“La cuestión es empezar” o “Aller Anfang ist schwer” - todos hemos escuchado o utilizado estas frases sabias y motivadoras en el lenguaje del día a día. Estas expresiones, llamadas proverbios, continúan vivas en muchas lenguas del mundo y se utilizan tanto en el lenguaje escrito como en el hablado. El historiador inglés Thomas Fuller describía los proverbios como “una gran cantidad de materia decorada en pocas palabras”.
La lengua española es de una riqueza sensacional gracias a todos sus giros, locuciones y fraseologismos. En la presente tesis nos vamos a centrar en un aspecto concreto: los proverbios. Como bien indica la filóloga Casado Conde: “El tiempo pasa, la lengua cambia, los proverbios permanecen” (Casado Conde 1998: 6). Es improbable que alguien no conozca frases como “De tal palo, tal astilla”, “Dios aprieta pero no ahoga” o “El tiempo todo lo cura”. Este tipo de frases cortas forman parte integrante de la realidad cultural y lingüística. Cada una de estas expresiones es resultado de una determinada tradición, religión o cultura, por lo cual conservan su estructura desde hace siglos y se conocen todavía en el día de hoy.
La primera parte de este trabajo se dedica a la introducción a la fraseología. En primer lugar, vamos a definir el término “fraseología” recurriendo a distintos trabajos y análisis elaborados por diversos lingüistas. Nos dedicaremos a la historia de su desarrollo no solo en España sino también en otros países, sobre todo en Alemania y la Unión Soviética.
A continuación, vamos a definir algunos términos importantes en este ámbito, tales como “unidad fraseológica” o “enunciado” y explicar brevemente las características de estas unidades recurriendo a varios recursos. Asimismo, vamos a destacar distintas clasificaciones fraseológicas.
Sin embargo, el punto central es la realización de un contraste fraseológico interlingual, por lo que explicaremos el término “fraseología contrastiva”. Posteriormente, comentaremos la metodología utilizada para realizar este estudio contrastivo.
[...]
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. UNIDADES FRASEOLÓGICAS
2.1 Definición de la fraseología
2.1.1 Concepci ó n ancha
2.1.2 Concepci ó n estrecha
2.2 Fraseología contrastiva
2.2.1 Desarrollo de la fraseolog í a contrastiva
2.2.2 Fraseolog í a contrastiva: espa ñ ol-alem á n-ruso
2.3 Unidades fraseológicas
2.4 Características lingüísticas de las UF
2.4.1 Frecuencia
2.4.2 Institucionalizaci ó n
2.4.3 Estabilidad
2.4.4 Idiomaticidad
2.4.5 Variaci ó n
2.4.6 Gradaci ó n
2.5 Refranes en las tipologías
2.5.1 Tipolog í a de J. Casares
2.5.2 Tipolog í a de H. Thun
2.5.3 Tipolog í a de Zuluaga
2.5.4 Tipolog í a de Corpas Pastor
3. REFRANES
3.1 Enunciados
3.2 Paremia y paremiología
3.3 Refrán
3.3.1 Caracter í sticas de los refranes
3.3.2 Formas sint á cticas
3.3.3 Funci ó n de los refranes
3.3.4 Metodolog í a
4. ANÁLISIS DE LOS REFRANES
4.1 Equivalencia español-alemán-ruso
4.1.1 Equivalencia total espa ñ ol-alem á n-ruso
4.1.2 Equivalencia parcial espa ñ ol-alem á n-ruso
4.2 Equivalencia alemán-ruso, equivalencia total o parcial o diferencia español
4.2.1 Equivalencia total alem á n-ruso, equivalencia parcial espa ñ ol- ruso, equivalencia parcial espa ñ ol-alem á n
4.2.2 Equivalencia total alem á n-ruso, diferencia parcial 1 espa ñ ol- alem á n, diferencia parcial 1 espa ñ ol-ruso
4.2.3 Equivalencia total alem á n-ruso, diferencia total espa ñ ol- alem á n, diferencia total espa ñ ol-ruso
4.2.4 Equivalencia parcial alem á n-ruso, diferencia total espa ñ ol- alem á n, diferencia total espa ñ ol-ruso
4.3 Equivalencia español-alemán, equivalencia total o parcial o diferencia ruso
4.3.1 Equivalencia total espa ñ ol-alem á n, equivalencia parcial espa ñ ol-ruso, equivalencia parcial alem á n-ruso
4.3.2 Equivalencia total espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 1 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 1 alem á n-ruso
4.3.3 Equivalencia parcial espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 1 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 1 alem á n-ruso
4.3.4 Equivalencia parcial espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 2 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 2 alem á n-ruso
4.3.5 Equivalencia parcial espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 3 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 3 alem á n-ruso
4.3.6 Equivalencia parcial espa ñ ol-alem á n, diferencia total espa ñ ol- ruso, diferencia total alem á n-ruso
4.4 Equivalencia español-ruso, equivalencia total o parcial o diferencia alemán
4.4.1 Equivalencia total espa ñ ol-ruso, equivalencia parcial espa ñ ol- alem á n, equivalencia parcial alem á n-ruso
4.4.2 Equivalencia total espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 1 alem á n- ruso, diferencia parcial 1 espa ñ ol-alem á n
4.4.3 Equivalencia parcial espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 1 espa ñ ol- alem á n, diferencia 1 alem á n-ruso
4.5 Diferencia español-alemán-ruso
4.5.1 Diferencia parcial 1 espa ñ ol-alem á n-ruso
4.5.2 Diferencia parcial 1 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 2 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 2 alem á n-ruso
4.5.3 Diferencia parcial 1 espa ñ ol-alem á n, diferencia total espa ñ ol- ruso, diferencia total alem á n-ruso
4.5.4 Diferencia parcial 1 espa ñ ol-ruso, diferencia total espa ñ ol- alem á n, diferencia total alem á n-ruso
4.5.5 Diferencia parcial 1 alem á n-ruso, diferencia total espa ñ ol- alem á n, diferencia total espa ñ ol-ruso
4.5.6 Diferencia parcial 2 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 1 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 1 alem á n-ruso
4.5.7 Diferencia parcial 2 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 1 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 2 alem á n-ruso
4.5.8 Diferencia parcial 2 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 2 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 1 alem á n-ruso
4.5.9 Diferencia parcial 2 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 2 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 2 alem á n-ruso
4.5.10 Diferencia parcial 2 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 3 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 2 alem á n-ruso
4.5.11 Diferencia parcial 2 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 3 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 3 alem á n-ruso
4.5.12 Diferencia parcial 2 espa ñ ol-alem á n, diferencia total espa ñ ol- ruso, diferencia total alem á n-ruso 65
4.5.13 Diferencia parcial 3 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 2 espa ñ ol-ruso, diferencia parcial 1 alem á n-ruso
4.5.14 Diferencia parcial 3 espa ñ ol-alem á n, diferencia parcial 3 espa ñ ol-ruso, diferencia total alem á n-ruso
4.5.15 Diferencia parcial 3 espa ñ ol-alem á n, diferencia total espa ñ ol- ruso, diferencia total alem á n-ruso
4.5.16 Diferencia parcial 3 espa ñ ol-alem á n, diferencia total espa ñ ol- ruso, diferencia parcial 3 alem á n-ruso
4.5.17 Diferencia parcial 3 espa ñ ol-ruso, diferencia total espa ñ ol- alem á n, diferencia total alem á n-ruso
4.5.18 Diferencia parcial 3 alem á n-ruso, diferencia total espa ñ ol- alem á n, diferencia total espa ñ ol-ruso
4.5.19 Diferencia parcial 3 espa ñ ol-alem á n-ruso
4.5.20 Diferencia total espa ñ ol-alem á n-ruso
5. RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE LOS EQUIVALENTES
6. CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
“La cuestión es empezar” o “Aller Anfang ist schwer” - todos hemos escuchado o utilizado estas frases sabias y motivadoras en el lenguaje del día a día. Estas expresiones, llamadas proverbios, continúan vivas en muchas lenguas del mundo y se utilizan tanto en el lenguaje escrito como en el hablado. El historiador inglés Thomas Fuller describía los proverbios como “una gran cantidad de materia decorada en pocas palabras”.
La lengua española es de una riqueza sensacional gracias a todos sus giros, locuciones y fraseologismos. En la presente tesis nos vamos a centrar en un aspecto concreto: los proverbios. Como bien indica la filóloga Casado Conde: “El tiempo pasa, la lengua cambia, los proverbios permanecen” (Casado Conde 1998: 6). Es improbable que alguien no conozca frases como “De tal palo, tal astilla”, “Dios aprieta pero no ahoga” o “El tiempo todo lo cura”. Este tipo de frases cortas forman parte integrante de la realidad cultural y lingüística. Cada una de estas expresiones es resultado de una determinada tradición, religión o cultura, por lo cual conservan su estructura desde hace siglos y se conocen todavía en el día de hoy.
La primera parte de este trabajo se dedica a la introducción a la fraseología. En primer lugar, vamos a definir el término “fraseología” recurriendo a distintos trabajos y análisis elaborados por diversos lingüistas. Nos dedicaremos a la historia de su desarrollo no solo en España sino también en otros países, sobre todo en Alemania y la Unión Soviética.
A continuación, vamos a definir algunos términos importantes en este ámbito, tales como “unidad fraseológica” o “enunciado” y explicar brevemente las características de estas unidades recurriendo a varios recursos. Asimismo, vamos a destacar distintas clasificaciones fraseológicas.
Sin embargo, el punto central es la realización de un contraste fraseológico interlingual, por lo que explicaremos el término “fraseología contrastiva”. Posteriormente, comentaremos la metodología utilizada para realizar este estudio contrastivo.
Como hemos mencionado previamente, el núcleo del presente trabajo consiste en el análisis contrastivo de los refranes. De esta manera, la segunda parte es práctica, en la cual analizaremos los 84 proverbios españoles más frecuentes con sus equivalentes en alemán y ruso. Esta combinación de lenguas es de gran interés, debido a que permite elaborar un contraste entre tres idiomas de distintas ramas de lenguas: románica (español), germánica (alemán) y eslava (ruso). Vamos a analizar los refranes desde el punto de vista léxico, morfosintáctico y semántico.
El objetivo de este estudio contrastivo consiste en ver en qué medida coinciden los proverbios escogidos en las tres lenguas. Se pretende constatar y analizar los rasgos comunes y las diferencias de los refranes. Vamos a clasificar las similitudes y divergencias de la siguiente manera: equivalencia total, equivalencia parcial y diferencia parcial y total. Asimismo, incluiremos el origen de estas expresiones en los casos donde sea posible.
Vamos a formular algunas hipótesis. Primero, el grado de la semejanza entre el alemán y el ruso debería ser mayor que el de los otros dos grupos. Lo podemos suponer por los motivos históricos y el intercambio cultural intenso entre Alemania y Rusia. Segundo, creemos que existen más proverbios iguales o parecidos entre el español y el alemán contrariamente que en el español y el ruso. La razón es la cercanía geográfica entre Alemania y España y su colaboración activa en el ámbito político, social y cultural. En el tercer lugar estaría el par de lenguas español-ruso, puesto que España y Rusia se encuentran en los dos extremos del continente euroasiático y no poseen relaciones tan desarrolladas como los otros dos grupos.
Los resultados del presente estudio contrastivo deberán enseñar el grado de la equivalencia entre los tres idiomas y posibilitarán definir qué par de los idiomas de esta combinación tiene más refranes en común. Además, ya que muchas veces estos conllevan dificultades a la hora de traducirlos a otras lenguas, este trabajo puede ser útil para los que estén aprendiendo uno de los idiomas en cuestión.
El lenguaje es un instrumento de comunicación vivo que está en un proceso continuo de evolución. Por lo tanto, es curioso que los proverbios sigan teniendo su forma fija y no cambien desde la antigüedad conservando su historia y origen. Son un fenómeno lingüístico universal e internacional y esperamos contribuir al desarrollo de la fraseología contrastiva con el presente trabajo.
2. UNIDADES FRASEOLÓGICAS
En este capítulo realizaremos una introducción general a la fraseología y su desarrollo histórico con el fin de entender sus aspectos y problemas. Es por ello que hemos consultado varios estudios de lingüistas que investigaron en este campo.
2.1 Definición de la fraseología
Desde hace muchos siglos existe la controversia sobre si la fraseología debe considerarse una disciplina lingüística independiente. La filóloga Ruiz Gurillo denomina a la fraseología “tierra de nadie”, lo que implica la falta de una clara pertenencia de esta disciplina (cf. Ruiz 1997: 17).
Cabe empezar por la proveniencia de la denominación de la “fraseología”. La filóloga Viviana Scandola indica que la cuna de este término se encuentra en la Unión Soviética:
El término empezó a utilizarse en Rusia hace más de medio siglo para denominar aquella rama de la lexicografía que tiene como objeto la elaboración de principios y métodos para la preparación de diccionarios fraseológicos (Scandola 2003: 354).
Ya en 1988 escribía Dmitri Dobrovolski, conocido por sus diversos trabajos en el campo de la fraseología, sobre su importancia: “Es ist längst bekannt, daß die Phraseologie ein Spiegel der nationalen Kultur ist. Aber sie ist auch ein Spiegel der Besonderheiten des Sprachbaus, der inneren Organisation des Sprachsystems.” (Dobrovolski 1988: 8). El lingüista considera a la fraseología como una disciplina independiente y habla de su larga historia, puesto que las primeras minuciosas investigaciones sobre la fraseología comenzaron en la antigua URSS, entre los años treinta y cuarenta. Tal como afirma Esteban Montoro del Arco, los lingüistas soviéticos intentaron crear una nueva rama lingüística independiente de la lexicología, con el fin de potenciar su estudio (cf. Montoro del Arco 2006: 116).
Como señala Juan Pablo Larreta, el número de trabajos en el ámbito fraseológico por la parte de los autores soviéticos era y sigue siendo enorme. Estos trabajos representan hoy en día la fuente principal de los germanistas en este campo (cf. Larreta 2001: 19-20).
Sin embargo, cabe añadir que en 1909 fue publicado un trabajo fraseológico que anticipó a los filólogos soviéticos: “Der erste wirkliche Beitrag zur sprachwissenschaftlichen Auseinandersetzung mit den Redensarten, den man ohne 3 Einschränkungen so bezeichnen darf, stammt von dem Schweizer Charles Bally.” (Burger 1973: 61). Ese trabajo se llama Trait é de stylistique fran ç aise y fue retomado en la URSS para las investigaciones, pero no fue considerado durante medio siglo en las lenguas germánicas y romances.
Como indica la filóloga Gloria Corpas Pastor, el término “fraseología” no está libre de controversia, pero sostiene que existe una cierta homogeneidad en las definiciones que dan los científicos, más precisamente se trata de un estudio de las combinaciones de palabras (cf. Corpas 1996: 16). Eso parece muy razonable si observamos algunos ejemplos de las unidades fraseológicas: “entrar en materia” o “hacerle la pascua a alguien”, de hecho, representan una combinación de palabras.
Mario García-Page también intenta definir cuáles unidades son el objeto de estudio de la fraseología. El lingüista afirma que la fraseología se convirtió en “un voluminoso e inabarcable cajón de sastre, con trajes de distinta hechura, género y color; más propios de un carnaval lingüístico”. Para él, el verdadero núcleo de la fraseología son las locuciones, y los demás tipos de unidades o combinaciones, como proverbios, refranes y paremias, deberían pertenecer a la paremiología. Menciona con frecuencia la dificultad de dar una definición clara y única para este fenómeno léxico (cf. García-Page 2008: 7-8).
Montoro del Arco afirma que la fraseología ofrece muchas dificultades a la hora de ubicarla en la lingüística y además afirma que es posible considerarla:
a) una parte de la Lexicografía;
b) un objeto interdisciplinar de estudio que no pertenece exclusivamente a una disciplina en concreto;
c) una disciplina autónoma, que se relaciona con los demás en la misma medida en que todas lo hacen por tratarse de hechos de lengua (Montoro del Arco 2006: 115).
No obstante, menciona que hoy en día la fraseología ocupa un lugar propio como línea de investigación en varios congresos de la lengua española (cf. Montoro del Arco 2006: 116).
Ruiz llega a la conclusión de que la fraseología es una disciplina autónoma. Por el contrario, subraya que no es una disciplina aislada, sino habla de su interdisciplinariedad, es decir, la conexión entre la fraseología y otras disciplinas lingüísticas como morfología, lexicografía, sintaxis, semántica, pragmática, etc. (cf. Ruiz 1997: 42-43).
Wolfgang Fleischer (1997) describe en su trabajo la diferencia entre la lingüística alemana y rusa, indicando que ya en 1931 los filólogos soviéticos describían la fraseología como una “disciplina particular” que debería estar al mismo nivel de la sintaxis.
Concluyendo, el filólogo Klaus Dieter Pilz propone la denominación “exponierte linguistische Disziplin” o “Teildisziplin der Lexikologie” para describir esta ciencia (cf. Pilz 1978: 784).
Hemos visto varias opiniones y definiciones de la fraseología. Aunque hasta hoy no se ha encontrado la única definición de este término, está claro que la fraseología representa una rama particular en la lingüística. Vamos a utilizar la definición del DRAE para definir el término “fraseología”: “Conjunto de frases hechas, locuciones figuradas, metáforas y comparaciones fijadas, modismos y refranes, existentes en una lengua, en el uso individual o en el de algún grupo”.
Cabe agregar que existen dos concepciones de la fraseología: ancha y estrecha. A continuación, vamos a explicar qué se entiende por estos términos y cuál de las dos definiciones tendrá relevancia en este trabajo.
2.1.1 Concepci ó n ancha
Como hemos visto previamente, la fraseología se suele percibir desde varios puntos de vista. Una de las clasificaciones de la fraseología es la que la divide en centro y periferia, de todas formas, no es fácil determinar límites entre las dos.
La concepción ancha no solo incluye la periferia con sus locuciones, sino también las unidades que superan la estructura de un sintagma, p.ej. frases proverbiales, refranes, giros, aforismos y otras. La mayoría de los autores actualmente prefieren la clasificación ancha de la fraseología. La concepción ancha de Fleischer y Wotjak están seguidas y continuadas por una gran parte de los científicos del ámbito germánico. Ruiz resume varios trabajos sobre esta cuestión basándose en los criterios de la idiomaticidad y de la constitución de nominaciones o preposiciones.
Resumiendo, se puede decir que el centro lo forman unidades con la mayor estabilidad como palabras o sintagmas (locuciones) y en la periferia están las unidades que superan estas estructuras: refranes, frases célebres, unidades sintagmáticas, vocabulario técnico, alusiones literales, expresiones figuradas (cf. Ruiz 1997: 62-63).
2.1.2 Concepci ó n estrecha
La concepción estrecha de la fraseología se refiere a la parte fundamental del sistema lingüístico de la fraseología y ha sido adaptada, sobre todo, en la tradición anglófona (cf. Ruiz 1997: 63).
Como podemos deducir, mientras la concepción ancha incluye varias formas de unidades fraseológicas, a la concepción estrecha solamente le pertenecen las unidades que no superan un sintagma, es decir, las locuciones y las frases proverbiales (cf. Ruiz 1997: 69).
La concepción estrecha se apoya en la idiomaticidad, la conmutación y la fijación. Ruiz afirma que el centro lo ocupan los fraseologismos idiomáticos, o sea, las unidades cuyo significado no es posible deducir de sus constituyentes. Incluyen nombres, adjetivos, verbos y adverbios. Además, a este grupo pertenecen grupos de palabras lexicalizados que muestran una estabilidad sintáctica y semántica y que crean un efecto expresivo en un texto (cf. Ruiz 1997: 69).
De esta manera, en la presente tesis vamos a utilizar la concepción ancha a la hora de escoger los refranes, debido al mayor grado de su difusión en la fraseología.
2.2 Fraseología contrastiva
La fraseología contrastiva es un campo interesante, ya que permite establecer el grado de equivalencia y divergencia de los fraseologismos entre varias lenguas. Los resultados de estas comparaciones posibilitarán dar una descripción detallada y sistemática de las lenguas en cuestión, en nuestro caso español-alemán-ruso. Aun así, esta disciplina que hace parte de la lingüística contrastiva no ha recibido la merecida atención por parte de los filólogos que se ocupan de las comparaciones interlinguales.
2.2.1 Desarrollo de la fraseolog í a contrastiva
Los primeros trabajos centrados en este campo aparecieron en la década de los años setenta y tratan sobre los contrastes de las unidades fraseológicas en alemán y ruso, 6 igualmente entre alemán, inglés y sueco. Las comparaciones fraseológicas entre el alemán y el ruso, realizadas por los estudiosos soviéticos, servían después de modelo para otras lenguas. Hessky añade que la filología soviética se encargó bastante de tales ámbitos de la fraseología contrastiva como la semántica y la estructura de los fraseologismos, pero no tanto de los equivalentes interlinguales (cf. Hessky 1987: 43).
Como indica Hessky, en 1972 Adam Makkai hizo enfoque en la gramática contrastiva basándose en la fraseología inglesa y húngara con el fin de buscar ejemplos para su trabajo. Asimismo, uno de los trabajos más amplios y completos en la fraseología contrastiva del ruso y el alemán lo realizó Aleksandr Raichstein en 1980, por lo cual sigue citándose hasta hoy (cf. Hessky 1987: 43-44).
La fraseología contrastiva comienza a desenvolverse más a partir de los años ochenta gracias al congreso “Europhras”1, en el cual los estudiosos se dedicaron a los problemas de esta disciplina, concentrándose en la investigación fraseológica alemana. De esta manera, el congreso influyó al desarrollo del contraste fraseológico entre el alemán como lengua de partida y otras lenguas europeas: lenguas eslavas, sueco, lenguas ugrofinesas, etc. (cf. Palm 1991: 7).
Por lo que se refiere a la fraseología contrastiva española-alemana, Carmen Mellado afirma que el romanista Gerd Wotjak y la germanista Barbara Wotjak fueron los primeros que se ocuparon específicamente de esta cuestión. En España este ámbito experimentó un auge principalmente a mediados de los años 90 cuando empezaron varios estudios contrastivos con tales lenguas como alemán, inglés, francés e italiano (cf. Mellado 2014: 9).
Después comenzó el enfoque en la fraseología contrastiva con las lenguas ibéricas, o sea, con el euskera, el gallego y el catalán. Como dice la autora, en las últimas dos décadas la fraseología contrastiva española llegó al mismo nivel de la alemana gracias a su productividad y al reconocimiento internacional. A partir de los años 80, la fraseología contrastiva fue considerada en Europa una rama de investigación independiente (cf. Mellado 2014: 9-10).
Es preciso decir que dos proyectos interesantes se ocupan de esta disciplina: El primero se llama “Conphras”2 y compara las divergencias y correspondencias del francés y el alemán; el segundo se ocupa del sistema fraseológico finés y alemán. De estos dos estudios hemos podido tomar algunas ideas para nuestra comparación de los refranes. Aunque la combinación con el finés y el francés no representa el objeto de estudio en la presente tesis, estos ejemplos nos ofrecen muchas aportaciones interesantes sobre los criterios para el contraste que vamos a realizar.
Navarro diserta sobre dos tendencias que se observan en la fraseología contrastiva: la primera tendencia, que es la mayoritaria, se basa en la dicotomía saussuriana de “lengua” y “habla” y compara los fraseologismos como unidades de sistema y no como unidades textuales situadas en un contexto determinado. Por lo contrario, la segunda tendencia examina los procedimientos lingüísticos que se usan cuando no hay una equivalencia fraseológica con el mismo significado. Estos métodos pueden ser un lexema, una palabra compuesta o una paráfrasis (cf. Navarro 2007: 3).
Hessky se basa en los siguientes cinco criterios a la hora de buscar los equivalentes fraseológicos en otro idioma: significado denotativo (fraseológico), significado textual (directo), estructura, función sintáctica y connotación (cf. Hessky 1987: 64). En la parte práctica vamos a utilizar algunos de estos criterios a la hora de comentar las equivalencias.
Resumiendo, la finalidad de la fraseología contrastiva es, a parte de buscar un equivalente de una expresión determinada en otra lengua, analizar las analogías y divergencias entre ellas mediante ciertos criterios. Por eso algunos lingüistas señalan en sus trabajos la importancia de hallar un así llamado “tertium comparationis”, que actúa como metalenguaje y que facilita un análisis interlingual. Además, esta disciplina sirve para la traductología, con el fin de encontrar una traducción adecuada de una a otra lengua que puede ser designada como equivalencia comunicativa, textual o situacional, o también puede ser una simple traducción del sentido de la unidad fraseológica (cf. Navarro 2007: 5).
2.2.2 Fraseolog í a contrastiva: espa ñ ol-alem á n-ruso
Cabe comentar que no hemos encontrado obras de consulta o trabajos escritos que se dedicaban a un constraste fraseológico en la combinación español-alemán-ruso, de ahí que podemos suponer que este tipo de estudios no son frecuentes.
Se encuentran en los recursos de internet y en la literatura varias investigaciones sobre las comparaciones fraseológicas entre español, alemán, inglés, italiano, sueco, húngaro, etc. Una gran cantidad de trabajos se ocupan de las parejas de lenguas alemán-ruso o ruso-inglés, ruso-español, por el contrario no se hallaron investigaciones que engloban las tres lenguas a la vez. No obstante, estos trabajos bilingües también sirvieron de gran ayuda para realizar esta tesis, puesto que contenían información importante sobre las diferencias en la sintaxis, la estructura morfológica, las traducciones de los proverbios, etc.
En lo que concierne a los trabajos trilingües, hemos encontrado las siguientes aportaciones: un trabajo fraseológico, realizado por Azucena Pena Ibánez y Erla Erlendsdóttir, sobre ruso-español-islandés que trata la fraseología metafórica. Otro trabajo concebido por Kamilla Tutáeva trata sobre la simbología del cerdo en la fraseología inglesa, rusa y española. Káloustova y Tánych elaboraron en 1998 una publicación sobre el comer en la fraseología rusa-ucraniana-española.
La lingüista Paula Quiroga alude a la combinación del español con las lenguas “indoeuropeas lejanas, como el alemán, el ruso, etc.” afirmando, que en la actualidad no son todavía muy numerosos los trabajos de la fraseología contrastiva entre estas lenguas (cf. Quiroga 2007: 16).
Concluyendo, nos podemos dar cuenta de que el campo de la fraseología contrastiva ofrece todavía mucho espacio por analizar e investigar. Es decir, nuestro trabajo trilingüe puede contribuir a la fraseología contrastiva añadiendo una nueva combinación de lenguas y servir como una nueva referencia para futuros trabajos.
2.3 Unidades fraseológicas
¿Cuál es el objeto del estudio de la fraseología? Al igual que el concepto de la “fraseología”, existe también una cierta ambigüedad con la definición del objeto de su estudio.
Como primera elección vamos a utilizar en este trabajo la denominación “unidad fraseológica”, ya que gana en la Europa continental cada vez más aceptación. No obstante, en la lingüística siguen existiendo las siguientes denominaciones: “expresión pluriverbal”, “unidad pluriverbal lexicalizada y habitualizada”, “expresión fija”, “unidad fraseológica”, “fraseologismo” y muchas más (cf. Corpas 1996: 17-18). Antes se usaba con frecuencia el término “frasema” por Coseriu y Telija, y se ha adaptado en los estudios germanísticos, románicos franceses, y más aisladamente, portugueses y españoles (cf. García-Page 2008: 16-17).
En alemán hay también una cantidad enorme de denominaciones: “phraseologische Verbindung”, “festes Syntagma”, “Phraseologismus”, “fixiertes Wortgefüge”, “Redewendung”, etc. (Larreta 2001: 34). Por eso observamos que tanto en español como en alemán hay controversias en este caso.
Corpas reporta una clara definición del objeto de estudio de la fraseología, por lo tanto define una “unidad fraseológica” de la siguiente manera:
Son unidades léxicas formadas por más de dos palabras gráficas en su límite inferior, cuyo límite superior se sitúa en el nivel de la oración compuesta. Dichas unidades se caracterizan por su alta frecuencia de uso, y de coaparición de sus elementos integrantes; por su institucionalización, entendida en términos de fijación y especialización semántica; por su idiomaticidad y variación potenciales; así como por el grado en el cual se dan todos estos aspectos en los distintos tipos (Corpas 1996: 20).
Las unidades fraseológicas incluyen varios conceptos: colocaciones, locuciones, enunciados, giros, modismos, adagios, etc.
2.4 Características lingüísticas de las UF
No es fácil determinar las características de los fraseologismos que valen para todas las expresiones. La filóloga Corpas recopiló los rasgos más sobresalientes de estas unidades que deben estar presentes en una expresión para considerarse una unidad fraseológica:
a) se trata de una expresión formada por varias palabras
b) ésta se caracteriza por estar institucionalizada
c) ser estable en diverso grado
d) por presentar cierta particularidad sintáctica o semántica
e) por la posibilidad de variación de sus elementos integrantes, ya sea como variantes lexicalizadas en la lengua o como modificaciones ocasionales en contexto (Corpas 1996: 19- 20).
Neyda García anexiona que en un fraseologismo debe estar presente un sentido figurado (cf. García 1983: 8).
A continuación, vamos a destacar brevemente cada una de estas características, ya que vamos a sustentar en estos criterios nuestra investigación para el desarrollo de la parte práctica.
2.4.1 Frecuencia
De acuerdo a la lingüista Corpas, la frecuencia de los fraseologismos es uno de sus aspectos más esenciales. Asimismo, existen dos vertientes: la frecuencia de coaparición de sus elementos integrantes y la frecuencia de uso de la unidad fraseológica entera.
En otras palabras, la frecuencia de coaparición se da cuando una unidad fraseológica aparece más frecuentemente que cada uno de sus componentes. Mientras que la frecuencia de uso es la aparición de la expresión fija en general (cf. Corpas 1996: 20-21).
Paralelamente, esta característica está relacionada con la institucionalización, pues cuanto más se utilice una combinación de palabras, más probable es que un hablante nativo la recuerde y la emplee otra vez. De esta forma, se crea una expresión idiomática. Para nuestro trabajo hemos escogido los proverbios más frecuentes en las tres lenguas.
2.4.2 Institucionalizaci ó n
La frecuencia de aparición, el uso y la repetición pueden influir en la institucionalización y convencionalización de una expresión. Algunos autores denominan a esta característica “reproducibilidad”.
Eso no significa que los hablantes creen nuevas combinaciones de palabras, sino que usan repetidamente las combinaciones ya existentes en sus discursos. Algunas de estas unidades se utilizan más, otras menos, algunas se almacenan en la memoria de los hablantes nativos y comienzan a utilizarse con más frecuencia. De acuerdo a su reproducibilidad, ciertas combinaciones se registran en los diccionarios. Así funciona el proceso de la institucionalización (cf. Corpas 1996: 21-22). Cabe añadir que en este trabajo hemos intentado recopilar los refranes más conocidos y empleados en el lenguaje según varias fuentes.
2.4.3 Estabilidad
La estabilidad incluye los elementos de institucionalización y lexicalización. La institucionalización introduce dos aspectos fundamentales: la fijación y la especialización semántica.
Ruiz afirma que la fijación que se entiende exclusivamente como complejidad y estabilidad de forma. Agrega que algunas expresiones presentan una mayor estabilidad que otras. Mientras el segundo tipo de fijación se entiende adicionalmente como defectividad combinatoria y sintáctica (cf. Ruiz 1997: 89-90). Thun habla sobre la diferencia entre la fijación interna y externa (cf. Thun 1978: 66-67).
Alberto Zuluaga establece los siguientes tipos de la fijación interna:
1) fijación del orden de los componentes: buscarle tres pies al gato- al gato, le buscas tres pies*
2) fijación de categorías gramaticales (número, género, determinante, persona, tiempo): por si las moscas- por si la mosca*; caballo de Troya- yegua de Troya*
3) fijación en el inventario de los componentes, es decir, no se puede ni quitar, ni sustituir, ni inserir ningún elemento: pagar el pato- pagar la carne*, estar en buenas manos- estar en perfectas manos* (Zuluaga 1980: 97-98).
En cuanto a la fijación externa, Thun distingue varios subtipos: situacional (uso en determinadas situaciones/ocasiones), analítica (resultado del uso de las unidades fraseológicas para el análisis frente a otras unidades), pasemática (depende del papel del hablante en una situación comunicativa) y posicional (uso en determinados contextos) (cf. Thun 1978: 249-250).
2.4.4 Idiomaticidad
Una de las características principales de un fraseologismo es su idiomaticidad. El lingüista Larreta ofrece una definición clara de la idiomaticidad: “Por idiomaticidad se entiende la propiedad según la cual el significado de un fraseologismo no es deducible de la suma de los significados de sus componentes internos.” (Larreta 2001: 46).
La siguiente descripción de Fleischer confirma la definición de Larreta: “Die Nichtübereinstimmung von wendungsexterner und wendungsinterner Bedeutung einer Verbindung” (Fleischer 1997: 11). Para Harald Burger la idiomaticidad representa “die nicht regulär interpretierbare Gesamtbedeutung einer Verbindung” (Burger 2010: 31).
Hessky discute sobre la idiomaticidad cuando hay irregularidad entre los significados de los constituyentes y la frase en general. Es decir, la estudiosa describe en su trabajo la incompatibilidad semántica entre los constituyentes y habla de una “Nichtübereinstimmung” del sentido fraseológico y del sentido de cada uno de los componentes (cf. Hessky 1987: 26).
Corpas subraya que no todas las unidades fraseológicas poseen esta característica, llamándola potencial y no esencial. Según ella, los fraseologismos pueden presentar dos tipos de significado denotativo: literal y figurativo o traslaticio (idiomático). Define el significado traslaticio como consecuencia de procesos metafóricos o metonímicos (cf. Corpas 1996: 26-27).
Inés Olza también discute sobre el “papel fundamental” que desempeña la metáfora y la metonimia en la configuración del significado de los fraseologismos. Le parece indiscutible que estos dos tropos funcionen como factores importantes de generación de idiomaticidad (cf. Olza 2014: 66). P.ej.: “llover a cántaros”, “dar el pasaporte”, “dar gato por liebre”. Ruiz menciona las hipérboles como otro procedimiento a la hora de crear unidades fraseológicas: “ahogarse en un vaso de agua”, “echar la casa por la ventana” (cf. Ruiz 1997: 20). Vamos a ver en la parte práctica si estos métodos de creación de la idiomaticidad se utilizan en los proverbios escogidos.
2.4.5 Variaci ó n
Otro rasgo importante es la variación, es decir, muchas unidades fraseológicas poseen una variante alternativa, p.ej. un componente se puede sustituir por otro sin que cambie el sentido, como en “alzarse/cargar con el santo y limosna”3 o “dormir como un tronco/lirón” (cf. Corpas 1996: 27).
Según Dobrovolski, “cuantas más variaciones, transformaciones y modificaciones presenten los fraseologismos de una lengua, más regular es su sistema fraseológico” (Dobrovolski 1988: 159).
Zuluaga denomina a estas variaciones “variantes” en sentido estricto. Las variantes son dos unidades fraseológicas que se encuentran dentro de una misma lengua funcional, no presentan diferencias de significado, son parcialmente idénticas en su estructura, son fijas y no son dependientes del contexto en el que aparecen, p.ej. “todo queda en casa/familia, pero no todo queda en hogar*” (cf. Zuluaga 1980: 109-110).
No hay que confundir las variantes con las modificaciones. Las modificaciones tienen el potencial de obtener un nuevo significado. Las filólogas rusas Alexandrova y Ter-Minasova las denominan “deformaciones de estas unidades léxicas” (cf. Corpas 1996: 30).
Como concluye Dobrovolski, la variación fraseológica constituye un universal lingüístico a partir del cual se puede medir el grado de regularidad de un determinado sistema fraseológico (cf. Dobrovolski 1988: 159).
En nuestro trabajo también vamos a enumerar las posibles variantes de los proverbios, con el fin de ofrecer al lector una variedad más completa y detallada.
2.4.6 Gradaci ó n
Esta propiedad de los fraseologismos está relacionada con todas las propiedades anteriores: la institucionalización, la variación y la fijación estructural. Como indica Corpas, muchos autores utilizan la gradación para crear las clasificaciones de las unidades fraseológicas (cf. Corpas 1996: 31).
2.5 Refranes en las tipologías
La fraseología abarca muchos tipos de las expresiones idiomáticas, por lo cual surgieron varias clasificaciones. Ya que en la presente tesis vamos a ocuparnos exclusivamente de los refranes, tenemos que determinar a qué categoría pertenecen. Resumiremos primero algunas clasificaciones importantes desde el punto de vista de la fraseología.
Corpas opina que “la mayoría de las clasificaciones existentes han surgido como resultado de los problemas prácticos a los que se ha tenido que enfrentar el lexicógrafo al incluir la información fraseológica en la confección de diccionarios.” (Corpas 1996: 32).
A comienzos de los años cincuenta apareció la primera clasificación de las unidades fraseológicas, realizada por el filólogo español Julio Casares, el cual se considera el fundador de la fraseología española. Posteriormente, en los años setenta se publicó la investigación de Coseriu, donde el romanista estableció la técnica libre del discurso y del discurso repetido. Asimismo, Thun en 1978 y Zuluaga en 1980 publicaron sus trabajos, en los que complementaron la clasificación de Casares (cf. Corpus 1996: 32).
2.5.1 Tipolog í a de J. Casares
El lingüista Casares distingue entre locuciones y fórmulas pluriverbales, donde se incluyen frases proverbiales y refranes.
Casares denomina a las frases proverbiales “un auténtico cajón de sastre”, puesto que a este grupo pertenecen todas las demás unidades que no pueden considerarse locuciones o refranes.
En lo que concierne a los refranes, para el filólogo estos no pertenecen al grupo de frases proverbiales. Como afirma, presentan una verdad universal y constituyen oraciones completas e independientes. Este tipo de frases se caracterizan por la presencia de artificiosidad, traducida en aliteración, paralelismo, rima, etc.: “Al agradecido, más de lo pedido” (cf. Corpas 1996: 33).
2.5.2 Tipolog í a de H. Thun
Thun estudió primeramente la estructura interna y en segundo lugar las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas de estas unidades. Los refranes junto a los dichos y citas son parte de las “unidades fraseológicas del habla” que pueden o no presentar peculiaridades semánticas (cf. Thun 1978: 251).
2.5.3 Tipolog í a de Zuluaga
En la clasificación de Zuluaga también hay dos grupos, como en la de Casares: locuciones y enunciados. Los refranes están en el grupo de enunciados, y más precisamente son “textos” en el esquema, p.ej. “Un clavo saca otro clavo” (cf. Zuluaga 1980: 139).
2.5.4 Tipolog í a de Corpas Pastor
Corpas subraya que las clasificaciones existentes “resultan incompletas e, incluso, esquemáticas”. La hispanista habla de “paremiología”, ciencia a la cual pertenecen los refranes.
La estudiosa sostiene que los refranes representan un grupo individual, son “paremias por excelencia” y forman parte del grupo “enunciados fraseológicos”. Por otro lado, señala que algunos autores les dan el carácter de una cita, mientras que otros, como Coseriu y Grassegger, les dedican un lugar propio en la clasificación (cf. Corpas 1996: 147).
En nuestro trabajo vamos a apoyarnos en la clasificación de Corpas Pastor, debido a que está muy bien estructurada y contiene amplias descripciones de cada fenómeno.
3. REFRANES
Como ya hemos visto, los refranes ocupan un lugar especial e independiente en la mayoría de las clasificaciones. En algunas de ellas pertenecen al grupo de “enunciados” o “enunciados fraseológicos”. Por lo cual, cabe definir estos dos términos.
3.1 Enunciados
Zuluaga afirma que el término “enunciado” es más adecuado que los términos como “frases” o “textos”, ya que representan expresiones muy distintas, es decir, difieren tanto en su estructura como en su funcionalidad. Así, un enunciado es “el producto lingüístico de un acto de habla, es la cadena de sonidos con sentido propio, emitida entre dos pausas, por un hablante.” (Zuluaga 1980: 191).
Una de las características de los enunciados es que tienen forma de oración simple o compuesta, o pueden construirse de una mera palabra o un sintagma. El rasgo central de los enunciados es que poseen la función como unidades mínimas con significado propio. Además, juega un papel importante la entonación con la que se pronuncia el enunciado, en otras palabras, en el hablar los enunciados pueden aparecer entre dos pausas y en el escrito se marcan mediante signos de puntuación (cf. Zuluaga 1980: 191).
De acuerdo a Corpus Pastor, los refranes son enunciados fraseológicos y se pueden clasificar desde diferentes puntos de vista, lo que depende de su estructura interna: idiomaticidad, relación y nivel de combinación de sus constituyentes y valor modal originario.
Zuluaga subraya el hecho de que los enunciados fraseológicos no son simples oraciones gramaticales, y añade que en algunas descripciones son tratadas como “oraciones no estructuradas” de acuerdo con la gramática. Según el filólogo, los refranes se construyen normalmente de las siguientes maneras:
a) por una oración simple, nominal o verbal, p.ej.: “cada cual es dueño de su miedo”;
b) por una oración gramatical compuesta (oraciones coordinadas y subordinadas), p.ej.: “como lo que dijo el viejo cuando lo derribó el toro”; “ni sirvas a rico ni debas a pobre”;
c) por una cita introducida por una oración con verbo de expresión lingüística (este tipo de enunciados también se llama “wellerismo”), p.ej.: “dijo la zorra a las uvas: no están maduras”;
d) por una oración interrogativa unida (fraseológicamente) a una respuesta, p.ej.: “¿Quién es tu amigo? Tu pariente en el mal.” (Zuluaga 1980: 194-195).
En este trabajo contrastivo nos concentraremos en los refranes que tienen forma de oraciones simples o de oraciones gramaticales compuestas.
3.2 Paremia y paremiología
Los refranes, también llamados por varios investigadores “paremias”, son el objeto de estudio de la paremiología, que es una rama de la ciencia que se ocupa de la investigación de las paremias. Su enfoque estriba, sobre todo, en el origen del refrán, en sus modificaciones a lo largo de la historia y su integración en los contextos culturales y socio-históricos (cf. Burger 2010: 106).
Es interesante que por mucho tiempo los diccionarios consideraban solamente el término “paremiología”, sin tomar en cuenta este otro término “paremia”. Corpas elige en su trabajo el término “paremia”, ya que se usa como término abarcador en la filología española y se puede emplear, tanto como sinónimo de un refrán, como un hiperónimo de los subtipos de esta categoría. Es decir, a parte de los refranes, las paremias incluyen asimismo citas, adagios, aforismos, etc. (cf. Corpas 1996: 135).
Corpas recoge algunas propiedades de las paremias: son más un fenómeno cultural que lingüístico y ofrecen un alto grado de generalidad. Son unidades del habla y no permiten cambios excepto los de concordancia (cf. Corpas 1996: 134).
Valerij Mokienko formula tres tesis de partida sobre la paremiología de una manera clara y concreta:
1) Die Parömiologie und die Idiomatik sind ein zutiefst nationaler Teil des sprachlichen und folkloristischen Systems.
2) Die Parömiologie ist der konservativste Teil der Sprache, ein Gefrierschrank der Kultur und der Geschichte.
3) Bei der Parömiologie handelt es sich um altertümliche sprachliche Relikte (Mokienko 2012: 79-80).
De aquí se deduce que Mokienko considera las paremias, y seguidamente los refranes, una parte conservativa de una lengua que representa su cultura e historia. Gracias al uso de la palabra “Gefrierschrank” en un sentido metafórico se entiende que las paremias son difíciles de quitar, olvidar o dejar de usar en el lenguaje actual, puesto que son “relíquias” de tiempos pasados. De este modo, el filólogo subrayó la importancia de las paremias.
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1 European Society for Phraseology
2 Phraséologie Contrastive
3 apropiarse de lo que a uno le corresponde y, además, de lo ajeno
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