“Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre Borges y no pasa una semana en
que no aperezca un libro sobre su vida, un ensayo sobre su obra, un
estudio sobre su poesía, un homenaje a su persona”1.
Estos trabajos son testimonios de la riqueza de la creación Borgeana.
Por lo tanto si se habla acerca de la literatura contemporánea
hispanoamericana no se puede explicarla sin tener en cuenta a Borges
como uno de sus más importantes catalizadores.
Además no es exagerado afirmar que el mapa de la ficción del siglo XX
quedaría incompleto sin su nombre2.
El objetivo del presente trabajo es analizar los elementos estructurales y
formales de “Las Ruinas circulares” y examinar en particular la función del
sueño.
Para ello como primer paso recapitularemos brevemente la historia para
luego nos introduciremos en el cuento fantastico y después en el análisis
formal.
Más adelante caracterizaremos el género literario al que pertence este
relato y nos abocaremos por último a la función del sueño.
[...]
Índice
1. Introducción
2. Desarrollo
3. El análisis formal
3.1. Tipos de narraciones
3.2. Análisis del discurso narrativo
3.2.1. Elementos de los acontecimientos
3.2.2. El mundo narrativo
3.2.3. La instancia narradora
3.2.4. La manera de la narración
4. El análisis textual
4.1. La literatura fantástica
5. La función del sueño
5.1. El Sueño y la realidad
5.2. Lo característico de los sueños
5.3. Alicia en el País de Borges
5.4. La relación entre el mundo soñado y real
6. Conclusión
7. Bibliografía
7.1. Literatura primaria
7.2 Literatura secundaria:
7.3 Artículo de diarios
7.4 Páginas de Web
1. Introducción
“Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre Borges y no pasa una semana en que no aperezca un libro sobre su vida, un ensayo sobre su obra, un estudio sobre su poesía, un homenaje a su persona”[1].
Estos trabajos son testimonios de la riqueza de la creación Borgeana.
Por lo tanto si se habla acerca de la literatura contemporánea hispanoamericana no se puede explicarla sin tener en cuenta a Borges como uno de sus más importantes catalizadores.
Además no es exagerado afirmar que el mapa de la ficción del siglo XX quedaría incompleto sin su nombre[2] .
El objetivo del presente trabajo es analizar los elementos estructurales y formales de “Las Ruinas circulares” y examinar en particular la función del sueño.
Para ello como primer paso recapitularemos brevemente la historia para luego nos introduciremos en el cuento fantastico y después en el análisis formal.
Más adelante caracterizaremos el género literario al que pertence este relato y nos abocaremos por último a la función del sueño.
2. Desarrollo
Jorge Luís Borges narra en su cuento “Las Ruinas circulares” la historia de un hombre, que tiene el propósito de soñar otro hombre: “Quería soñar un hombre:quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad.”( F, 451 ).
En el comienzo el hombre sueña un anfiteatro circular lleno de alumnos, en su sueño él les da clases de ciencia y busca en este círculo “un alma que mereciera participar en el universo” ( F, 452 ). Pero el plan fracasa porque el insomnio se opone a la concreción de los deseos del soñador. Sin embargo el hombre idea otro plan para cumplir su propósito, la superación de esta crisis.
Espera hasta la próxima noche de luna llena y sueña primero sólo un corazón.
Lo hará hasta que éste se vuelva perfecto, después proseguirá con los otros órganos principales. Poco a poco forma un nuevo hombre, “El pelo innumerable fue tal vez la tarea más difícil” ( F, 453 ).
De esos sueños nace un mancebo, mas este no puede levantarse, ni hablar, ni abrir sus ojos, por lo que el hombre quiere en principio destruir su obra. No obstante en seguida se arrepiente y finalmente le pide ayuda a un dios cuyo nombre terrenal es Fuego. Este dios tiene la fuerza para despertar al mancebo. Solamente el fuego y el soñador saben que aquel es tan solo un fantasma, un mero simulacro.
Con esta ayuda el mancebo soñado se despierta y el hombre continue construyendolo. Antes de insertarlo en la realidad, borra la memoria de su hijo soñado para que no se dé cuenta de su origen. “Para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como los otros “ ( F, 454).
Finalmente el hombre concluye su tarea.
Tiempo después escucha acerca de un hombre, que puede caminar atraves de las llamas sin quemarse e inmediamente se da cuenta de que se trata de su hijo. En este momento lo invade un gran temor: su hijo soñado puede llegar a la conclusión de que él es sólo “la proyección del sueño de otro hombre “ ( F,.454) y así descubrir el secreto de su origen.
Con este miedo llega también el fin del hombre. Las ruinas circulares, en las que él había organizado su obra, se convierten en un cinturón de llamas. Para su sorpresa él puede atravesarlas y nota que también él es sólo un hombre soñado por otro hombre. “Èstos no mordieron su carne, èstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión. Con alivio, con humillación, con terror, comprendío que él también era una apariencia, que otro estaba soñando.( F,.455)
3. El análisis formal
3.1. Tipos de narraciones
Nuestra vida está repleta de narraciones: las narraciones cotidianas, las crónicas periodísticas, científicas, los relatos históricos y los relatos literarios[3].
¿La pregunta, que surge de ello, es cómo se pueden distinguir las narraciones entre sí?
En la narración literaria se pueden diferenciar dos formas de narrar, por un lado la narración que se basa en un hecho verdadero de la realidad extralingüística[4],y por otro la narración que se distingue por el carácter imaginario o ficticio de los hechos narrados y además por el empleo de la función literaria del lenguaje[5].
En el caso de “Las ruinas circulares“ se trata de un cuento, uno de los tipos de narración literaria más frecuentes, que se caracteriza por tener una extensión más breve que la novela, que es otro tipo de narración literaria.
Otra de las características de los cuentos, además la extensión más breve, es la mayor importancía de los núcleos narrativos, ya que cuenta con una menor cantidad de acciones secundarias
y un menor número de figuras.
Con respecto a la estructura, los cuentos populares desarrollan una anécdota de manera casi lineal (introducción, conflicto, desenlace). En cuanto al estilo, usan frases breves y simples, contienen a menudo variedades regionales y registros orales y familiares.
Los temas tratan, o de la vida cotidiana, es decir son realistas, o tratan de asuntos fabulosos y sobrenaturales (maravillosos).[6]
Así, el cuento tiene que producir una impresión rápida que provoca en el lector un impacto, una conmoción de duda acerca de la verdadera naturaleza de los hechos narrados[7]. Los cuentos de Borges no son cuentos populares, pero siempre los preferió no sólo como lector sino también como escritor, hecho que queremos subrayar con una cita de él:
“Durante el transcurso de una vida dedicada principalmente a los libros, no he leído sino pocas novelas y, en la mayoría de los casos, sólo el sentido del deber me permitió llegar a la última página. Al mismo tiempo, siempre fui un lector y relector de cuentos. La sensación de que grandes novelas como Don Quijote y Huckleberry Finn carecen virtualmente de forma, reforzó mi gusto por el género de cuentos, cuyos elementos esenciales son la economía y una mínima exposición del principio, la mitad y el final”[8] ( Molachino; Mejía Prieto, P.159 ) .
Además de estas características se puede clasificar los cuentos en distintos tipos de relatos, a saber realista, maravilloso, cienca ficción y fantástico[9].
Dentro de esta clasificación queremos subrayar el relato fantástico que es, la tipificación mas adecuada para “Las Ruinas Circulares”.
El cuento fantástico está marcado por un mundo cotidiano y verosímil, en que acaecen acontecimientos insólitos. Estos se pueden explicar, o bien como una alucinación de los personajes, o bien, como una alteración de las circunstancias habituales por un presunto invento o simplemente la aparición de lo sobrenatural[10].
Es decir si hay en el mundo del cuento elementos extraños, imposibles o inexplicables, o cuando se apuesta a una incertidumbre entre dos explicaciones
- una racional y la otra irracional - que jamás se resuelven, se lo puede clasificar como un cuento fantástico[11].
Queremos destacar esta característica con dos ejemplos de “Las Ruinas Circulares”:
“Si alguien le hubiera preguntado su propio nombre o cualquier rasgo de su vida anterior, no habría acertado a responder” ( F, 451).
Así el personje, que sabe todo, no sabe ni su propio nombre, que es generalmente una pregunta que siempre se puede responder. Esta primera cita representa un gran elemento fantástico, el elemento inexplicable, que nos permite clasificar este cuento dentro del género en cuestión.
La segunda cita nos indica otro elemento clásico del género fantástico, a saber lo imposible. ”Mucho más arduo que tejer una cuerda de arena o que amonedar el viento sin cara” ( F, p. 452 y 453 ).
Nos preguntamos ahora que es lo característico de este género, pero antes de ocuparnos con esta pregunta seguiremos con el análisis del discurso narrativo.
3.2. Análisis del discurso narrativo
El análisis del discurso narrativo se ocupa ante todo de dos aspectos esenciales. Por un lado la trama narrativa, y por otro el discurso narrativo.
La trama narrativa se basa en elementos de los acontecimientos, en el mundo narrativo y en la estructura de los acontecimientos. Mientras que el discurso narrativo se refiere a la estructura temporal, la voz narradora, y el modo de la narración[12].
3.2.1. Elementos de los acontecimientos
La primera interrogación que se plantea es: ¿en qué lugar y en qué tiempo está situado el cuento?
En el primer párrafo Borges da la información acerca de la ubicación espacio - temporal. El cuento parecería situarse en Asia, es decir en Persia ( hoy Iran ), porque se dice que en las aldeas se habla el idioma zend. El idioma zend nunca existió realmente, sino que era el nombre utilizado para los comentarios de textos sagrados de Persia[13], “donde el idioma zend no está contaminado de griego”,
y - sigue la cita - y donde es infrecuente la lepra “ ( F, 451), que es otra indicación para la cultura oriental, porque la lepra era la enfermedad que venía de la cultura occidental.
El hombre permanece lo mayoria del tiempo en el templo en una selva palúdica “..ese templo era el lugar que requería su invencible propósito”.( F, 451 ).
3.2.2. El mundo narrativo
Las indicaciones del tiempo aumentan a menida que avanza el cuento “Unánime noche, pero a los pocos días” (F, 451) ,”a las nueve o diez noches” (F, 452) ,”un mes” (F, 453) , “durante catorce lúcidas noches”, “antes de un año”, “que finalmente abarcó dos años”, “al cabo de un tiempo que ciertos narradores de su historia prefieren computar en años y otros en lustros”, “en mil y una noche” (F, 454),
pero como lectores no tenemos la sensación de que efectivamente transcurren semanas y meses o sea años.
El empleo de indicaciones temporales es cronológico y progresivo, es decir el ritmo temporal se mantiene constante.
3.2.3. La instancia narradora
Si se pregunta quien narra la historia, la respuesta parece obvio a primera vista, porque normalmente el lector sabe quien escribió la historia.
No obstante las estructuras complejas de la construción narrativa de la realidad no se puede analizar con una comunicación, afuera del texto entre autor y lector. Más bien hay que analizar el nivel ficional de la comunicación, en la que un autor ficional crea un narrador que le relata los acontecimientos a un lector ficional.
Esta función de la construción narrativa de la realidad se denomina instancia narradora[14].
En el caso de “Las Ruinas Circulares” se trata de una instancia narradora heterodiegética[15].
Lo característico de esta forma de la narración es, que la instancia narradora no pertenece al mundo narrativo, es decir el narrador no es parte de la historia.
Este narrador como figura imaginaria, creada por el autor se distingue además por tres posiciones básicas que el puede tomar. CITA
Por un lado el narrador como testigo o protagonista y por otro, como el predominante en “Las Ruinas circulares”, como omnisciente. CITA
Este narrador omnisciente sabe lo que hacen, sienten y piensan los personajes[16], “Sabía que ese templo era el lugar que requería su invencible propósito” ( F, 451 ), “en general, sus días eran felices”
( F, 454 ).
Sin embargo, es necesario hacer una aclaración en cuanto a esta cuestión,
pues que en una frase el narrador indica que él no es el único narrador y por consiguiente no sabe todo.
“Al cabo de un tiempo que ciertos narradores de su historia prefieren computar en años y otros en lustros “ ( F, 454).
3.2.4. La manera de la narración
Una pregunta muy esencial en el análisis de la construcción narrativa de la realidad, cuál es el vínculo entre la instancia narrativa y la de la realidad en la historia.
En “Las Ruinas circulares” la instancia narrativa percibe los acontecimientos por si misma, los interpreta y los ordena. Narra desde un punto de vista general, es decir sabe y dice más de lo que los personajes del cuento pueden saber y decir.
Por este conocimiento, que forma la base para el orden de la historia, se denomina esta manera de la narración auctorial[17].
[...]
[1] Vaccaro p.9
[2] Alazraki p. 35
[3] Marín p. 136
[4] Strenzel p. 71
[5] Marín p. 136
[6] Atorresi; Bannon; Gándara; Kornfeld p. 168
[7] Marín p. 53
[8] Molachino; Mejía Prieto p. 159
[9] Atorresi; Bannon; Gándara; Kornfeld p. 175
[10] Marín p. 137
[11] Atorresi; Bannon; Gándara; Kornfeld p. 175
[12] Strenzel p. 73
[13] Cañque p. 228
[14] Strenzel p. 79
[15] Strenzel p. 81
[16] Marín p. 138
[17] Strenzel p. 84
- Quote paper
- Tobias Rohmann (Author), 2007, Un analisis de “Las Ruinas circulares” del Jorge Luis Borges con foco en la función del sueño, Munich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/123479
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