Después de presentar y explicar algunas características del género "Bestiarios", la primera parte de este trabajo científico retoma la historia “El Piccino y la Marquesa” del libro “Nuevo diario de Noé- Tomo 1” del autor Germán Arciniegas. La cuenta de nuevo desde la perspectiva del gato Piccino. Retoma los acontecimientos ya experimentados y descritos en el texto original, los completa y los embellece o amplía.
La historia original es sobre el gato Piccino, que llega a su dueño en Roma como un pequeño gatito. Según el dueño, a menudo está en la carretera y pelea. En general, a menudo se encuentra con otros gatos y gatas, por lo que parece ser un gato muy social. Sin embargo, después de muchas peleas nocturnas, el dueño lo tiene castrado, ya que no tiene ganas de pagar los constantes gastos de veterinario. Después de eso la vida de Piccino cambia. La historia también trata de su amistad con la Marquesa C., a la que visitó varias veces para desayunar. Desde el punto de vista del animal, estos eventos que suceden en la historia son retomados y presentados de nuevo; ahora desde la perspectiva de un animal.
En la segunda parte, se compara el texto creativo con los criterios del bestiario y se buscan las características de concordancia. Una novedad de este texto destaca, porque, aunque en el texto original sólo los animales, en este caso los gatos, son descritos como humanos, el gato Piccino ahora describe a los humanos como si fueran animales. Les da un aspecto y un comportamiento similar al de los gatos, de modo que en esta narración la línea entre los animales y los humanos se vuelve borrosa.
Índice
Introducción
Estado de la cuestión
Texto creativo
Argumentación
Conclusión
Bibliografía
Introducción
Después de presentar y explicar algunas características del género "Bestiarios", la primera parte de este trabajo científico retoma la historia “El Piccino y la Marquesa” del libro “Nuevo diario de Noé- Tomo 1” del autor Germán Arciniegas. La cuenta de nuevo desde la perspectiva del gato Piccino. Retoma los acontecimientos ya experimentados y descritos en el texto original, los completa y los embellece o amplía.
La historia original es sobre el gato Piccino, que llega a su dueño en Roma como un pequeño gatito. Según el dueño, a menudo está en la carretera y pelea. En general, a menudo se encuentra con otros gatos y gatas, por lo que parece ser un gato muy social. Sin embargo, después de muchas peleas nocturnas, el dueño lo tiene castrado, ya que no tiene ganas de pagar los constantes gastos de veterinario. Después de eso la vida de Piccino cambia. La historia también trata de su amistad con la Marquesa C., a la que visitó varias veces para desayunar. Desde el punto de vista del animal, estos eventos que suceden en la historia son retomados y presentados de nuevo; ahora desde la perspectiva de un animal.
En la segunda parte, se compara el texto creativo con los criterios del bestiario y se buscan las características de concordancia. Una novedad de este texto destaca, porque, aunque en el texto original sólo los animales, en este caso los gatos, son descritos como humanos, el gato Piccino ahora describe a los humanos como si fueran animales. Les da un aspecto y un comportamiento similar al de los gatos, de modo que en esta narración la línea entre los animales y los humanos se vuelve borrosa.
Estado de la cuestión
El bestiario tiene su origen en la palabra latina ‘bestia' (esp.: animal salvaje) (cf. Definición.de s. f.) y del latín ‘bestiarius' (esp.: relativo a los animales) (cf. Pujol, Carlos 2012, p. 1). En la literatura de la Edad Media el bestiario era una “colección de relatos, descripciones e imágenes de animales reales o fantásticos” (cf. Real Academia Española s. f.). Era una descripción de criaturas de una manera moral. Los autores conectaban las características de los animales con motivos religiosos. En la literatura existían bestiarios reales, que eran sobre animales reales y podrían ser de manera positiva o negativa, y también bestiarios fantásticos sobre animales de fabulas (cf. Definición.de s. f.). Puede contener elementos científicos, pero también partes narrativas y fantásticas. El bestiario conecta moralmente las características reales o presuntas de los animales, también criaturas míticas, alegóricamente con la doctrina cristiana de la salvación. A menudo también se incluyen muchas fotos. (cf. Pujol, Carlos 2012, p. 1).
El primer bestiario se llama Physiologus. Se originó en el Siglo II y puede ser llamado el precursor o antecedente de los otros bestiarios. Pero la historia del desarrollo del bestiario no se puede probar claramente. En el Siglo XII iniciaron a popularizarse, primero en Francia e Inglaterra, más tarde en varios partes del mundo. Las características más importantes de un bestiario son que es una descripción de animales. Muchas veces los animales tienen características humanas o características fantásticas, por ejemplo, pueden hablar (cf. Definición.de s. f.).
En la reelaboración del bestiario medieval había tendencias diferentes. Algunos autores veían los animales como una visión zoológica. Pero otros daban la espalda a la visión moderna de la naturaleza y usaban los animales como símbolos tradicionales. Siempre había una ambigüedad moral en las descripciones. Un rasgo de autores usaba la temática de la animalidad como representación de las relaciones sentimentales y sexuales. La lujuria estaba en primer plano. De la parte de lo psicológico decían que bestias, hombres y máquinas no son categorías diferentes, pero son iguales. Los autores que siguieron la rama de ‘posibilidades monstruosas' creaban en sus textos una extensión de lo conocido (por ejemplo, apocalipsis nuclear, lo deforme). Hablaban de las aberraciones de la naturaleza. Otra tendencia salvaba la distancia entre naturaleza y cultura. Por eso usaban los animales como ‘animetáfora' (los animales son metáforas vivas). Otro ramo era el 'extincionario'. En este el animal tiene un mundo muy bajo, bajo la forma de un no ser. El tema era la tensión entre la civilización y lo brutal, entre humano y animal. El último ramo hablaba del ‘animal sin clausura', porque no entiende la muerte como perdida de la conciencia. En estos bestiarios los animales son eterno, por ejemplo, el fénix (cf. Fernández Porta 2002, p. 2-16).
Texto creativo
Cuando llegué al Sr. Lorenzo era sólo un bebé. Vengo de una familia de siete hermanos y hermanas. Mi madre era una majestuosa gata persa con un impresionante pedigrí de antepasados. Mi padre, por otro lado, vino de circunstancias simples. Ya tuvo que luchar con grandes dificultades en su infancia e incluso la vida posterior no fue fácil para él. Por un fuerte golpe del destino perdí dos de mis hermanas en el primer mes. Poco después nos colocaron a todos en diferentes familias de acogida. Vine a Roma. Mi nueva familia, o más bien mi nuevo dueño, vivía en una magnífica mansión con una larga avenida, un gran vestíbulo de entrada, altos muros y muebles exquisitos. Debería ser obvio para todos que vengo de un entorno rico. Por eso siempre llevo el pelo suave y brillante. El Sr. Lorenzo siempre ha sido un poco perezoso y soñoliento. Le gustaba comer mucho y tenía una gran barriga. Por la tarde se durmió mucho tiempo y se acostó cómodamente al sol. Era un hombre de buen corazón y manso, aunque su pelo y su bigote siempre se veían un poco desgreñados. Rápidamente me sentí como en casa allí. Hice muy buenos amigos en el vecindario. Nos reuníamos muy a menudo durante el día y también por la noche para jugar juntos. Cuanto más envejecía, más frecuentes eran las reuniones nocturnas. Sin embargo, no jugamos más, sino que libramos peleas juguetonas. Siempre fue muy divertido con mis amigos. De vez en cuando también recibía visitas de señoras. Sin embargo, no sabíamos hasta qué punto se nos permitía mostrarnos ante mi nueva familia. Por lo tanto, la mayoría de estas reuniones permanecieron secretas. Mi nueva familia pareció notarlas sin embargo, porque tuve la sensación de que el Sr. Lorenzo se dirigió varias veces a mí un poco molesto. Un día, sin haber sido informado de antemano, fui forzado a entrar en una extraña caja gris. La caja se movió de un lado a otro, se sacudió mucho y finalmente la solapa se abrió de nuevo. De repente me encontré en una habitación luminosa, en la que olía de forma muy extraña. Me sentí muy mal y me retiré a mi caja. Pero dos manos toscas me agarraron y me sacaron. Cuando me desperté de nuevo mucho más tarde me sentí completamente cambiado. Ya no tenía ganas de salir por la puerta. Me sentí vacío por dentro. De vez en cuando, por la noche, todavía me encuentro con algunos vecinos. Sin embargo, estas visitas ya no eran tan divertidas y también de mucho menor duración. Con el tiempo fueron disminuyendo y finalmente se detuvieron por completo. También las peleas juguetonas y amistosas con mis camaradas pronto tuvieron que ser detenidas por completo, ya que yo también me sentía cada vez más cansado y también un poco más débil. Después de varias semanas tuve una sospecha: me habían robado mi hombría. Esta sospecha aumentó en los días siguientes y cuando una tarde pasé por delante de un pequeño espejo, estaba seguro: a lo largo de mi vientre vi una larga cicatriz de aspecto todavía fresco. Sin embargo, cuando me enfrenté al Sr. Lorenzo, fingió ser ignorante. Esta invasión de mi privacidad cambió nuestra relación para siempre. Ya no me sentía muy cómodo allí y nunca pude estar seguro de lo que pasaría después.
Un día, mientras caminaba por la calle solo, un olor celestial se elevó de repente a mi nariz. Miré alrededor, pero no pude identificar la fuente del olor. La seguí y de repente me encontré frente a una mujer delgada con rizos negros. Tenía un tazón azul en su mano, del cual olía delicioso. Me miró, sonrió y puso el tazón frente a mí. Sin pensarlo, devoré la comida más deliciosa que jamás había comido. Desde ese día se desarrolló una nueva amistad. Todas las mañanas visitaba la Marquesa C., como se llamaba la joven bien vestida. Se movía suave y silenciosamente. El pelo negro estaba bien arreglado y se veía muy peluda en general. Sin embargo, estaba un poco flaca, como si no pudiera comer lo suficiente. A veces me dejaba un pequeño tazón de algo delicioso, a veces sólo hablábamos. Esta amistad duró muchos años hasta que desapareció de un día para otro.
Argumentación
En el texto original se puede encontrar algunos criterios que muestras, que el cuento pertenece al género del bestiario. Describe a animales reales como si fueran seres humanos. Por ejemplo “(...) y echó a llorar” (Arciniegas 1973, p. 94). Los animales, en este caso los gatos, son vistos y representados como equivalentes, como seres humanos. Esta particular forma de describirlos da al lector una imagen completamente diferente de los protagonistas. Por ejemplo, el gato Piccino parece ser muy sociable y bien integrado en la ciudad o en "su" casa, ya que sus "amigos" son “los gatos y gatos de la vecindad” que vienen de visita por las noches. También a los animales se les atribuyen características humanas.
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- Quote paper
- Mieke Brinkhaus (Author), 2020, "El Piccino y la Marquesa" (Germán Arciniegas) del punto de vista del gato, Munich, GRIN Verlag, https://www.grin.com/document/1243234
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