Para empezar a desarrollar este importante tema, es fundamental explicar algunos términos con los que seguramente muchas personas no se encuentran familiarizados. Seguramente la primera impresión del lector al revisar el título generó hipótesis de cierto drama en el ensayo debido a las palabras “tragedia de los comunes”. Este término, si bien es dramático, es una metáfora utilizada en la literatura para describir las consecuencias negativas que resultan de compartir bienes para los cuáles, en su mayoría, no existe restricción al acceso permitiendo la libre explotación de los mismos (Castilla, J. C., 2015). El calentamiento global es en este sentido, la consecuencia predominante más significativa de la excesiva explotación de recursos en el último siglo (De La Fuente, A., et. al., 2017). Este ensayo busca, a partir de una serie de preguntas, realizar un análisis integral sobre los principales factores que nos han llevado a tomar una serie de decisiones que desembocan en esta problemática y evaluar las respuestas que diversos científicos y estudiosos han dado para concluir con una opinión crítica sobre los prospectos de solución que personalmente considero más apropiados ética y económicamente. En este sentido, las preguntas a responder son ¿cuál es la razón de que hayamos llegado a este punto? Tenemos que antes las autoridades desconocían el impacto de los contaminantes en la salud y el medio ambiente; hoy si tenemos la información necesaria pero, ¿será cuando las consecuencias negativas de nuestras acciones no son directas para nosotros, las llevamos acabo sin que nos importen los afectados? ¿Nos es más importante maximizar nuestro beneficio material antes que el bienestar social? Y finalmente, para dar solución a esta situación ¿a quién le corresponde resolver estos problemas?
La tragedia de los comunes como resultado de una moral pre-convencional
Para empezar a desarrollar este importante tema, es fundamental explicar algunos términos con los que seguramente muchas personas no se encuentran familiarizados. Seguramente la primera impresión del lector al revisar el título generó hipótesis de cierto drama en el ensayo debido a las palabras “tragedia de los comunes”. Este término, si bien es dramático, es una metáfora utilizada en la literatura para describir las consecuencias negativas que resultan de compartir bienes para los cuáles, en su mayoría, no existe restricción al acceso permitiendo la libre explotación de los mismos (Castilla, J. C., 2015). El calentamiento global es en este sentido, la consecuencia predominante más significativa de la excesiva explotación de recursos en el último siglo (De La Fuente, A., et. al., 2017). Este ensayo busca, a partir de una serie de preguntas, realizar un análisis integral sobre los principales factores que nos han llevado a tomar una serie de decisiones que desembocan en esta problemática y evaluar las respuestas que diversos científicos y estudiosos han dado para concluir con una opinión crítica sobre los prospectos de solución que personalmente considero más apropiados ética y económicamente. En este sentido, las preguntas a responder son ¿cuál es la razón de que hayamos llegado a este punto? Tenemos que antes las autoridades desconocían el impacto de los contaminantes en la salud y el medio ambiente; hoy si tenemos la información necesaria pero, ¿será cuando las consecuencias negativas de nuestras acciones no son directas para nosotros, las llevamos acabo sin que nos importen los afectados? ¿Nos es más importante maximizar nuestro beneficio material antes que el bienestar social? Y finalmente, para dar solución a esta situación ¿a quién le corresponde resolver estos problemas?
Para empezar a realizar el análisis propuesto, es necesario en primera instancia justificar la importancia de la investigación para posteriormente responder las preguntas y desarrollar el tema. La tragedia de los comunes, es decir, la existencia de externalidades o fallas de mercado que afectan negativamente a terceros está atentando contra la dignidad humana; lo cuál, refiere a un problema ético de falta de responsabilidad tanto social como penal. Actualmente 7 millones de personas mueren al año por causas relacionadas a la contaminación según datos de la OMS, además de que las condiciones laborales para la explotación de recursos y los impactos que generan en la región no pueden desestimarse (Harrison, R. J., 2005). La muerte de estos 7 millones de individuos no está justificada con las necesidades de consumo y producción de la sociedad moderna pues esto sería restarle importancia al valor que la vida de cada individuo tiene per se, simplemente por el hecho de ser. Estas muertes reflejan falta de empatía y de respeto por las demás personas. La importancia de esta problemática también puede ser vista desde otra perspectiva; la dificultad para encontrarle una solución. Hace algunos años, las políticas regulatorias eran mucho más frecuentes, es decir, se trataba de “políticas de acceso limitado” donde una autoridad superior, proveniente generalmente de alguna entidad gubernamental regulaba el acceso a los recursos. Esta no tuvo éxito dada la falta de vigilancia y monitoreo de los procesos además de la existencia de varios tipos de tecnología por parte de las diferentes empresas que se deriva en diferentes capacidades de producción; no puedes limitar a todas las empresas a producir lo mismo (The Economist, 1989). Actualmente se ha optado por “políticas de acceso abierto”; es decir, la literatura y prácticas relacionadas a la solución del problema de las externalidades radican en instrumentos económicos a base de incentivos que ayuden a la internalización de costos del agente que toma las decisiones; es decir, tomando el caso de Herrera 2012 como ejemplo, encontramos que una empresa minera que tiene la necesidad de contaminar, tiene una “demanda por contaminación”. Siguiendo esta metodología, Herrera propone calcular los costos del daño e impacto ambiental para así cobrárselos a la empresa y que al internalizar sus costos, desincentivando su demanda (Herrera, C., 2012). Aunque existen autores que apelan a la eficacia de este mecanismo, el instrumento ha sido poco eficiente por la dificultad de poner precio a bienes que la naturaleza emite aparentemente “sin precio”; además de que se ha visto que son tantas las ganancias de este tipo de empresas que no les importa incurrir en severos daños ambientales pues les es más redituable pagar las multas que suspender sus operaciones (Herrera, C., 2012). Es así que los economistas han visto este problema como la ausencia de un mercado para la existencia de oferta de recursos naturales y demanda de contaminación. Otro mecanismo famoso dentro de esta misma filosofía de pensamiento es el del mercado de la contaminación generado a partir de la compra de “bonos verdes”. Esta propuesta del partido político mexicano Movimiento Ciudadano, promueve la internalización de costos a partir de pagar por bonos para tener derecho a contaminar en ciertas cantidades (El Financiero, 2017).
Vemos que las soluciones anteriores coinciden en identificar en primera instancia la existencia de las fallas de mercado para después darles una solución basada en políticas coercitivas o herramientas económicas. Dentro de las políticas de acceso abierto, el primer ejemplo radica más en un sistema de incentivos mientras que el segundo en la creación de un mercado donde antes no lo había. Aunque estos mecanismos tienen la intención de ayudar a disipar los efectos negativos de la contaminación, la contradicción radica en que en algunos lugares, en lugar de favorecer al uso sustentable de los recursos, estas políticas no han tenido efecto o han incrementado la generación de contaminantes (Pulido, R. Et. al., 2015). Por otro lado, existe la posturas de algunos científicos que niegan la actividad humana como factor determinante para la consumación del mismo (Rico, J. 2015) y que incitan a los grandes empresarios a seguir produciendo y consumiendo de forma insostenible. En mi opinión, es un hecho que los recursos tanto renovables como no renovables empiezan a escasear, teniendo así importantes consecuencias para la salud de todos los habitantes de este planeta; por lo que no se puede menospreciar este asunto.
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- Graciela Herrera (Autor), 2017, La tragedia de los comunes como resultado de una moral pre-convencional, Múnich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/435402