España ocupa el 15 por ciento de la superficie de la Unión Europea, produce el 7 por ciento del PIB de la misma y además 10 por ciento de la población de la Unión Europea vive en España.
El país está dividido en 50 provincias y 17 Comunidades Autónomas. El sistema político es una monarquía constitucional en el cual el Rey Juan Carlos I. posee el cargo del jefe de Estado.
Por España el siglo XX era una época de desarrollo, cambio y crecimiento, especialmente después el fin de la segunda guerra mundial.
Este informe incluye tanto informaciones sobre este desarrollo y el marco natural del país como una vista general de la economía española.
Ìndice
1. Introducción e información general
2. Recursos naturales y ambientales
2.1. La ubicación geográfica
2.2. Clima, vegetación
2.3. Sistema fluvial
2.4. El suelo como elemento productivo
2.4.1. El suelo
2.4.2. Riquezas naturales
2.4.3. Reservas de energía
2.5. Contaminación del medio ambiente
2.6. Infraestructura
3. Recursos humanos
3.1. Población-información general
3.2. La evolución de la población
3.3. La demografía de la población en el siglo XX
3.4. División por edades y el sexo
3.5. Movimientos migratorios y distribución de la población
3.6. Capital humano como elemento productivo
3.6.1. La estructura del sistema de educación
3.7. Las repercusiones de la evolución del capital humano
4. Vista general de la economía espa ñ ola
4.1. PIB y tasa de inflación
4.2. La división del PIB según los sectores económicos
5. Problemas principales y perspectivas para el futuro
Apéndices
Apéndice 1 Diagramas del clima
Apéndice 2a Pirámides de población proyectadas
Apéndice 2b Tasas de fecundidad
Apéndice 2c Crecimiento de la población española
Apéndice 3 División de la población española
Apéndice 4a El PIB total en la Unión Europea
Apéndice 4b El PIB por capita en la Unión Europea
Apéndice 5 Desarrollo del PIB y de la tasa de inflación
Apéndice 6a División del PIB según los sectores económicos
Apéndice 6b ivisión del empleo según los sectores económicos
Bibliografía
1. Introducción e información general
España ocupa el 15 por ciento de la superficie de la Unión Europea, produce el 7 por ciento del PIB de la misma y además 10 por ciento de la población de la Unión Europea vive en España.[1]
El país está dividido en 50 provincias y 17 Comunidades Autónomas. El sistema político es una monarquía constitucional en el cual el Rey Juan Carlos I. posee el cargo del jefe de Estado.[2]
Por España el siglo XX era una época de desarrollo, cambio y crecimiento, especialmente después el fin de la segunda guerra mundial.
Este informe incluye tanto informaciones sobre este desarrollo y el marco natural del país como una vista general de la economía española.
2. Recursos naturales y ambientales
2.1. La ubicación geográfica
España está situada en la Península Iberíca entre los meridianos 35°59’ y 43°47’ de latitud norte y 3°19’ de longitud este y 9°18’ de longitud oeste (respecto al meridiano de Greenwich). Su superficie abarca unos 504.741 kilómetros cuadrados.[3]
España no está solamente compuesta por un territorio continental, sino que también se extiende hasta el océano Atlántico sudeste compuesta por las Islas Canarias, consisten en Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife, Gran Canaria, Gomera, Palma, Hierro y otras pequeñas islas, y las Islas Baleares que se componen de Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera, Cabrera y unas otras islas y también las dos ciudades Ceuta y Melilla situadas en el norte de África también forman parte de España.[4],[5]
En el norte España limita con Francia, Andorra, en el sur con Marruecos y en el oeste con Portugal.[6]
Así también el país se encuentro rodeado por el océano Atlántico en el norte y sur y el mar Mediterráneo en el este y sur.
El paisaje de España se caracteriza principalmente por montañas, que impide el desarrollo de la economía española, la superficie accidentada impide el cultivo del suelo y así mismo dificulta las comunicaciones entre las diferentes regiones.[7],[8] Solamente una pequeña parte del país está compuesta de tierras de nivel bajo. Luego de Suiza, España es el país más alto de Europa, con una altura promedio de 600 metros (nivel del mar).
Sin embargo la estructura geográfica de España también tiene una significativa oportunidad: extensas costas marítimas (3904 kilómetros en total) con más de 2.000 playas. La mayoría de las mismas son bonitas y situadas en zonas donde el clima es agradable. Ecomomicamente el potential turístico de estas regiones es enorme.[9],[10]
A causa del país está rodeado por agua, España posee una de las más importantes flotas de pesca.[11]
En el noroeste está situada la Cordillera Cantabrica, en el parte norte del país están los Pirineos. España central está caracterizada por una meseta con una altura media de 610 metros que se denomina Cordillera Central y que está rodeada por distintas sierras, como por ejemplo la Sierra de Guardarrama, la Sierra de Gredos y los Montes de Toledo. En el sur del país se situa una de las más famosas sierras españolas: la Sierra Nevada.
Los picos más altos son el Pico del Teide con 3719 metros situado en Tenerife, Mulhacén en la Sierra Nevada con 3478 metros y el Pico de Aneto en los Pirineos con 3404 metros.[12],[13],[14]
La ubicación geográfica de España, alejada del centro de Europa, aparenta ser poco ventajosa, no obstante que la adhesión a la Unión Europea España ha iniciado importantes compromisos para fomentar el desarrollo económico. La eliminación de las barreras del comercio posibilita ampliar las relaciones económicas, sociales y culturales y así también como crear condiciones para las inversiones internacionales y el aprovechamiento de economías de escala.[15]
2.2 Clima, vegetación (véase el apéndice 1)
A causa de la estructura muy diversa de la superficie terrestre del país, España posee tres tipos de climas: el atlántico en el noroeste (Cantabrica y Galicia), el mediterráneo en el este y sur del país y el continental. Dichos provocan marcados contrastes entre las diferentes regiones y son la razón principal por la que España posee una producción agrícola muy variada y una considerable biodiversidad.[16],[17]
En general un tercio del país se caracterizada por tener un clima lluvioso, mientras que los otros dos tercios de España son secos.
La zona del clima atlántico es una región de clima tipicamente marítimo. Existen muy pocas variaciones de temperatura, los inviernos son templados y los veranos son en general frescos. En esta región las precipitaciones son frecuentes y su vegetación se asimila a la de Europa del Norte, en la cual dominan grandes bosques en los que predominan hayas y robles, tierras bajas y fértiles. En las regiones más altas se encuentra hayas, castaños y también praderas alpinas y maleza. La Coruña, una ciudad situada en esta región, es la ciudad española con las precipitaciones anuales más altas (988 milimetros) de toda la Península Ibérica, como muestra el diagrama del clima en el apéndice 1.
El clima en la región al sur de la Cordillera Cantabrica es extremamente variable:
se puede encontrar zonas en donde las lluvias son muy frecuente por ejemplo Barcelona, pero en primer instancia regiones calientes y àridas con precipitaciones anuales inferior a los 500 milímetros (por ejemplo Alicante y Almeria). Los diagramas del clima en el apéndice 1 muestran esta situación.
La vegetación varía dependiendo de las condiciones climáticas y posee la adaptabilidad a aridez. En las zonas muy áridas la vegetación consiste de una combinación de bosque y maleza. En la Meseta hay encinas y alcornoques que también crecen en el sur y oeste de Andalucía.
En las regiones muy secas de La Mancha, de Extremadura y del valle del Ebro se encuentra matorral escaso y muy seco. En las zonas más humedas y silíceas de León y Extremadura predomina la Macchia, en La Mancha y La Alcarria, donde los suelos son secos y calcáreos existe la garriba.[18],[19],[20]
Otro paisaje de España, que se encuentra en primer lugar en el oeste de Andalucía, es la estepa, que aumenta más y más a causa de la erosión y la desertificación.
La vegetación costera del mar Mediterráneo es muy variada. En la costa misma predominan los bosques de encinas, alcornoques y de coníferas con pinos carrascos. En regiones más altas el pino carrasco es reemplazado por otro tipo de coníferas más adaptadas a las territorios montañosos, como el alerce y el pino royo. Junto a este tipo de árboles, dependiendo de la zona, por ejemplo en las sierras centrales de la Meseta también se puede encontrar hayas y robles. En la Sierra Nevada crecen el roble y el castaño. En regiones más elevadas del límite de la arboleda solamente crece el matorral que se ha adaptado a las zonas montañosas mediterráneas de temperaturas frías y secas.
En las costas mediterráneas en el sudoeste de Murcia y Andalucía donde está situado un desierto, la vegetación es muy escasa exepto unas plantas exóticas, como plantas de aloe, la palmera enana y otras.[21],[22]
A comparación con la situación actual hace muchos siglos España tuvo un gran territorio forestal, pero a causa de incendios de bosques durante las guerras de la Edad Media y la intensa tala de árboles a favor de la plantación de pastos y la minería, el área forestal fue reducido cada vez más. La reforestación hoy en días se comprueba en muchos casos complicada o incluso imposible y siempre conlleva gastos altos y mucho tiempo.[23]
La vegetación en España tiene una importancia especial: a causa de los paisajes diversos plantas de toda la Europa se encuentran y mezclan con plantas del norte de África. En el país crece la haya europea junto al roble mediterráneo (el pino carrasco) y la palmera africana así también como el eucalipto australiano.[24],[25]
Resumiendo se puede decir que la vegetación en España es muy variada a causa de los distintas zonas climáticas, pero en general muy escasa. Así el suelo no está protegido de las influencias ambientales que produce la agravación de la erosión.[26]
2.3 Sistema fluvial (véase el apéndice 1)
Los ríos más importantes son el Douro (895 kilometros), el río Minho (310 kilometros), el Tejo (1007 kilometros) y la Guadiana (778 kilometros) los cuales desembocan en el océano Atlántico.
El río más profundo es el Guadalquivir (657 kilometros) que fluye por Sevilla y allí está rodeado por una tierra baja y fértil.
La Segura (325 kilometros), el Río Júcar (498 kilometros), la Turia (280 kilometros) y el Ebro (910 kilometros) son los ríos más importantes que desembocan en el mar Mediterráneo.[27]
Uno de los mayores problemas que tiene España es la escasez del valioso recurso agua que es imprescindible para el crecimiento económico.[28]
Si comparamos ciertas regiones españolas como por ejemplo Almeria o Alicante con Alemania, en este caso con Francoforte, podemos observar que estas zonas españolas son muchisimo más áridas, mientras en Francoforte los precipitaciones mensuales en verano no son inferior a 48 milímetros.[29]
España no sólo tiene pocas precipitaciones, pero también la evaporación es muy alta.[30]
Con estos hechos se explican tanto los periodos de aridez como la vegetación escasa y seca en algunos partes del país.[31],[32]
En comparación con el resto de los países europeos ubicados en la zona mediterránea España se ubica aqui también en último lugar, mientras los otros países registran precipitaciones anuales por metro cuadrado de 849 milímetros (Grecia) y 877 milímetros (Portugal) a 982 milímetros (Italia), España solamente puede registrar 684 milímetros de precipitaciones por término medio.[33]
Dentro de España también existe un desequilibrio: en algunas regiones, por ejemplo La Coruña en la zona atlántica y en Valladolid las precipitaciones son más frecuentes que en las regiones mediterráneas como Alicante y Almeria. Por esta razón los ríos del territorio mediterráneo sólo aportan unos 25.000 millones de metros cúbicos, mientras los ríos en la región atlántica aportan más de 75.000 millones.[34]
Esto es un bastante problema, porque el territorio de Levante y de sur mediterráneo son los más adecuadas para la economía agrícola y en las regiones Segura y Júcar la demanda ha aumentado evidente en las últimas décadas por razónes estructurales y coyunturales. Por eso una redistribución del agua es necesaria la misma puede ser realizado en forma del incremento de la oferta o de la reducción de la demanda. Se puede aumentar la oferta con ayuda de nuevas presas, mayor control de las redes de abastecimiento y riego o mediante trasvases intercuencas (véase la mapa 1 en la página 7).[35]
Para reducir la demanda del agua es necesario aumentar el precio del agua. No hay suficientes incentivos para lograr una reducción del consumo, el precio del agua es un coste casi fijo. La Directiva Marco de Aguas de la Unión Europea ha planificado cambiar esta situación de modo que el precio del agua debe reflejar el coste económico. Esto quiere decir que es necesario incluir no sólo los costes ambientales sino también los costes relacionados con el agotamiento de los recursos y los de provisión de los servicios necesarios. Otra posibilidad para reducir la demanda del agua es cobrar el consumo de agua en función del volumen utilizado. En el Plan Hidrológico Nacional del año 2001 está previsto que el agua trasvasado de la cuenca del Ebro se puede cobrar de esta manera.[36],[37]
La mapa 1 en la página 7 muestra las zonas muy deficitarias, deficitarias, equilibradas y con excedentes de agua.
Es perceptible que las zonas atlánticas y continentales tienen suficientes reservas de agua, a causa de abundantes precipitaciones, mientras toda la región mediterránea es una zona muy seca como también muestra el diagrama de los precipitaciones en apéndice 1.[38]
Mapa 1
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Fuente: Plan Hidrológico Nacional, Ministerio de Medio Ambiente
Se ha proyectado una compensación del déficit de agua mediante un trasvase de 1050 hectometros cúbicos desde el Ebro que es relativamente rico en agua (recursos de 14.364 hectometros cúbicos) hacia el territorio metropolitano de Barcelona (190 hectometros cúbicos), las cuencas del Júcar (315 hectometros cúbicos), del Segura (450 hectometros cúbicos) y la cuenca Sur (95 hectometros cúbicos).[39]
Para no poner en peligro la región de la cuenca del Ebro, es decir que el trasvase no se realiza en el caso que el nivel del agua del Ebro es muy bajo y tampoco en los meses junio a septiembre. Un 44 por ciento del agua trasvasada es determinada para el uso urbano y los otros 56 por ciento se utilizan para los riegos.
La demanda actual de agua alcanza aproximadamente 35.000 hectometros cúbicos por año. Sin la intervención del hombre, los recursos ganados en forma natural sólo podrían satisfacer menos de la mitad de dicha demanda. Los principales consumidores son los regadíos de la agricultura con 68 por ciento del consumo total.[40]
Desde 1967 era confeccionada el Balance Hidráulico Nacional que informa sobre datos como lluvia por año dividido superficial en región atlántica y región mediterránea.
España aprovecha una red de un millar de grandes presas hidráulicas y embalses que también extraen los recursos de agua subterráneas disponibles y en los cuales están estancados aproximadamente 54.000 hectometros cúbicos de agua. Estas reservas deben asegurar el abastecimiento de la población y de la economía y permitieron aumentar la oferta de agua. Estas presas tienen sensores que controlan cuantitativamente el agua de los presas y de los canales, de esta forma siempre es conocido la cantidad de agua existente. Gracias a este tipo de información se puedan evitar catástrofes como períodos de aridez.[41]
Pero a pesar de todas estas medidas, en España el agua ha sido y sigue siendo un recurso muy escaso, cuyo aprovechamiento y redistribución significan un problema muy grande.
2.4. El suelo como elemento productivo
2.4.1. El suelo
El suelo sienta las bases para el desarrollo de la flora y la fauna. En España el suelo está caracterizado por una calidad inferior que se agrava cada vez más, a causa de la actividad humana y las condiciones ambientales, pero a pesar de la calidad inferior del suelo existe una gran biodiversidad.[42]
El suelo se regenera de estos efectos humanos y ambientales muy lentamente e incluso en algunos casos es imposible.
La erosión es un gran problema en Europa: el 12 por ciento de la superficie de Europa que significa unos 115 millones de hectáreas sufren de la erosión hídrica. España está afectada especialmente grave, 9 millones de hectáreas, estos son el 20 por ciento de la superficie española, están afectadas de una alta intensidad erosiva, las regiones de Andalucía y Murcia son las más afectadas.
Hay dos tipos de motivos principales que causan la erosión. Por una parte la estructura geográfica de España como el paisaje montañoso con una enorme cantidad de pendientes, el suelo arcilloso, el clima mediterráneo con períodos de aridez en el verano y lluvias torrenciales y además una vegetación escasa. Por la otra la intervención humana en forma de la intensa tala de árboles es también una de las razónes principales. Al mismo tiempo el éxodo rural acelera el proceso erosivo debido a que los habitantes abandonan las tierras marginales y no impiden la ampliación de los territorios erosivos. Esto tuvo como consecuencia que el suelo pierde su fertilidad, es erosionado y se empieza el proceso de la desertización.
Medidas utilizadas para combatir la erosión y la desertización son la reforestación, la plantación y la corrección de cauces torrenciales mediante técnicas hidraulicas.[43],[44]
Debido a la amenaza de la deforestación y desecación de los territorios humedos y además de la modificación de los litorales por razones como el avance de la agricultura y la urbanización, la biodiversidad del país ha adquirido constantemente mayor importancia. Este es también el motivo por el cual numeras especies animales y vegetales volvieron a vivir en pequeños zonas aisladas. El 12 por ciento de las mismas están en peligro de extinción. Para combatir este peligro en 1999 se aprobó el plan de la Estrategia Española para la Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica que incluye planes de desarrollo sostenible. La Unión Europea y diversos programas fomentan estas actividades.[45]
La Red de Parques Nacionales es una parte muy importante del patrimonio natural del país. España tiene doce parques nacionales, siete de los cuales están situados en la península y el resto en las islas. En 1999 aproximadamente 10 millones de personas visitaron estos parques. Los más conocidos son el Parque Nacional del Teide, el de Timanfaya y el de Picos de Europa.
El suelo de España se puede dividir según la clasificación de Mallada como muestra el gráfico 1 en esta página.[46]
Gráfico 1
La división del suelo español al respecto de la productividad
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En el gráfico 1 se puede ver que casi el 45 por ciento del terreno español no es apropiado por la economía agrícola porque está compuesto de rocas puras o está situado en excesiva altidud, o es muy seco o está caracterizado por una mala composición. Esto es un bastante problema. Las zonas poco productivas son zonas deficitarias de agua o de malas condiciones topográficas. Sólo una pequeña parte del 10 por ciento se puede llamar productiva.[47]
[...]
[1] García Delgado, p. 81
[2] Spiegel Almanach, p. 472
[3] Tamames, p. 2
[4] Internet: www.sispain.org/sispain/Spanish/geograph/location.html
[5] Internet: www.tradeport.org/ts/countries/spain/bnotes.html
[6] Bertelsmann, p. 34
[7] Bertelsmann, p. 282
[8] García Delgado, p. 81
[9] Internet: www.sipain.org/sispain/spanish/geograph/peninsul.html
[10] García Delgado, p. 82
[11] Spiegel Almanach, p. 473
[12] Internet: www.sipain.org/sispain/spanish/geograph/peninsul.html
[13] Bertelsmann, p. 34
[14] Internet: www.countryreports.org/content/spain.htm
[15] García Delgado, p. 82-83
[16] Tamames, p. 6
[17] EIU CP, 2001, p. 17
[18] González Moreno, p. 90-95
[19] Internet: www.sispain.org/spanish/geograph/climate.html
[20] Internet: www.sispain.org/spanish/geograph/vegetati.html
[21] Internet: www.sispain.org/spanish/geograph/climate.html
[22] Internet: www.sispain.org/spanish/geograph/vegetati.html
[23] Tamames, p. 9-10
[24] Internet: www.sispain.org/spanish/geograph/vegetati.html
[25] Internet: www.klimadiagramme.de
[26] Tamames, p. 10-11
[27] Internet: www.sispain.org/sispain/spanish/hydroga.html
[28] García Delgado, p. 85
[29] Internet: www.klimadiagramme.de
[30] García Delgado, p. 85
[31] Internet: www.klimadiagramme.de
[32] Tamames, p. 6-7
[33] García Delgado, p. 84-85
[34] Tamames, p. 6-7
[35] García Delgado, p. 86
[36] García Delgado, p. 86
[37] González Moreno, p. 90-95
[38] García Delgado, p. 86
[39] García Delgado, p. 86
[40] García Delgado, p. 85-87
[41] Tamames, p. 6-7
[42] García Delgado, p. 88
[43] García Delgado, p. 88-89
[44] González Moreno, p. 90-95
[45] García Delgado, p. 88-89
[46] García Delgado, p. 89
[47] Tamames, p. 4-6
- Citar trabajo
- Peggy Weidensdörfer (Autor), 2002, El marco natural de la economía espagñola, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/81112
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