturistas, que afirman, por el contrario, que sí es posible escribir haikus más que aceptables en los diferentes idiomas del mundo. (sigue).
ÍNDICE
Resumen
Riassunto
Abstract
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN. 1. Justificaciones previas
2. ¿Se pueden componer verdaderos haikus sin usar el japonés?
CAPÍTULO II. CUESTIÓN DE NOMENCLATURA: ¿HAIKAI? ¿HAIKU? ¿HAIKÚ? ¿JAIKU?. 1. Introducción
2. Pequeño glosario para entender mejor qué es un haiku
2.1. ¿Haiku? ¿haikú?¿jaiku?.
2.2. Haikai Ä
2.3. Hokku
2.4. Senryû JO.
CAPÍTULO III. DIFICULTADES SEMIÓTICAS: ¿VER O LEER LA POESÍA? EL CASO DEL HAIKU JAPONÉS. 1. Introducción
2. Navegando, mansamente, hacia el problema
CAPÍTULO IV ¿QUÉ NOS DICEN LOS AUTORES JAPONESES?: HACIA UNA POÉTICA (REAL) DEL HAIKU DESDE LAS RAÍCES DE LA POESÍA NIPONA. 1. Introducción
2. El arte viejo de hacer poesía. 2.1. En el principio... fue la norma escrita. El prólogo japonés del Kokinwakashü
2.2. Teika Fujiwara
2.3. Abutsu-ni
2.4. Las enseñanzas del maestro: Así habló Bashó (sobre el haiku)
2.5. El canto nuevo del cuclillo enfermo: Shiki y la renovación del haiku
CAPÍTULO V. LA LLEGADA DE LA POESÍA JAPONESA A LAS LETRAS HISPANAS: UN FLORIDO VIAJE SIN RETORNO. 1. Introducción. Apenas unas mínimas coordenadas fuera del ámbito hispanohablante
2. El Modernismo tuvo la culpa. La visión modernista de la lírica japonesa. 2.1. En el principio... fue José Juan Tablada
2.2. Después de Tablada
2.3 Los haikus de Jorge Luis Borges
CAPÍTULO VI. AUTORES DE HAIKUS EN ESPAÑOL "HERMOSAMENTE" EQUIVOCADOS (Y UNA CODA JAPONESA). 1. Introducción
2. Pequeña nómina de errores bellos. 2.1. Octavio Paz
2.2. Mario Benedetti
2.3. Algunos casos paradigmáticos más
2.4 Una coda japonesa. Yoko Ono y su Grapefruit
CAPÍTULO VII. UNOS CUANTOS ACIERTOS: AUTORES DE HAIKUS EN ESPAÑOL. 1. Introducción
2. Estudio de varios casos paradigmáticos
3. Una veloz andanada
CAPÍTULO VIII. NEOHAIKU, NANOHAIKU, SCIFAIKU, @TWEETHAIKU, HAIKU GENERATOR... EL HAIKU ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO. 1. Introducción
2. Nuevas formas, nuevas vías, ¿mismo corazón?. 2.1. El neohaiku
2.2. El nanohaiku
2.3. El scifaiku
2.4. @tweethaiku
3. Adenda: Haikus en automático. Ponga un haiku en su vida
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
PRÓLOGO
La tesis de Fernando Cid Lucas (Cáceres, 1979) es una excelente puerta de entrada para conocer mejor el haiku fuera de las fronteras de Japón, especialmente en lengua castellana. En la actualidad, ante la maraña de información y desinformación que podemos encontrar sobre este tema en Internet, son necesarios trabajos como esta tesis magistral para aclarar el camino hacia el conocimiento del poema nipón. Textos que desarrollen con seriedad y riguroso estudio lo que el haiku, fuera de su tierra de origen, ha evolucionado. Es excelente la comparación del albaceteño Frutos Soriano interpretando esta evolución como si fuera un pequeño pajarito: “El haiku japonés ha echado a volar por el mundo. Se ha parado, ha mirado a un lado y a otro, como expectante, ha dado unos saltitos y de repente, sin que nadie lo esperase, ha echado a volar. Él es lo que es, pero nosotros, quizá, hemos olvidado lo que somos. Y el haiku nos invita a recordar.”1 Y como bien dice Cid Lucas: "...el objeto principal de esta tesis no es otro que aquel que se expresa de manera tan visual -y tan de la estética del haiku, por cierto- con el viejo dicho castellano de: “separar el grano de la paja”.”
Fernando ha estructurado su estudio como un viaje en el tiempo que comienza con los primeros poetas que se acercaron al poema japonés, como el mexicano José Juan Tablada, hasta las nuevas líneas de creación, como los neohaikus, de los que en la actualidad podemos encontrar infinidad de ellos, sobre todo en las redes sociales. Y es que el haiku es el poema más fácil de escribir pero más difícil de escribir bien. Su brevedad es uno de sus grandes valores y, a su vez, una debilidad para todo aquél que lo descubre y sin conocerlo a fondo se propone escribirlo. Por todo esto le lleva a preguntarse: “¿Se pueden componer verdaderos haikus sin usar el japonés?”, una pregunta que el autor desarrolla con rigor en el tercer capítulo.
Quizá la respuesta acertada sólo nos la traerá el tiempo, el único que puede valorar lo que queda en las estanterías como cierto o no. Todas estas aportaciones creativas en la evolución del haiku -en el último capítulo descubrimos muchas de estas propuestas-, como ocurre en cualquier otro arte, deben pasar inexorablemente por ese tamiz.
Así ha ocurrido con el haíku-dó, el “camino del haiku”, que, sobre todo, tras la publicación de dos libros: El haiku japonés2, de Fernando Rodríguez-Izquierdo, y El corazón del haiku3, de Vicente Haya, tras más de veinte años de estudio, talleres, encuentros, y libros se ha consolidado no solo en España, sino en todo el ámbito latinoamericano como una línea creativa sincera sobre el haiku que nos vino del Japón. Todo este movimiento hemos venido a denominarlo Generación Do. Nacerán multitud de propuestas interesantes, como los neohaikus, pero sólo el tiempo decidirá cuáles quedarán como válidas.
En esta tesis magistral tenemos los elementos necesarios, las señales idóneas para entrar por la puerta, como si de un torii se tratara, y embarcarnos en ese viaje literario para comenzar a disfrutar de este pequeño poema japonés que sin conocerlo a fondo no nos dice nada, y eso mismo -debido a nuestra cultura occidental un tanto charlatana- nos desespera. José Manuel Martín Portales, un poeta andaluz muy cercano al haiku, lo dice bien claro en uno de sus versos: “Nada puede decirse. Pero hay que decir la nada.” No confundamos la aparente simplicidad a la que nos puede llevar el haiku en una primera aproximación con su elegante y profunda sencillez, otro de los valores esenciales que aporta su forma de ver el mundo.
Me gustaría cerrar estas pocas líneas a modo de prólogo del magnífico estudio de Fernando Cid Lucas con unas palabras del profesor Fernando Rodríguez-Izquierdo que nos debería alumbrar este camino: “El haiku puede comunicar el humanismo que el mundo necesita.”
Enrique Linares Martí
Director de la gaceta de haiku Hojas en la acera
Quiero dedicar este trabajo de investigación al profesor y sensei Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, por su magisterio y bondad; al profesor Federico Lanzaco Salafranca, maestro de vida y de enseñanzas japonesas; a la profesora Anjhara Gómez Aragón, amiga y apoyo incondicional siempre, incluso en los momentos de mayor oscuridad; a la profesora Harumi Nishinotoin y aD- Masumi Nishinotoin, por su cordialidad e infinita hospitalidad durante mis estancias en Japón; y a mi tutor, el profesor Gino Tramontana, por sus valiosos consejos y su ayuda, incluso antes de estar oficialmente bajo su tutela académica.
Con todo mi afecto para ellos,
F.C.L.4
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1: Tres kanji (ideogramas) japoneses (arriba) con sus correspondientes significados (abajo) en forma de ilustraciones (el sol, una persona de gran tamaño y una montaña)
Ilustración 2: Algunos kanji básicos con sus significados al lado en forma de dibujos (obsérvese la fuerza expresiva de los trazos para reflejar el motivo)
Ilustración 3: Portada del libro del profesor Antonio Cabezas García en donde aparece escrito jaiku, con "j” y no con "h”.
Ilustración 4: Retrato del escritor Teika Fujiwara
Ilustración 5: Retrato de la escritora Abutsu-ni
Ilustración 6: Retrato de Matsuo Bashó
Ilustración 7: Retrato del escritor Shiki Masaoka, escribiendo, ya muy enfermo, desde su futón
Ilustración 8: Ilustración para el poema “Las abejas”.
Ilustración 9: Ilustración para el poema “El chirimollo”.
Ilustración 10: Página del libro Grapefruit, de Yoko Ono
Ilustración 11: Ejemplo de scifaiku, escrito e ilustrado por Wendy Van Camp
RESUMEN
En la presente tesis magistral se estudiarán la llegada y el arraigo del haiku en español, en diferentes etapas y con sus aciertos y sus errores. Realizaremos para ello una línea del tiempo razonada que irá desde los textos pioneros del mexicano José Juan Tablada (1871-1945) hasta los escritores actuales. Del mismo modo, no sólo nos centraremos en los poetas, sino también en el trabajo de la crítica literaria española y latinoamericana, puesto que, en ocasiones, sus juicios fueron equivocados sobre lo que eran y no eran auténticos haikus.
El primer capítulo de este trabajo estará dedicado a explicar la importancia de los kanji (ideogramas de procedencia china) a la hora de calibrar su poder visual dentro de estos poemas japoneses. No olvidemos que el empleo de estos ideogramas ha sido -y es- tema de candente discusión por parte de la crítica especializada en esta estrofa, puesto que los más ortodoxos afirman que no pueden escribirse verdaderos haikus si no es usándose la lengua japonesa y, en consecuencia, usándose los kanji en la elaboración poética. Así, en este apartado de nuestro trabajo, nosotros expondremos y comentaremos algunas de las teorías más relevantes al respecto.
El segundo capítulo está dedicado a una cuestión no menos importante, esta es: la nomenclatura. No se nos escapa que, desde su llegada a nuestro idioma, la palabra haiku se ha escrito de formas muy distintas: jaiku, jaikú, haikú... Afortunadamente, el término se encuentra ya incluido en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, por lo que no deberíamos tener dudas al respecto. Sin embargo, realizaremos también un breve repaso a cómo han escrito esta palabra japonesa algunos poetas y estudiosos españoles y de América Latina, lo que nos servirá, asimismo, para conocer mejor cómo se fue adecuando el haiku a la lengua española y también a la literatura realizada en dicho idioma.
Por su parte, el tercer capítulo trata, de manera frontal, el complejo argumento anteriormente aludido de lo que podríamos denominar: “lectura/interpretación iconotextual" de los haikus. Aquí analizaremos y glosaremos varios textos paradigmáticos que defienden tanto la teoría de la imposibilidad de la escritura de haikus en otros idiomas que no sea el japonés, como también las ideas de los críticos más aperturistas, que afirman, por el contrario, que sí es posible escribir haikus más que aceptables en los diferentes idiomas del mundo.
Para nuestro propósito será de central importancia el capítulo IV, puesto que en él se recogen y comentan algunos de los textos sobre preceptiva poética más famosos y difundidos del País del Sol Naciente. Creemos que resulta fundamental conocer las ideas poéticas que rigieron en las antologías palaciegas compuestas a partir del siglo XVII d. C. y en los poetas de Japón del periodo Kamakura (1185-1392), puesto que tendrán su eco en los primeros maestros del haiku. Y no sólo, puesto que en nuestro trabajo llegamos, después de pararnos en el genial maestro Matsuo Bashó (16441694), hasta la profunda reforma del haiku realizada por Shiki Masaoka (1867-1902), a la postre, quien dio el nombre a la estrofa tal y cómo hoy la conocemos y quien le otorgó una poética definitoria.
Como explicaré luego, los capítulos V y VI son complementarios entre sí, ya que en el primero de ellos trataré de demostrar que los pretendidos haikus de autores tan reconocidos como Octavio Paz, Jorge Luis Borges o Mario Benedetti no son tales; y también comprobaremos cómo la crítica literaria (cuando no las casas editoriales) ha ayudado a difundir tales ideas equivocadas. Así, en este díptico, mostraré al lector cómo la producción poética de muchos escritores desconocidos para el gran público, que ni siquiera han publicado en papel o en editoriales de renombre, que comparten sus haikus usando las redes sociales o en publicaciones de escasa repercusión, se aproxima mucho más a la realidad del haiku japonés que lo publicado por las “vacas sagradas” de la literatura universal anteriormente citadas.
El capítulo de cierre de esta tesis magistral estará dedicado a presentar las ultimísimas posibilidades del haiku en la contemporaneidad. Por ejemplo, su uso -que casi podríamos definir de masivo- en redes sociales como Facebook o Twitter; nuevas variantes del haiku en el mundo virtual; el haiku realizado, pongo por caso, usando los emoticonos (emojí) de servicios de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram; etc.
Unas últimas páginas de esta tesis estarán dedicadas a las conclusiones finales, a manera de reflexiones y de propuestas para el futuro, y a la bibliografía que he utilizado para la elaboración del presente trabajo de investigación.
RIASSUNTO
In questa tesi di laurea si studierà l'arrivo e il radicamento dell'haiku in spagnolo, in diverse fasi e con i suoi successi ed errori. Per questo disegneremo una linea temporale ragionata che andrà dai testi pionieristici del messicano José Juan Tablada (1871-1945) agli scrittori attuali. Allô stesso modo, non ci concentreremo solo ad analizzare il lavoro dei poeti, ma anche il lavoro della critica letteraria spagnola e latinoamericana, poiché, talvolta, i loro giudizi sull’autenticità di un haiku erano errati.
Il primo capitolo di questo lavoro sarà dedicate a spiegare l'importanza dei kanji (ideogrammi di origine ciñese) quando si tratta di calibrare il loro potere visivo all'interno di queste poesie giapponesi. Non dimentichiamo che l'uso di questi ideogrammi è state -ed è- oggetto di accese discussioni da parte dei critici specializzati in questa strofa, poiché i più ortodossi affermano che i veri haiku non si possono scrivere se non utilizzando la lingua giapponese e, di conseguenza, utilizzando i kanji nell'elaborazione poética. Pertanto, in questa sezione del nostro lavoro, esporremo e commenteremo alcune delle teorie più rilevanti al riguardo.
Il secondo capitolo è dedicate ad una questione non meno importante, ossia la nomenclatura. Non ci è sfuggito che sin dal suo arrivo nella nostra lingua, la parola haiku è stata scritta in modi molto diversi: jaiku, jaikú, haiku... Fortunatamente, il termine è già incluso nel Dizionario della Reale Accademia della Lingua Spagnola, quindi non dovremmo avéré dubbi al riguardo. Tuttavia, esamineremo anche brevemente come alcuni poeti e studiosi spagnoli e latinoamericani hanno scritto questa parola giapponese, che ci aiuterà anche a capire meglio corne l'haiku è state adattato alla lingua spagnola e anche alla letteratura realizzata in quella lingua.
Da parte sua, il terzo capitolo affronta frontalmente il complesso argomento precedentemente accennato di quella che potremmo chiamare la “lettura/interpretazione iconotestuale" degli haiku. Qui analizzeremo e glossaremo alcuni testi che difendono sia la teoría dell'impossibilità di scrivere haiku in lingue diverse dal giapponese, sia le idee dei critici più aperti che affermano, al contrario, che è possibile scrivere haikus più che accettabile nelle diverse lingue del mondo.
Per il nostro scopo, il capitolo IV avrà un'importanza centrale, poiché contiene e commenta alcuni dei testi più famosi e diffusi sui precetti poetici del Paese del Sol Levante. Riteniamo fondamentale conoscere le idee poetiche che hanno governato le sontuose antologie composte a partire dal XVII secolo d. C. e nei poeti giapponesi del periodo Kamakura (1185-1392) -poiché avrebbero avuto la loro eco nei primi maestri di haiku-. E non solo, poiché nei nostro lavoro siamo arrivati, dopo una sosta al geniale Matsuo Bashö (1644-1694), fino alla profonda riforma dell'haiku attuata da Shiki Masaoka (1867-1902), che alla fine ha dato il nome alla strofa come lo conosciamo oggi e chi gli ha dato una poética determinante.
Come spiegherô più avanti, i capitoli V e VI sono complementan tra loro, poiché nei primo cerchero di dimostrare che i presunti haiku di autori riconosciuti come Octavio Paz, Jorge Luis Borges o Mario Benedetti non sono tali; e vedremo anche come la critica letteraria (se non le case editrici) abbia contribuito a diffondere tali malintesi. Mostrero cosí, in questo dittico, al lettore come la produzione poética di tanti scrittori sconosciuti al grande pubblico, che non hanno pubblicato nemmeno su carta o in rinomati editori, che condividono i loro haiku utilizzando i social network o in pubblicazioni di scarso impatto, è molto più vicino alla realtà dell'haiku giapponese di quella pubblicata dalle già cítate "vacche sacre" della letteratura mondiale.
Il capitolo conclusivo sarà dedicate alla presentazione delle ultime possibilité di haiku nei mondo contemporáneo. Ad esempio, il suo utilizzo -che potremmo definiré quasi massiccio- nei social network come Facebook o Twitter; nuove varianti di haiku nei mondo virtuale; gli haiku realizzati, ad esempio, con le emoticon (emoji) di servizi di messaggistica istantanea come Whatsapp o Telegram; eccetera.
Le ultime pagine di questa tesi di laurea magistrale saranno dedicate alle conclusioni finali, come riflessioni e proposte per il futuro, e alia bibliografía che ho utilizzato per l'elaborazione di questo lavoro di ricerca.
ABSTRACT
This Master's Thesis will study the roots and the arrival of haiku in Spanish, in different stages, and with its successes and errors. The author will draw a detailed timeline going from the pioneering texts of the Mexican José Juan Tablada (1871-1945) to the present writers. Likewise, this study will not only focus on the poets, but also on the works of Spanish and Latin American literary critics, since sometimes their judgments about what authentic haiku is, were wrong.
The first chapter of this study will be devoted to explaining the importance of kanji (ideograms of Chinese origin) when calibrating their visual power within these Japanese poems. It should not be forgotten that the use of these ideograms has been — and still is— an issue of heated discussion by the specialized critics in this stanza, since the most orthodox affirm that true haikus cannot be written without the use of the Japanese language and, consequently, the use of kanji in the poetic elaboration. Thus, this section will expose and comment on some of the most relevant theories in this regard.
The second chapter is dedicated to a no less important question, that is: nomenclature, we are very aware that since its arrival in our language, the word haiku has been written in very different ways: jaiku, jaikú, haikú Fortunately, the term is already included in the Dictionary of the Royal Academy of the Spanish Language, there should be no doubts about it. However, a brief review will be made of how some Spanish and Latin American poets and scholars have written this Japanese word, which will also help to better understand how the haiku was adapted to the Spanish language and also to the literature written in this language.
The third chapter, on the other hand, deals head-on with the above-mentioned complex argument of what could be termed as "icontextual reading/interpretation" of haiku. Here, there will be an analysis of and gloss of various texts that defend both the theory of the impossibility of writing haiku in languages other than Japanese, as well as the ideas of more open-minded critics who claim, on the contrary, that it is possible to write more than acceptable haiku in the different languages of the world.
Chapter IV will be of central importance for our purpose, since it collects and comments on some of the most famous and widespread texts on poetic precepts from the Land of the Rising Sun. We believe that it is essential to know the poetic ideas that governed the palace anthologies composed from the 17th century A.D. onwards and the poets of Japan in the Kamakura period (1185-1392) —since they would have their echo in the first masters of haiku—. And not only that, since in our work, after dealing with the brilliant Matsuo Bashö (1644-1694), we study the profound reform of haiku made by Shiki Masaoka (1867-1902), who eventually gave the name to the stanza as we know it today and who gave it a defining poetics.
As I will explain later, chapters V and VI are complementary to each other, since in the first one I will try to show that the alleged haiku of such renowned authors as Octavio Paz, Jorge Luis Borges or Mario Benedetti are not such; and we will also prove how literary criticism (when not publishing houses) has helped to spread such misconceptions. Thus, in this diptych, I will show the reader how the poetic production of many writers, unknown to the general public, who have not even published in print or in renowned publishing houses, who share their haiku using social networks or in publications with little repercussion, are much closer to the reality of Japanese haiku than what has been published by the “sacred cows" of world literature mentioned above.
The closing chapter will be dedicated to present the latest possibilities of haiku in the contemporary world. For example, its use —which we could almost define as massive
— in social networks such as Facebook or Twitter; new variants of haiku in the virtual world; haiku made, for example, with the emoticons (emoji) of instant messaging services such as Whatsapp or Telegram; etc.
The last pages of this masters' thesis will be dedicated to the final conclusions, by way of reflections and proposals for the future, and to the bibliography that has been used in the elaboration of this research work.
CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN
1. Justificaciones previas.
La razón de elegir para una tesis magistral el argumento de qué se ha hecho fuera de Japón con el haiku se produce tras algunos años de leer5, analizar, hacer balance e incluso publicar varios textos académicos6 sobre cuáles han sido los resultados en lenguas como el español, el italiano, el inglés, el portugués o el francés -y según la crítica especializada- de esta forma poética7 ; una breve estrofa japonesa de tan sólo tres versos que siguen la estructura (la más de las veces8 ) de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente.
No podemos obviar (y profundizaremos en este argumento a lo largo de este trabajo) que desde que llegó a nuestras letras9 fueron muchos los autores occidentales que se interesaron por tan breve expresión poética (Ezra Pound, William Butler Yeats, Fernando Pessoa, Jack Kerouac, Octavio Paz, José Juan Tablada, Antonio Machado, Pier Paolo Pasolini, Mario Benedetti...), una extensa nómina de escritores de la más alta calidad y, sin embargo, pocos, muy pocos, han sido, desde entonces y hasta hoy, los verdaderos haikus que han salido de sus respectivas plumas.
Así, a lo largo de este trabajo (aun conscientes de nuestras limitaciones en lo que concierne al espacio disponible) nos ocuparemos de desgranar dicha aserción, teniendo muy en cuenta los diferentes tratados japoneses de composición poética10 y también la opinión de varios de los mejores poetas clásicos nipones del haiku (veremos, incluso, que algunos de estos preceptos se recogen en forma de haiku11 ); material crítico que hoy podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que no tuvieron en cuenta la mayoría de los literatos aludidos cuando escribieron sus haikus.
Así, pues, el objeto principal de esta tesis no es otro que aquel que se expresa de manera tan visual -y tan de la estética del haiku, por cierto- con el viejo dicho castellano de: “separar el grano de la paja". Para llevar a cabo tal tarea, como decíamos, trasladaremos aquí la poética japonesa del haiku, analizando en profundidad algunos de sus principios canónicos y fundamentales (temas, figuras retóricas, ritmo, etc.), aclarando algunos aspectos centrales en cuestiones de métrica, prosodia, etc.; y también la opinión y la postura de varios de los grandes maestros del haiku japonés que se pararon a reflexionar sobre la naturaleza y la sustancia de esta forma (caso notorio de Bashó o de Shiki). Se hace, pues, obligatorio pararnos a glosar las preceptivas de las formas anteriores al haiku, como la tanka12 o la chóka, de las que es deudor y que ya exhiben la alternancia de versos heptasílabos y pentasílabos13. Al respecto del uso de estos determinados metros, la investigadora italiana Paola D 'Angelo ha escrito:
"[...] nessun paese come il Giappone ha saputo conservare intatti, attraverso i secoli, forme poetiche e schemi metrici del passato. Versi alternati di 5 e 7 sillabe formano il lunghissimo, ininterrotto “filo rosso” che unisce uomini de epoche, senza alcuna soluzione di continuità; e presto, sin dagli albori della produzione letteraria indígena, alie poesía più lunghe (nagauta) in questa forma si comincio a preferiré quelle brevi (mijikauta o tanka), che si andarono cristallizzando nello schema métrico 5-7-5-7-7."14
Siendo coherentes con lo recogido en la cita de la investigadora D'Angelo, para ahondar en este aludido “filo rosso” seguiremos los textos teóricos de dos de los escritores más reconocidos del periodo Kamakura (1185-1333): Teika Fujiwara15 (1162-1241) y Abutsu-ni (h.1222-1283). Textos que las generaciones posteriores tuvieron en cuenta, tal fue su repercusión en las letras niponas16, a pesar de que se trocase la estrofa para la que originalmente fueron escritos (la tanka, y no el haiku).
Veremos entonces que desde la teoría y desde la práctica de los autores japoneses, la inmensa mayoría de los haikus escritos en las lenguas occidentales no son verdaderos haikus, sino (en el mejor de los casos) poemas breves, de (unas) diecisiete sílabas, estructurados en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente; lo cual, como veremos, es algo bien distinto de un haiku. Siendo más concretos, podemos decir que estos poemas podrán tener apariencia de haiku, mas no tienen corazón (kokoro17 ) de haiku.
2. ¿Se pueden componer verdaderos haikus sin usar el japonés?
En coherencia con lo que hemos anunciado en el epígrafe precedente, afrontaremos también en nuestro trabajo las posibles raíces de la problemática subyacente en la elaboración de haikus en lenguas como el español, el italiano o el inglés, ilustrando dicha dificultad -en absoluto menor- con varios ejemplos paradigmáticos pertinentemente comentados. Añadamos además que esta ha sido una cuestión que ha preocupado -y mucho- a bastantes teóricos de la literatura del País del Sol Naciente18, que la han trasladado fuera de su país en congresos o publicaciones.19
En relación a esto, advertimos ya que no todo lo que se escribe o -peor aún- lo que se publica bajo la denominación de haiku es haiku. Así, a lo largo de esta tesis magistral profundizaremos en este asunto, lo cual podrá servir para ilustrar parte del complejo estado de la cuestión. No vamos a negar, en cambio, la calidad de algunas composiciones si las fijásemos en una escala poética, pero lo que nos interesa ahora es “calibrar" (si se nos permite usar este término) qué tanto por ciento de verdaderos haikus poseen dichas composiciones. Evidentemente, para realizar tal tarea, con el fin de justificar nuestras premisas, comentaremos varios pasajes sacados de los textos teóricos de especialistas del haiku (entendido desde su proyección desde Japón y su arraigo fuera de dicho país), tales como Hiroaki Sato, Vicente Haya o Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, escritor de haikus también, además de ser uno de los mayores especialistas en España en esta forma poética.
En la primera edición del que hoy es un texto fundamental para conocer esta estrofa, El haiku japonés, hace ya cincuenta años de ella, el profesor Rodríguez-Izquierdo y Gavala nos advertía desde la introducción de su monografía sobre las dificultades que plantea la literatura nipona (y no sólo la poesía, también la prosa y el teatro):
“De todas las artes creativas que componen la cultura del Japón, tal vez la más impenetrable para el crítico occidental sea la literatura. Puede ser relativamente fácil tomar unas lecciones de arreglo de flores, de ceremonia del té o de pintura a la aguada. Más difícil es dominar estas mismas artes con el espíritu que debe animarlas. Pero lo que es indiscutiblemente difícil es adentrarse en el dominio de la creación literaria japonesa porque su material constitutivo -la lengua japonesa- es un arte en sí mismo que exige largos años de estudio. La dificultad de comprensión que ofrece la lengua japonesa escrita aun a aquellos que la estudian con profundidad es una barrera insalvable para una apreciación directa de su literatura.”20 21
Sin querer descorazonar a nadie, comprobamos, por boca de uno de los mayores expertos en en haiku en español, que no se trata de poner sobre un papel dos pentasílabos y un heptasílabo con más o menos gracia y que estos se pongan a hablar de la naturaleza que nos circunda. Para saber bien qué es un haiku debemos llegar hasta los maestros del haiku y para ello, en un ejercicio de constante estudio, tenemos que trabajar con la traducción y también con la interpretación de los kanjr' (advirtiendo que no todo el poema se construye con ellos en su totalidad, sino que conviven en el interior de los versos ideogramas y silabogramas). Como ha dicho el aludido profesor Rodríguez-Izquierdo y Gavala:
“Precisando algo más, yo diría que un texto japonés suele presentar un 40% expresado en kanji, y un 60% expresado en hiragana. Tal proporción aproximada es válida para los haikus, y así suele encontrarse en ellos.’’22
Por lo que también esta particularidad de la alternancia de ideogramas y silabogramas en la composición de estos poemas en japonés debería ser tomada en cuenta como parte nuclear de su idiosincrasia. Precisamente, uno de los argumentos que más se han esgrimido al respecto ha sido el de la eficaz capacidad semiótica que posee la escritura japonesa. El filósofo francés Roland Barthes (1915-1980) fue uno de los primeros occidentales que se dio cuenta de esto y que teorizó sobre dicho argumento en un libro memorable, que cualquier interesado en la correcta comprensión del País del Sol Naciente, más allá de los ideogramas, de la poesía o de la literatura en general, debería leer con atención, en donde una de las frases centrales escritas por el teórico galo es: “Tengo una enfermedad: veo el lenguaje”23. Y es de ahí de donde nace uno de los problemas sin resolución (hasta el momento) que los occidentales hemos hecho sobre la escritura del japonés, puesto que los debates sobre si el japonés se “escribe" o se “dibuja” siguen aún hoy manteniendo su actualidad.24
Hay entre los teóricos del haiku más ortodoxos quienes opinan que sólo el japonés es el idioma adecuado para la composición de haikus, ya que la utilización de los kanji, como elemento irreemplazable, consigue que el lector (evidentemente conocedor de esta lengua) lea a la vez que ve el poema. Se obra así en esta doble interpretación, a la vez: la lectura y la interpretación visual de los kanji que componen el poema.25
La mayoría de los autores de haikus fuera de Japón, sin embargo, no ha tenido en cuenta dichas ideas (a las publicaciones realizadas me remito26 ). En cambio, hay quien apuesta por una “vía del medio”, al afirmar que tal vez los occidentales -o los no japoneses, o quienes no conozcan esta lengua (en un nivel bastante alto, me permito añadir, necesario para escribir haikus aceptables)-, pueden hacer, usando otros tipos de escritura, algo que se puede asemejar bastante a un haiku, en cuanto a contenido, forma de expresión, etc.27
Nota del editor:
Esta ilustración ha sido retirada por motivos de copyright.
Ilustración 1: Tres kanji (ideogramas) japoneses (arriba) con sus correspondientes significados (abajo) en forma de ilustraciones (el sol, una persona de gran tamaño y una montaña). Fuente: https://www.nippon.com/es/views/b05605/ (última consulta: 27/02/2022).
Porque ha sido este, precisamente, el de la diferencia del lenguaje, uno de los argumentos que algunos teóricos japoneses del haiku han esgrimido para definir dicha estrofa como un producto eminentemente japonés. A lo largo de este trabajo veremos cómo varios poetas no japoneses han intentado esquivar esta peliaguda cuestión, con más o menos gracia, pero, evidentemente, esta frontera permanece aún como insalvable. En una prestigiosa revista japonesa, de hecho, se realizaba de manera frontal esta espinosa pregunta al hablar del haiku escrito en otras lenguas distintas del japonés:
“The first question to ask is whether or not it makes sense to compose haiku outside Japan, disengaged from Japanese culture and the language in which the form was first created. If it does, how should the poet [do it] overseas[...]"28 /29
Hablando ahora de especialistas, en Japón, unas de las voces más reputadas sobre el haiku no es, como cabría esperar, un escritor o un teórico in strito senso, sino un físico nuclear y ex-ministro del Gobierno Japonés, el doctor Akito Arima (1930-2020), aunque en Japón es muy recordado y respetado por sus escritos sobre esta estrofa y por sus intervenciones en la televisión, donde, de manera muy didáctica y cercana, enseñaba los secretos de la composición del haiku y las características principales de los autores clásicos30.
Y alejándonos de la pura teoría de la literatura, el norteamericano Jack Kerouac (19221969), que se acercó bastante al corazón del auténtico haiku31, escribió, dejando bien claro desde las primeras palabras que dedica a esta estrofa, que el haiku que se escribe en los EE.UU. no es exactamente igual al haiku acuñado en Japón. Leamos ahora algunas de sus ideas:
'American Haiku is not exactly the Japanese Haiku. The Japanese Haiku is strictly disciplined to seventeen syllables but since the language structure is different I don't think American Haikus (short three-line poems intended to be completely packed with Void of Whole) should worry about syllables because American speech is something again... bursting to pop.
The rain has filled
the birdbath
Again, almost
Elephants munching
on grass — loving
Heads side by side.
Shall I say no?
— fly rubbing
its back legs
Thunder in the mountains —
the iron
Of my mother's love
The summer chair
rocking by itself
In the blizzard
Useless, useless,
the heavy rain
Driving into the sea.
Early morning yellow flowers, thinking about
the drunkards ofMexico.
Perfect moonlit night
marred
By family squabbles.
The taste
of rain
— Why kneel?
Neons, Chinese restaurants
coming on —
Girls come by shades
November — how nasal
the drunken
Conductor's call"32 /33
Por lo tanto, sirven a la perfección, como cata de prospección, estos pocos haikus del autor de On the road para darnos cuenta de que el producto de Kerouac, si bien de indiscutible calidad poética, encajaría mal con la definición canónica japonesa del haiku. Los haikus de Kerouac, como los de otros muchos autores, pecan de ser demasiado explícitos. Este aspecto del que adolece una gran parte de los haikus escritos en lenguas no japonesas no lo hago notar yo, sino que escribo teniendo muy presentes ahora las palabras de uno de los japonólogos más respetados a nivel mundial, el norteamericano Donald Keene (1922-2019); ha sido él quien escribió al respecto unas palabras muy acertadas (luego también citadas en numerosos trabajos):
“The haiku is so very short that often it is very difficult to understand what it means. Sometimes it's possible to get two different interpretations of the poem. This, to a poet, would not be a bad thing. To have more than one interpretation increases the richness, the possibility of stimulating the person who reads »34/35
Y quien fuera el padre de los estudios del haiku en Occidente, Reginald Horace Blyth (1898-1964)36, también escribió, refiriéndose a este mismo argumento de lo que podríamos definir como “vaporosidad” del haiku, que:
"[...] haiku must express a new or newly perceived sensation, a sudden awareness of the meaning of some common human experience of nature or man... and more importantly, it must, above all things, not be explanatory, or contain a cause and its effect."37/38
Noes un tema menor y pedimos que se recuerde esta cita cuando lleguemos al capítulo VI de este trabajo, en el que se profundizará en qué es y qué no es un haiku. Sin embargo, quien más y quien menos se ha lanzado a escribir poemas breves a los que se ha apresurado a catalogar de haikus sin ser haikus. No hablo ya de cualquier aficionado, quizá los más inocentes en este asunto, cuyas pretensiones comienzan y terminan con compartir sus creaciones en algún blog o red social. Hablo de literatos serios que han difundido la idea de que lo que ellos han escrito, bajo el sello de haikus, eran verdaderos haikus, sirviendo después de modelo para sus lectores. El caso más conocido ha sido el del uruguayo Mario Benedetti (1920-2009). Si bien, nadie puede negar su maestría como poeta o narrador, incluso como dramaturgo, mucho hay que decir sobre los breves poemas que el autor de La tregua publicó bajo la denominación de haikus39.
Aproximadamente, desde finales de los años ochenta del pasado siglo XX podemos seguir la pista al interés más que continuado de esta forma poética fuera de Japón. Además de las publicaciones de antologías, centrándonos en España, han sido de ayuda para dicha difusión los libros y los artículos de Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, cuyo ya citado El haiku japonés se ha convertido en un texto clásico para todo aquel que quiera saber más sobre esta estrofa40.
Pero, junto a un ramillete de títulos acertados y cabales, se ha ido publicando una larga lista de libros de supuestos haikus que no han hecho sino emborronar y confundir el concepto de haiku fuera de su país de origen. Incluso se han llegado a publicar en Occidente libros que horrorizan a los buenos compositores de haikus: libros de fotografías muy hermosas (nada económicos, por cierto) que, en teoría, deberían servirnos como fuente de inspiración para componer nuestros haikus, pero -y esto es importante-, estos álbumes de fotografía nos ofrecen una naturaleza irreal, parada, que no es lo mismo que quieta o en silencio, muerta... Un poeta puede meditar en el más completo de los silencios (algo que, por otro lado, sabemos que no existe) en un sembrado, en un bosque o en lo alto de una montaña, pero no hay nada más innatural que meditar ante la fotografía artificial de tal o cual paraje que ha pasado por los filtros propios de su arte41.
Hay libros de haikus para llevar mejor el embarazo, para dirigir una empresa, dirigidos a obispos católicos, apostólicos y romanos, resúmenes de los clásicos universales de la literatura, haikus para superar una ruptura sentimental, para comer de manera saludable... (todo cierto y fácilmente constatable en Internet), que no son más que aberraciones hechas con esta estrofa de pretensiones humildes, que en realidad no es más que lo que “sucede aquí y ahora". Por tanto, lo que aguarda al futuro de una empresa, consejos para un parto o cómo dirigir una sede episcopal son motivos que están muy alejados de las intenciones del haiku clásico. Como muestra, un botón:
“Una dieta con menos pan de obispos
y más agua del Anarquista
es ayuno necesario."42
En cuanto al argumento del poema, no me permitiría entrometerme, ni en este ni en ningún otro, pero en lo que concierne a si el poema presentado es o no es un haiku, no puedo por menos que afirmar que se trata de lo más opuesto a lo que quiere ser el verdadero haiku. Como veremos, faltan muchas cosas y sobran otras tantas. Además, muchas de estas composiciones en miniatura se entienden mal por separado si las desgajamos de la serie de diez, treinta o cincuenta "haikus" sobre esto o aquello en las que se insertan. En concreto, el poema que he trasladado pertenece a una serie de Cincuenta haikus para obispos. Por lo que, en la mayoría de los casos, no son más que sucesiones de estrofas de tres versos. Repito, no se trata de juzgar aquí la calidad de los poemas, o incluso la de la crítica literaria, que se han publicado al calor del éxito de esta estrofa fuera de Japón, sino de la coherencia que guardan con lo que se le pide a un auténtico haiku.
Otro caso paradigmático, que propició bastantes comentarios en Internet, fue un libro de “haikus” rubricado por quien fuese Presidente del Consejo Europeo desde 2009 hasta 2014, el político belga Herman Van Rompuy (1947- ). Van Rompuy es el autor de un libro de “haikus" dedicados a la actualidad europea de aquellos días en los que ocupaba dicho cargo43. Si bien, muchas de las composiciones no son verdaderos haikus, afeo, sin embargo, las palabras de quien se refirió a sus poemas, no sin cierta sorna, como “poemillas japoneses”, poniendo la cuestión política por delante de la verdadera crítica literaria a la hora de enjuiciar la obra de Van Rompuy.
Confieso que no he leído más que unos pocos (algo así como una veintena); como digo, la mayoría no me parecen verdaderos haikus, aunque creo que Van Rompuy es un buen lector de ellos y tiene cierta idea teórica de lo que son, sólo que no domina del todo la estrofa, por ejemplo, en cuanto a los mecanismos internos se refiere.
Terminamos este capítulo con un título del escritor norteamericano de David Trinidad (1953- ), Peyton Place: A Haiku Soap Opera. He de decir que por lo que le he leído no me parece mal poeta; sin embargo, el ejercicio de redactar una telenovela en supuestos “haikus" me parece un ejercicio cuando menos ridículo. A las pruebas me remito y trataré de exponer mis argumentos de la manera más clara posible a lo largo de los próximos capítulos de la presente tesis magistral:
“348.
Just when you think you
can trust someone, they turn out
to be the Bad Seed.
349.
I do not know which
to prefer: Shakespeare quote or
pillow fight after."44 /45
Así, si nos paramos a reflexionar, esta estrofa, entendida con seriedad, tanto al escritor como al crítico literario le suponen más problemas que satisfacciones. Escribir o comentar haikus no puede hacerse a la ligera; sólo tras un conocimiento, no sólo de la literatura, sino también de la cultura, la historia o la sociedad japonesa, podremos llegar a comprender la complejidad que entrañan estos breves poemas46. Dar algo de luz a la cuestión será parte, pues, de nuestro cometido.
Nota del editor:
Esta ilustración ha sido retirada por motivos de copyright.
Ilustración 2: Algunos kanji básicos con sus significados al lado en forma de dibujos (obsérvese la fuerza expresiva de los trazos para reflejar el motivo). Fuente: https://www.nippon.com/en/views/b05605 / (última consulta: 09/03/2022).
CAPÍTULO II CUESTIÓN DE NOMENCLATURA: ¿ΗΑΙΚΑΠ ¿HAIKU? ¿HAIKÚ? ¿JAIKU?...
1. Introducción.
Creo que no me equivoco al escribir que una de las primeras dudas que le asalta al lector o al compositor de haikus es saber cómo se escribe y se pronuncia esta “dichosa” palabra japonesa47. En las antologías españolas y latinoamericanas (para acotar algo mi aserción diré que me refiero a las publicadas a partir de la década de los ochenta del pasado siglo XX hasta nuestros días), el lector comprobará que el nombre de la estrofa nipona ha aparecido, negro sobre blanco, de muy distintas formas.
Nosotros, en este breve capítulo intentaremos “ordenar” esta lluvia de ligeras variantes partiendo desde el término original en lengua nipona, lo que supone, evidentemente, explicar minuciosamente cómo se compone la palabra haiku empleando los kanji que conforman dicho vocablo. Nose trata, pues, de una cuestión menor, al contrario, tal vez sea la piedra de toque de este argumento, ya que existe -hablando en términos generales- una gran confusión al respecto fuera de Japón48.
Además -y hasta donde yo sé- esta es la primera vez que se reúnen y se glosan estas voces relativas al haiku en español, por lo que la lectura de estas definiciones facilitará la asimilación y la mejor comprensión del haiku dentro del marco de la literatura japonesa primero y también dentro del canon literario universal (visto el impacto que ha tenido esta estrofa durante las últimas décadas fuera de su país de origen49 ).
2. Pequeño glosario para entender mejor qué es un haiku.
2. 1. ¿Haiku? ¿haiku? ¿jaiku?...:
En Japón fue el prolífico Shiki Masaoka (18671902) el primero en emplear la palabra haiku (que se escribe con los kanji ßfä, cuyos significados son los de: “actor” y “haiku";+ “breve sección de una parte", “verso
de un poema", etc.). Además, fue dicho autor el que dotó a la estrofa de unas cualidades aún hoy reconocibles.50
Como he venido diciendo a lo largo de este trabajo, en gran parte debido por la gran difusión que ha conseguido este vocablo en nuestro país y en Latinoamérica, la Real Academia Española de la Lengua lo ha recogido ya en su Diccionario y lo ha definido así:
“Haiku:
Tb. haikú.
Del ingl. haiku, y este del jap. haiku.
l.m. Métr. Composición poética de origen japonés que consta de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente.”51
Así que, en español encontramos regulado cómo debemos escribir y pronunciar esta palabra Es más, en el amplio proyecto dirigido por el catedrático Miguel Ángel Garrido Gallardo, Diccionario Español de Términos Literarios Internacionales52, en el que tuve el honor de participar aportando la definición de varios términos relativos al teatro clásico nipón, ya contamos con una completa especificación de la palabra haiku53, debida a las profesoras Claudia Elisa Gidi Blanchet y Martha Elena Munguia Zatarain, ambas pertenecientes a la mexicana Universidad Veracruzana, donde oportunamente se nos advierte que dicho término: “Se ha transliterado en español como haiku, haikú ,
haikai y jaiku54 ", y tal vez no habría estado de más aclarar que el haikai, si bien íntimamente imbricado con el haiku, es una cosa bastante distinta a la estrofa en cuestión.
En cuanto a maneras de escribir la “palabreja” en castellano, el docto Diccionario de la Real Academia Española nos permite usar tanto haiku como haikú, si bien la primera forma domina sobre la segunda (cuestión de estadísticas, nada más). Sin embargo, no me resisto a recoger aquí que uno de los más notorios japonólogos españoles, el onubense Antonio Cabezas García (1931-2008), a quien tuve el honor de publicar un texto postumo55, dio a la imprenta, hace ya casi cuarenta años, una preciosa antología, prologada y anotada, de estos poemas bajo el título de Jaikus inmortales56. El profesor Cabezas fue un hombre formidable, culto, interesado en la historia, la literatura japonesa y también en el flamenco, dotado del duende andaluz sobre el que teorizó Federico García Lorca. Si leemos esta y otras obras suyas podemos comprobar que disfrutaba jugando con el lenguaje, mezclando el registro académico con las formas de la lengua de andar por casa (para quien escribe esto es toda una virtud y no una debilidad, puesto que los escritos de Cabezas son vivaces, ricos, en absoluto monótonos). Cuando puso el título a su monografía estaba pensando en la fonética de la palabra, en la rotundidad de la jota, algo parecido a lo que pensaba Juan Ramón Jiménez en eso de sus “antolojías"57. Sé de buena tinta, además, que don Antonio disfrutaba al escribir sus textos maravillosos sobre Japón dejando escapar el tono del español hablado, y así quedó para la posteridad su libro:/azkus inmortales.
2.2. Haikai
Is : La palabra haikai está conformada por dos kanji muy interesantes y que sirven para explicarse a sí mismos: (“diversión", “humorístico", “liviano"...); y Be, que en chino (pronunciado xié) quiere decir “animoso", “divertido”, “armonioso”... este ideograma contiene, a su vez, el ideograma: ® (“hablar para todo el mundo” “lo que se dirige a todo el mundo” “lo popular” etc.; separándose así esta poesía, desde su significado, de la poesía cortesana, que quedaba reservada para el deleite de tan sólo unos pocos). Eso es, de entrada, el haikai. Pero, ahondemos un poco más en sus características. Con esta premisa primigenia el haiku no se debe construir como un secreto arcano, un pequeño enigma hermenéutico al que es difícil acceder, el haiku no es un kóan58, sino que la cotidianidad es su fuente de inspiración. Matsunaga Teitoku (1571-1654) fue uno de los principales autores nipones en defender la escritura de haikai; ahora bien, guardando unas reglas en la composición: se permitían los juegos de palabras, las alusiones a las composiciones eruditas (tankas escritas por autores nobles o al servicio de la corte) y también podían utilizarse palabras coloquiales o venidas desde China (haigon), pero no se podía caer nunca en lo obsceno y lo vulgar. Divertirse haciendo poesía, sí, pero con limitaciones. Uno de los discípulos de Teitoku fue Kitamura Kigin59 (1624-1704), quien fue, a su vez, uno de los maestros de Matsuo Bashó, que ya ha sido canonizado en Oriente y Occidente como maestro indiscutible del haiku; sin embargo, con esta pequeña explicación completamos el círculo del nacimiento y desarrollo del haiku y comprenderemos mejor sus raíces, su idiosincrasia y su desarrollo.
Algún que otro problema ha creado la palabra haikai a los teóricos dedicados al estudio de esta estrofa. Se ha usado en ciertas antologías publicadas en portugués, más en concreto las editadas en Brasil, puesto que allí los términos haikai y haicai se emplean para referirse erróneamente al haiku. Leamos, para comprender mejor lo que digo, las palabras del profesor de la Universidad de Coimbra Manuel Pórtela:
"0 haiku ou haicai (forma usada com mais frequência no portugués do Brasil60) é urna forma poética japonesa antiga, cultivada autónomamente sobretudo a partir do século XVII. A palavra deriva de 'hokku', usada para designar a estrofe inicial das formas de poesía colaborativa renga ou renku, nas quais os poetas participantes encadeavam as respetivas estrofes entre si [...]."61 /62
Así que, aquí tenemos la explicación a que muchos libros brasileños (y algunos portugueses) lleven el título de haicai o haikai cuando en realidad quieren referirse al haiku. Siguiendo esta pista, nos será muy fácil acceder a distintas antologías de haikus o a estudios sobre el haiku publicados en esta lengua en donde la palabra haikai aparece en sus respectivos títulos sin que, en realidad, sea lo que encontremos en el interior, ya que lo que se antologan o estudian son los haikus de la tradición japonesa.
Uno de los más prestigiosos traductores y ensayistas nipones de cuantos se han dedicado al haiku, Hiroaki Sato (1942- ), es quien nos dice al respecto (citando él a otro de los grandes estudiosos del haiku en Japón de todos los tiempos, el profesor Ogata Tsutomu)63:
[...]
1 Introducción de Frutos Soriano para el Manifiesto de Chinchilla.
2 RODRIGUEZ-IZQUIERDO, Fernando, El haiku Japonés, Madrid, Hiperión, 1994.
3 HAYA SEGOVIA, Vicente, El corazón del haiku, Madrid, Mandala ediciones, 2002.
4 El presente texto es la revisión, con ligeras modificaciones y enmiendas de algunas pequeñas erratas, de mi tesis magistral defendida en la Université degli Studi Guglielmo Marconi de Roma el día 29 de marzo de 2023, que obtuvo la calificación de "Sobresaliente cum laude". Fue dirigida por el doctor Gino Tramontana y el tribunal estuvo formado por los doctores: Lúea Alfieri [Presidente], Paola Ebranati, Stefano Santacroce, Giovanna Scatena y Gino Tramontana. Para todos ellos mi agradecimiento por su trato exquisito durante tan importante momento para mí.
5 Una importante fuente de recursos bibliográficos para este estudio ha sido la proporcionada por el blog dedicado a esta estrofa alojado en: https://nueva.elrincondelhaiku.org/ (última consulta: 0J/08/2022], Entre otros, han escrito en dicho portal autores tan reputados como: Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, Vicente Haya Segovia, Pedro Aullón de Haro, José María Bermejo, Frutos Soriano, etc.
6 Léase para esto: CID LUCAS, "La vuelta a la inocencia a través del haiku en el último Auden. El poema "Archaeology" como paradigma”, Revista Universidad de Antioquia, ns 309, 2012, pp. 54-59; CID LUCAS, Fernando, “Hallazgo haikuista o casualidad versal en el poema “Canción”, de Gerardo Diego”, Kokoro: Revista para la difusión de la cultura japonesa, ns 17, 2015, pp. 23-26; CID LUCAS, Fernando, 'Algunas reflexiones sobre la composición de haikus en español: hacia una estética y una definición”, Barcarola: revista de creación literaria, ns 85-86, 2016, pp. 446-460; o: CID LUCAS, Fernando, “Poesía al iaponico modo al pie del Vesubio: cinco haikus, traducidos y anotados, de Gianfranco Marziano”, Kokoro: revista para la difusión de la cultura japonesa, ns 27,2018, pp. 20-28.
7 Huelga decir que una vez aceptado el vocablo por la Real Academia de la Lengua Española (asunto sobre el que volveremos en el capítulo siguiente], evitaremos escribir haiku en cursiva o entre comillas, salvo que la cita así lo vuelva necesario, por lo que escribiremos, consecuentemente, haikus como forma reconocida y aprobada de su plural.
8 No obstante, existen algunos haikus “canonizados” que no cumplen con dicha pauta métrica. Véase para esto lo recogido en el libro de uno de los mejores traductores y estudiosos del haiku en español: HAYA SEGOVIA, Vicente, Aware. Iniciación al haiku japonés, Barcelona, Kairos, 2013.
9 Nos referimos, claro está, a idiomas occidentales. Para lo relacionado con el haiku en español recomendamos, para iniciarnos en esta inabarcable cuestión, el completo artículo de: BALCELLS, José María, “Poesía hispánica japonesista”, Estudios humanísticos. Filología, ns 18,1996, pp. 93-114.
10 Sin olvidarnos de la preceptiva china, puesto que la poesía japonesa recibió importantes influencias de las letras chinas en diferentes periodos histórico. Sirva como ejemplo de lo que decimos el hermoso e ilustrativo trabajo de la profesora: SUN, Dong, "Shared Heritage & Unique Developments: the Interaction Between Classical Japanese & Chinese Landscape Poetry”, Japan Spotlight, March/April, 2019, pp. 51-54.
11 A manera de preludio de lo que trataremos en los capítulos posteriores con mayor detenimiento, traslado ahora un célebre haiku escrito por Tachibana Hokushi [1665-1718], discípulo directo de Matsuo Bashó, en donde, en tan sólo tres versos, su autor nos retrata el concienzudo oficio del escritor: "Pruebo a escribir..., /para ir tachando. Al cabo, / flores sin tacha /. En: VV.AA. [Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala trad, y ed.J, En alas del viento (Escuela de Bashó), Gijón, Satori, 2021, p. 35.
12 Vocablo que aparece también recogido ya en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: "Tanka: Del jap. Tanka, de tan 'corto' y ka 'canción', f. Poema de origen japonés que consta de cinco versos, pentasílabos el primero y el tercero, y heptasílabos los restantes. Definición disponible en: https://dle.rae.es/tanka?m=form [últimaconsulta: 08/03/2022],
13 Alternancia métrica, por cierto, que constatamos en algunas estrofas chinas ya en la temprana Dinastía Tang [618-907],
14 En: D'ANGELO, Paola, "La poesía giapponese del dopoguerra. Seconda parte: Tanka”, Poesía, ns 77,1994, p. 27.
15 Aunque este escritor nació a finales del periodo Heian [794-1192], desarrolló su labor poética y teórica ya en el periodo Kamakura. Hoy en día sigue siendo considerado como uno de los pilares fundamentales de la literatura japonesa de todos los tiempos.
16 Véase para esto: NEGRI, Carolina, “Izayoi nikki. The History of a Disputed Heritage in the Kamakura Period [1185-1333]”, Annali di Ca' Foscari. Serie orientale, ns 56, 2020, pp. 563-592; o: SMITS, Ivo, "Teika and the
Others: Poetics, Poetry, and Politics in Early Medieval Japan”, Monumento Nipponica, vol. 59, ns 3, 2004, pp. 359-89.
17 Léase, para comprender mejor el significado de este término, que va más allá del mero sentimiento y que linda con campos como los de la antropología o la etnografía, el artículo de: NAKAYA, Tereza, "The Japanese concept kokoro and its axiological aspects in the discourse of moral education”, Adeptus, ns 13, 2019, pp. 1-22.
18 Léase, por ejemplo, el número monográfico dedicado a esta cuestión de la revista: Japan Review: Bulletin of the International Research Center for Japanese Studies, ns 3,1992; o la interesante entrada escrita al hilo de lo que ahora decimos en el blog: https://blog.goo.ne.ip/norihiko/e/4b2eed46cd57bf8c3c4dd2a39e282f84 (última consulta: 15/02/2022],
19 Léase para esto, por ejemplo, la "polémica” Réplica de Vicente Haya al profesor Haruo Shirane. Disponible en: https://it.scribd.com/doc/21007584/Haya-Vicente-Respuesta-Al-Profesor-Haruo-Shirane (última consulta: 28/05/2022],
20 En: RODRÍGUEZ-IZQUIERDO Y GAVALA, Fernando, El haiku japonés, Madrid, Fundación Juan March, 1972, p. 2.
21 Lit.: "Escritura de la dinastía Han”, en referencia a la procedencia china de este añejo sistema de escritura.
22 En: RODRÍGUEZ-IZQUIERDO Y GAVALA, Fernando, "Un haiku escrito en katakana (silabario especial]”, en: https://nueva.elrincondelhaiku.org/2020/07/01/un-haiku-escrito-en-katakana-silabario-especial/ (última consulta: 08/03/2022],
23 En su famoso libro dedicado a Japón: BARTHES, Roland, Empire ofSigns, London, Jonathan Cape, 1983.
24 Léase al respecto, por ejemplo, el interesante libro de: HAMILTON, Natalie J., The Kanji Code: See the Sounds with Phonetic Components and VisualPatterns, Sydney, Ocha Press, 2019.
25 Una mejor comprensión de esto nos la puede proporcionar la lectura del libro de: FIORONI SANDRI, Giancarla, Kanji. L'ideogramma nell'idioma giapponese, Treviglio, Zephyro Edizioni, 2017.
26 Con detenimiento, por ejemplo, se pueden analizar los títulos recogidos en este apartado de la web El rincón deihaikw. https://clasica.elrincondelhaiku.org/sec3.php (última consulta: 10/05/2022],
27 Ahondando en esta corriente -que no entro a juzgar porque aún he leído muy poca bibliografía al respecto-, llegaríamos a los denominados emoji-haiku, novísimas composiciones elaboradas con los emoticonos (u emojQ de nuestros teléfonos móviles. Un artículo interesante al respecto, con varios ejemplos ilustrativos, puede leerse en la web: https://capnfabs.net/posts/emoji-haiku-v2/ (última consulta: 10/03/2022).
28 En: "Contour Lines”, Look Japan, vol. 46,2000, p. 34.
29"La primera pregunta que debemos hacernos es si tiene o no sentido componer haikus fuera de Japón, desconectados de la cultura japonesa y del idioma en el que se creó por primera vez. Si lo tiene, ¿cómo debería [hacerlo] el poeta en el extranjero?” (Traducción: Fernando Cid Lucas).
30 Véase, por ejemplo: https://wkdhaikutopics.blogspot.eom/2010/02/arima-akito.html (última consulta: 27/02/2022],
31 Buena parte del ideario poético de Kerouac y de otros compañeros suyos de generación (varios interesados también por el haiku, el budismo zen, etc.] puede leerse en la completa monografía de: LEE, Bartlett (ed.], The Beats: Essays in Criticism. London, McFarland, 1981.
32 En: https://www.beyondeasy.net/2011/04/npm-western-haiku.html (última consulta: 27/02/2022],
33 “El haiku americano no es exactamente como el haiku japonés. El haiku japonés está estrictamente disciplinado a diecisiete sílabas, pero, dado que la estructura de la lengua es diferente, no creo que los haikus americanos (poemas cortos de tres líneas destinados a estar totalmente llenos de un completo vacío] deban preocuparse por las sílabas, porque el discurso americano es algo que, de nuevo... se despliega en un estallido.
Llenó la lluvia
la bañera de los pájaros
de nuevo, casi.
Elefantes mascando
hierba —amorosas
cabezas juntas.
¿Debo decir que no?
—mosca frotándose
las patas traseras.
Trueno en las montañas—
el hierro
del amor de mi madre.
La silla de verano meciéndose sola en la ventisca.
Inútil, inútil
la fuerte lluvia
yendo hacia el mar.
Flores amarillas de madrugada,
pensando en
los borrachos de México.
Noche perfecta de luna
estropeada
por disputas familiares.
El sabor
de la lluvia
—¿Por qué arrodillarse?
Neones, restaurantes chinos
que se aproximan—
Las chicas vienen por colores.
Noviembre —qué nasal
la llamada
del revisor borracho.” (Traducción: Fernando Cid Lucas],
34 Texto completo disponible en: http://www.columbia.edu/itc/eacp/asiasite/topics/Haiku/Interpret/Text.htm (última consulta: 09/03/2022],
35 “El haiku es tan breve que a menudo es muy difícil entender lo que significa. A veces es posible obtener dos interpretaciones diferentes del poema. Esto, para un poeta, no debería ser malo. Tener más de una interpretación aumenta la riqueza, la posibilidad de estimular a quien lo lee.” (Traducción: Fernando Cid Lucas],
36 Huelga recordar su imponente obra sobre este argumento: Haiku (redactada en cuatro volúmenes: vol. 1: Eastern Culture; vol. 2: Sprina; vol 3: Summer-Autumn; vol. 4: Autumn-Winter), Tokyo, The Hokuseido Press, 1949-1952.
37 Cita sacada de: https://www.ryukoku.ac.jp/haiku/haiku en.html (última consulta: 09/03/2022],
38 "[...] el haiku debe expresar una sensación nueva o recientemente percibida, una súbita conciencia del significado de alguna experiencia humana común de la naturaleza o del hombre y lo que es más importante, debe, sobre todas las cosas, no ser explicativo, ni contener una causa y su efecto.”(Traducción: Fernando Cid Lucas],
39 En concreto, me refiero a los poemarios titulados: Rincón de haikus (1999] y Nuevo rincón de haikus (2006],
40 Una parte de la extensa producción científica del profesor Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala puede consultarse aquí: https://dialnet.unirioia.es/servlet/autor?codigo=164392 (última consulta: 29/07/2022],
41 Me explico: un haiku motivado por la contemplación de una fotografía, como por una estatua o una pintura, si
tendría razón de ser; pero no la naturaleza, tenida como naturaleza viva, tomada a través de una fotografía.
42 En: http://www.redescristianas.net/50-haikus-para-obisposfei-delvahe/ (última consulta: 09/03/2022],
43 Más información al respecto puede leerse en: https://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/15/union europea/1271344419.html (última consulta: 09/03/2022],
44 En: https://poets.org/poem/peyton-place-haiku-soap-opera-excerpt (última consulta: 10/03/2022],
4545"348.
Justo cuando crees que
puede confiar en alguien, resulta
ser la Mala Semilla.
349.
No sé cuál
prefiero: una cita de Shakespeare o
pelea de almohadas luego.” (Traducción: Fernando Cid Lucas],
46 Léase lo recogido en el esclarecedor trabajo de: BROWER, Robert H. & MINER, Earl Roy, "Formative Elements in the Japanese Poetic Tradition”, Thejournai of Asian Studies, ns 16, vol. 4,1957, pp. 503-527.
47 La cuestión que planteamos se refiere al ámbito de la lengua española. Evidentemente, no entraremos a analizar cómo se debe escribir en lenguas como el francés, donde entrarían en juego las normas de acentuación propias de este idioma, etc.
48 Para comprender en profundidad el paso del haíkaí al haiku léase el esclarecedor libro de: SIEFFERT, René, Bashô etson école Haïkaï. Paris, Les éditions Textuel, 2005.
49 Léase para esto el artículo de: MCCARTY, Steve. "Internationalizing the Essence of Haiku Poetry”, Taj Mahal Review, ns 7, 2008, pp. 61-65; o el libro de: MCCREADY, James, Seasons Calling: Haiku & Western-Style Verse, Tokyo, Tuttle Publishing, 2013.
50 Léase, para ahondar en esta interesante cuestión, el libro de: HIRAI, Masako (ed.], Now, To Be! Shiki’s Haiku Momentsfor Us Today/Ima, ikiru!Shiki no sekai, Osaka, U-Time, 2003.
51 Disponible en: https://dle.rae.es/haiku (última consulta: 23/03/2022],
52 Alojado en: http://www.proyectos.cchs.csic.es/detli/ (última consulta: 23/03/2022],
53 Disponible en: http://www.proyectos.cchs.csic.es/detli/sites/default/files/Haiku.pdf (última consulta: 23/03/2022],
54 En: http://www.proyectos.cchs.csic.es/detli/ (última consulta: 23/03/2022],
55 CABEZAS GARCÍA, Antonio, "Impacto mutuo de Japón y las demás civilizaciones”, Japón y la Península Ibérica: Cinco siglos de encuentros (Fernando Cid Lucas ed.J, Gijón, Satori, 2011, pp. 19-32.
56 Madrid, Hiperión, 1983 (aunque el libro ha tenido numerosas reediciones],
57 El escritor de Moguer, además de cambiar las "g” por "j" en los grupos "ge” y "gi”, se negaba a escribir la letra "x.” Un artículo muy interesante sobre la particular forma de escribir de Juan Ramón Jiménez lo podemos localizar en la web: https://www.nacion.com/viva/cultura/la-extrana-iota-de-iuan-ramon/W74M0YPPHFGUZGG07PP0BI5BE4/story/ (última consulta: 23/03/2022],
58 Acertijo de resolución ilógica empleado en la práctica del budismo zen. El más famoso de ellos es el que dice: “¿cuál es elsonido de una sola mano?".
59 Hombre de una vasta cultura poética, fue alumno -además de Teitoku- de Asukai Masaaki, Sanenari Shimizudani y Yasuhara Teishitsu. En Europa aún es muy poco conocido, aunque significó el trascendental inicio de la sistematización del haikai, que luego continuó su discípulo más destacado, Matsuo Bashó. Véase para ahondar en este periodo de la literatura nipona lo recogido en el artículo de: KEENE, Donald, "Joha, a Sixteenth-Century Poet of Linked Verse”, Warlords, Artists and Commoners: Japan in the Sixteenth Century JElison, G. & Smith, B. eds.J, Honolulu, University ofHawaii Press, 2021, pp. 113-132.
60 El subrayado es nuestro.
61 El texto íntegro está disponible en: https://eg.uc.pt/bitstream/10316/83567/l/MP Haiku rualarga39 %282014%29.pdf (última consulta: 20/03/2022],
62 “El haiku o haicai (forma más utilizada en el portugués de Brasil] es una antigua forma poética japonesa, cultivada de forma autónoma, principalmente a partir del siglo XVII. La palabra deriva de 'hokku', que se utiliza para designar a la estrofa inicial de las formas de poesía colaborativas renga o renku, en las que los poetas participantes encadenaban sus respectivas estrofa.” (traducción de Fernando Cid Lucas],
63 Piénsese, por ejemplo, en su archiconocido libro: TSUTOMU, Ogata, Haiku to haikai, Tokyo, Kadokawa Shoten, 1981.
- Citar trabajo
- Fernando Cid Lucas (Autor), 2023, Aciertos y desaciertos del haiku en español. Una aproximación desde las fuentes japonesas hasta las redes sociales, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/1353577
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